Un informe del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones de Costa Rica ha presentado los resultados de una evaluación del impacto causado al ecosistema por la construcción de una carretera, colindante con el río San Juan de Nicaragua
La construcción de una carretera en la frontera de Costa Rica con Nicaragua, en las riberas del río San Juan, causó "una sedimentación moderada en los ríos y quebradas de la zona", según un informe de abril de 2012 del ministerio costarricense de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), divulgado este jueves por el diario nicaragüense "La Nación".
El documento advierte que el río San Juan, cuya soberanía la ejerce Nicaragua, no fue afectado por la obra de construcción de la trocha Juan Mora Porras. Sin embargo, señala que los trabajos provocaron "una incipiente disminución en la capacidad de los ríos y quebradas a causa de la obstrucción provocada por los sedimentos", según la nota de prensa.
Pese a ello, sostiene que "todavía no se trata de algo significativo".
Además, en el río “no se notaron depósitos de sedimentos (...), aunque es posible el acarreo de pequeñas cantidades de sedimento por la acción de la lluvia o por el acarreo temporal de algunos cuerpos de agua que discurren hacia el río, dentro de la normal dinámica de estos ecosistemas”.
Según el diario La Nación a "más de un año después del inicio de la obra (...) el Minaet propuso instalar trampas de sedimentos a fin de 'capturarlos antes de que abandonen el área de trabajo y alcancen cuerpos de agua cercanos'”, daño que ya ha sido causado.
"Además, sugirió limpiar quebradas de sedimentos y crear cunetas al pie de los taludes, los cuales fueron construidos sin diseño", añade la nota.
El informe también llamó la atención sobre la alteración del humedal Medio Queso, ubicado en Los Chiles. En ese caso, urgió abrir drenajes en el camino que permitan rescatar la dirección y el movimiento natural del agua.
El estudio elaborado por el Ministerio, también hizo referencia a modificaciones del ecosistema producto de la afectación de un tramo boscoso de 75 metros de longitud y 30 de ancho, entre la desembocadura del río Sarapiquí y Caño La Tigra, donde fueron talados cientos de árboles y cambiaron cursos de algunas quebradas.
El Minaet propuso reforestar o permitir la regeneración, así como tomar medidas para evitar los procesos de erosión.
Unas 900 máquinas, como vagonetas o excavadoras, abrieran el camino desde diciembre de 2010 hasta diciembre de 2011 en 160 kilómetros de bosques sin un plan de control ambiental, dejando residuos de la tierra en las corrientes de agua.
Ante el informe, el embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, recordó que el impacto ambiental fue advertido por su gobierno a tiempo.
Asimismo, “Organizaciones No Gubernamentales, pro conservación del medio ambiente, interpusieron una denuncia ante La Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque ellos consideraron que no había planificación en la carreteta y ahora vemos que está saliendo a la luz”, comentó el embajador.
Rivas consideró que Costa Rica ha admitido, mediante este estudio, su responsabilidad sobre el daño ecológico causado por la construcción de esta carretera, lo que podría agilizar la denuncia interpuesta en los tribunales.
“El representante nuestro en la CIJ, Carlos Arguello, está hablando de la urgencia de una medida cautelar para evitar que se siga dañando la zona”, subrayó.
La construcción del camino, valorado en 40 millones de dólares, se inició en octubre de 2010 luego de que el gobierno de Laura Chinchilla emitió un decreto de emergencia, al estimarlo urgente para el desarrollo y seguridad de los habitantes en la zona, lo que le permitió evadir requisitos como un estudio de impacto ambiental.
Sin embargo, ya en noviembre de 2011 "existió una iniciativa en la junta directiva de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para contratar un equipo de consultores y evaluar los daños producidos por la obra y proponer medidas de mitigación durante la construcción", señala la prensa local.
"Sin embargo, la viceministra de Ambiente, Ana Lorena Guevara, decidió no efectuar esos contratos por razones económicas y realizar las evaluaciones y recomendaciones con profesionales de planta de su mismo Ministerio", añadió.
Según Guevara, estimaron evaluar el impacto de la obra luego de que Nicaragua insistiera su denuncia contra Costa Rica, como consecuencia de la construcción de la trocha.
Pero, “en noviembre del 2011 el camino ya estaba en su fase de ejecución, ahí no había posibilidad de prevención, lo que se podía hacer era tomar medidas de mitigación y compensación porque ya el daño estaba hecho”, admitió Guevara.
