Los derechos humanos en un país titere de los EEUU
En Arabia Saudí, Shaima Jastani ha sido condenada a la pena de flagelación por desafiar la prohibición que pesa sobre las mujeres de conducir vehículos.
El diario Emirates247,
ha informado que la súbdita saudí Shaima Jastani, detenida el pasado
verano por conducir un automóvil, ha sido condenada por un tribunal de
Jeddah a recibir 10 latigazos.
La inconformista mahometana ha declarado
al diario saudí Alhayat que en la copia de la sentencia que ha recibido
se le da el plazo de un mes para recurrir.
Según fuentes saudíes,
generalmente bien informadas, transcurrido el plazo procesal lo más
probable es que Jastani sea obligada a exponer su espalda a los rigores
del verdugo, con lo que el régimen quiere evitar que su acto rebelde
pueda ser un estímulo y mal ejemplo para otras féminas del reino.
Los prohibicionistas argumentan que una
mujer al volante constituiría un peligro moral, puesto que de poder
desplazarse libremente y sin control podría dar rienda suelta a sus
bajas pasiones y mantener relaciones ilícitas.
Según el islam, la mujer es un ser
lascivo en potencia y para que no pase al acto debe ser vigilada por su
mahram (guardián) , tiene que ocultar su pelo y rostro bajo una mortaja
negra para evitar excitar al sensible varón muslim y, además, en Arabia
se le prohíbe conducir con el objeto de obstaculizar sus pulsiones
puteriles.
Sorprendentemente, esta visión infame de la mujer está siendo
aventada en el liberal Occidente por el repugnante régimen saudí ante
el silencio sepulcral de izquierdistas, perroflautas y feministas del
más diverso pelaje.
Pero en el reino saudí, además de azotar a
las mujeres que conducen, amputar manos de ladrones y ejecutar a
homosexuales, también se decapita a los conversos al cristianismo y se
imponen severas penas a todos aquellos que, privadamente, celebran una
eucaristía clandestina en su domicilio.
http://www.minutodigital.com/2011/11/18/una-mujer-saudi-ha-sido-condena-a-recibir-10-latigazos-por-conducir-un-automovil/