Las discrepancias entre Grecia y los inspectores financieros
internacionales ponen en duda el destino del segundo paquete de rescate
para el país heleno.
La petición del Banco Central Europeo, el Fondo
Monetario Internacional y la UE a Grecia de un serio recorte de pagos al
sector público como condición para una nueva donación de más de 130.000
millones de euro, provocó resistencia en la población.
Los sindicados laborales del país han presentado una carta en la que
rechazan el plan de recortes anunciado por las autoridades, que incluye
de reducción del salario mínimo.
Según calculan los analistas, desde que
la UE empezó a ejercer presión sobre Grecia el sector privado ha
sufrido una pérdida de más del 10% de los ingresos solo a causa del
aumento de los impuestos.
Debido a la crisis de deuda que golpea tanto a Grecia como a otros
países del Viejo Continente, los bancos estadounidenses prestan dinero
con más cuidado a las empresas europeas.
No obstante, se aprovechan de
la reducción de la competencia en el mercado financiero.
Un tercio de los grandes bancos de Estados Unidos aumentó sus activos en los últimos seis meses a costa de la pérdida de competitividad de los bancos europeos afectados por la crisis de deuda de la eurozona.
Así lo reveló una encuesta de la Reserva Federal.
La mayoría de los
bancos consultados (58%) también indicó que se volvieron más estrictos
-en comparación con octubre, mes de la última encuesta- a la hora de
prestar a entidades europeas o sus filiales.
Según comentó a RT Joaquín Arriola, profesor titular de Economía
Política de la Universidad del País Vasco (España), "el euro, a pesar de
que intentó ser un instrumento para dar una mayor autonomía notoria y
financiera a la Unión Europea, sigue subordinado al dólar y a la
Administración norteamericana sobre el sistema monetario internacional".
Según Arriola, los bancos europeos, a pesar de ser los grandes
acreedores, no tienen otro remedio que acudir a los organismos dominados
por EE. UU. para intentar gestionar la crisis financiera europea.
Sin embargo, el analista insiste en que la crisis tan profunda que
afecta ahora a las economías europeas se basa precisamente en la
política financiera de EE. UU. "Hay que tener en cuenta la globalización
financiera, esa enorme burbuja de crédito internacional.
Es un invento
norteamericano que se puso en marcha para poder financiar el enorme
desequilibrio comercial que tienen los EE. UU. con el resto del mundo.
Pero quienes han gestionado esta burbuja paradójicamente han sido los
bancos europeos", acentúa Arriola.
"A principios de 2008 esta burbuja representaba aproximadamente 30.000
millones de dólares, de los cuales 25.000 millones eran de bancos
europeos y otros 5.000 millones de bancos de EE. UU., de Japón y de
otros países desarrollados no europeos.
Es por eso que la crisis se
expresa como crisis financiera en Europa más que en EE. UU.", detalla el
analista.
: http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_35764.html
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