La construcción de una carretera en la frontera de Costa Rica con Nicaragua, en las riberas del río San Juan, causó "una sedimentación moderada en los ríos y quebradas de la zona", según un informe de abril de 2012 del ministerio costarricense de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), divulgado este jueves por el diario nicaragüense "La Nación".
El documento advierte que el río San Juan, cuya soberanía la ejerce Nicaragua, no fue afectado por la obra de construcción de la trocha Juan Mora Porras. Sin embargo, señala que los trabajos provocaron "una incipiente disminución en la capacidad de los ríos y quebradas a causa de la obstrucción provocada por los sedimentos", según la nota de prensa.
Pese a ello, sostiene que "todavía no se trata de algo significativo".
Además, en el río “no se notaron depósitos de sedimentos (...), aunque es posible el acarreo de pequeñas cantidades de sedimento por la acción de la lluvia o por el acarreo temporal de algunos cuerpos de agua que discurren hacia el río, dentro de la normal dinámica de estos ecosistemas”.
Según el diario La Nación a "más de un año después del inicio de la obra (...) el Minaet propuso instalar trampas de sedimentos a fin de 'capturarlos antes de que abandonen el área de trabajo y alcancen cuerpos de agua cercanos'”, daño que ya ha sido causado.
"Además, sugirió limpiar quebradas de sedimentos y crear cunetas al pie de los taludes, los cuales fueron construidos sin diseño", añade la nota.
El informe también llamó la atención sobre la alteración del humedal Medio Queso, ubicado en Los Chiles. En ese caso, urgió abrir drenajes en el camino que permitan rescatar la dirección y el movimiento natural del agua.
El estudio elaborado por el Ministerio, también hizo referencia a modificaciones del ecosistema producto de la afectación de un tramo boscoso de 75 metros de longitud y 30 de ancho, entre la desembocadura del río Sarapiquí y Caño La Tigra, donde fueron talados cientos de árboles y cambiaron cursos de algunas quebradas.
El Minaet propuso reforestar o permitir la regeneración, así como tomar medidas para evitar los procesos de erosión.
Unas 900 máquinas, como vagonetas o excavadoras, abrieran el camino desde diciembre de 2010 hasta diciembre de 2011 en 160 kilómetros de bosques sin un plan de control ambiental, dejando residuos de la tierra en las corrientes de agua.
Ante el informe, el embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, recordó que el impacto ambiental fue advertido por su gobierno a tiempo.
Asimismo, “Organizaciones No Gubernamentales, pro conservación del medio ambiente, interpusieron una denuncia ante La Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque ellos consideraron que no había planificación en la carreteta y ahora vemos que está saliendo a la luz”, comentó el embajador.
Rivas consideró que Costa Rica ha admitido, mediante este estudio, su responsabilidad sobre el daño ecológico causado por la construcción de esta carretera, lo que podría agilizar la denuncia interpuesta en los tribunales.
“El representante nuestro en la CIJ, Carlos Arguello, está hablando de la urgencia de una medida cautelar para evitar que se siga dañando la zona”, subrayó.
La construcción del camino, valorado en 40 millones de dólares, se inició en octubre de 2010 luego de que el gobierno de Laura Chinchilla emitió un decreto de emergencia, al estimarlo urgente para el desarrollo y seguridad de los habitantes en la zona, lo que le permitió evadir requisitos como un estudio de impacto ambiental.
Sin embargo, ya en noviembre de 2011 "existió una iniciativa en la junta directiva de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para contratar un equipo de consultores y evaluar los daños producidos por la obra y proponer medidas de mitigación durante la construcción", señala la prensa local.
"Sin embargo, la viceministra de Ambiente, Ana Lorena Guevara, decidió no efectuar esos contratos por razones económicas y realizar las evaluaciones y recomendaciones con profesionales de planta de su mismo Ministerio", añadió.
Según Guevara, estimaron evaluar el impacto de la obra luego de que Nicaragua insistiera su denuncia contra Costa Rica, como consecuencia de la construcción de la trocha.
Pero, “en noviembre del 2011 el camino ya estaba en su fase de ejecución, ahí no había posibilidad de prevención, lo que se podía hacer era tomar medidas de mitigación y compensación porque ya el daño estaba hecho”, admitió Guevara.
teleSUR-AFP-lanación/ag-PR