EFE - Cuba dedica importantes recursos, de manera exitosa, a la prevención de las drogas ilegales y a que su consumo no se propague por la isla, consideró hoy el Departamento de Estado de EE UU en su informe anual sobre la “Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos”.
“La habilidad técnica de la Guardia Fronteriza de Cuba, las Fuerzas Armadas y la Policía dan a Cuba una ventaja considerable frente a las organizaciones de narcotráfico que intentan acceder a la mayor isla del Caribe”, puntualiza el informe.
El Departamento de Estado explica además que Cuba establece una mayor comunicación y cooperación con EE.UU. y sus socios internacionales, particularmente en las tácticas de intercambio de información en tiempo real, con el objetivo de llevar a cabo mayores interceptaciones de mercancías ilegales.
El Departamento de Estado explica en el informe que las organizaciones de narcotráfico tratan de eludir la vigilancia marítima que los Gobiernos estadounidense y cubano llevan a cabo bordeando las aguas territoriales de Cuba.
Los objetivos de Cuba en la lucha antidroga son la reducción de la oferta de estupefacientes en la isla y tratar de impedir que los traficantes establezcan la isla como un punto de apoyo dada su situación geoestratégica.
“La Guardia Fronteriza de Cuba (TGF) mantiene una presencia activa a lo largo del perímetro costero de Cuba, sobre todo para disuadir la emigración ilegal, pero también para llevar a cabo operaciones antidrogas y patrullas costeras”, añade el informe.
La producción de drogas en Cuba es aún insignificante como resultado de la activa vigilancia, las fuertes penas por delitos de drogas, los bajos ingresos de los consumidores y las limitadas oportunidades para la producción de drogas ilegales.
“El Gobierno cubano cuenta con un extenso aparato de seguridad interna y con duras penas por el consumo, lo que ha evitado que Cuba se convierta en un importante país consumidor de drogas”, dice el informe.
Aunque el Gobierno de Cuba no ha dado a conocer, según el texto, nuevas iniciativas políticas contra el narcotráfico en 2011, continúa demostrando un compromiso con el cumplimiento de sus responsabilidades como signatario de la Convención contra las drogas de Naciones Unidas de 1988.
“No hubo cambios significativos en la estrategia general de Cuba contra el narcotráfico o las operaciones en 2011.
“La habilidad técnica de la Guardia Fronteriza de Cuba, las Fuerzas Armadas y la Policía dan a Cuba una ventaja considerable frente a las organizaciones de narcotráfico que intentan acceder a la mayor isla del Caribe”, puntualiza el informe.
El Departamento de Estado explica además que Cuba establece una mayor comunicación y cooperación con EE.UU. y sus socios internacionales, particularmente en las tácticas de intercambio de información en tiempo real, con el objetivo de llevar a cabo mayores interceptaciones de mercancías ilegales.
El Departamento de Estado explica en el informe que las organizaciones de narcotráfico tratan de eludir la vigilancia marítima que los Gobiernos estadounidense y cubano llevan a cabo bordeando las aguas territoriales de Cuba.
Los objetivos de Cuba en la lucha antidroga son la reducción de la oferta de estupefacientes en la isla y tratar de impedir que los traficantes establezcan la isla como un punto de apoyo dada su situación geoestratégica.
“La Guardia Fronteriza de Cuba (TGF) mantiene una presencia activa a lo largo del perímetro costero de Cuba, sobre todo para disuadir la emigración ilegal, pero también para llevar a cabo operaciones antidrogas y patrullas costeras”, añade el informe.
La producción de drogas en Cuba es aún insignificante como resultado de la activa vigilancia, las fuertes penas por delitos de drogas, los bajos ingresos de los consumidores y las limitadas oportunidades para la producción de drogas ilegales.
“El Gobierno cubano cuenta con un extenso aparato de seguridad interna y con duras penas por el consumo, lo que ha evitado que Cuba se convierta en un importante país consumidor de drogas”, dice el informe.
Aunque el Gobierno de Cuba no ha dado a conocer, según el texto, nuevas iniciativas políticas contra el narcotráfico en 2011, continúa demostrando un compromiso con el cumplimiento de sus responsabilidades como signatario de la Convención contra las drogas de Naciones Unidas de 1988.
“No hubo cambios significativos en la estrategia general de Cuba contra el narcotráfico o las operaciones en 2011.
La producción doméstica y el consumo de drogas ilegales sigue siendo muy limitado, y Cuba ha concentrado sus esfuerzos de reducción de suministro de lucha contra las drogas mediante la prevención del tráfico ilegal a través de las aguas territoriales cubanas”, insiste el texto.
Cuba creó en 2003 la Operación Escudo Popular cuyo objetivo es evitar el desarrollo interno del consumo de estupefacientes y distribución de drogas, el cual anotó en 2011 más de 9.830 plantas de marihuana y 1,5 kilogramos de cocaína, mientras que en 2010 reportó 9.000 y 26 kilogramos de cocaína.
Además, en 2011 el Gobierno cubano presentó a Estados Unidos un proyecto de acuerdo bilateral para la cooperación antinarcóticos que todavía está bajo revisión, pero que podría avanzar en los esfuerzos antidrogas de ambos países.
Cuba creó en 2003 la Operación Escudo Popular cuyo objetivo es evitar el desarrollo interno del consumo de estupefacientes y distribución de drogas, el cual anotó en 2011 más de 9.830 plantas de marihuana y 1,5 kilogramos de cocaína, mientras que en 2010 reportó 9.000 y 26 kilogramos de cocaína.
Además, en 2011 el Gobierno cubano presentó a Estados Unidos un proyecto de acuerdo bilateral para la cooperación antinarcóticos que todavía está bajo revisión, pero que podría avanzar en los esfuerzos antidrogas de ambos países.