Aplicando su derecho al voto como 80 por ciento del pueblo de Nicaragua, en unas elecciones reconocidas por la OEA, y hasta los gobernantes de la derecha en Chile y Panamá. |
Cuando se desarrollaron las elecciones en Nicaragua hubo ciertos
vaivenes que bien podrían haberse omitido, como por ejemplo, dudar de la
decisión del pueblo hecho que con el correr de los días no dejó dudas.
Los nicaragüenses querían que siga al frente del poder el compañero
Daniel Ortega.
Hasta la OEA en un primer
momento “dudando” de esta realidad, no tuvo otra que aceptarla y eso es
lo que correspondía. No es de altura política echar a rodar
satanizaciones cuando los pueblos deciden, igual que decidieron en otros
países.
En
un primer momento algunos representantes argentinos pretendieron jugar
un papel muy cuestionable, sin dudas presionados por intereses
contrarios a la realidad que gritó el pueblo.
Uno
de esos funcionales, fue el ex canciller argentino, Dante Caputo, quien
al promediar la jornada del domingo electoral y siendo jefe de la
misión de observación, salió a denunciar que había habido fraude en una
contienda que luego demostró todo lo contrario.
El ex canciller argentino, Dante Caputo, rodeado de periodistas preguntando al servicio de quién estaba en Nicaragua.
Otro
de esos funcionarios que actuaban como observadores, armó un
escandalote lamentable ya que la suya era una misión que debe cumplirse
sin ningún tipo de subjetividad sino todo lo contrario, porque hay
límites que no pueden o mejor dicho, no deben saltarse cuando se cumple
ese tipo de función.
Ese funcionario fue el miembro de la Cámpora, Tomás
Ottavis, quien fue expulsado del lugar donde se encontraba
“observando”.
Este no es un comentario de una
periodista mal intencionada que cuando está aburrida trata de ensuciar
el buen nombre y honor de quien evidentemente no lo tiene.
Este
fue el comentario que salió impreso en toda la prensa nicaragüense,
vale recordar, de paso, que un periodista que no responda a ningún tipo
de manipulación jamás se atrevería a denunciar algo que no fuera
primeramente chequeado.
Ahora resulta que
algunos representantes de la Cámpora están enojados porque piensan que
la periodista echó a rodar una noticia sin asidero, cuando lo que
deberían hacer es lo mismo que esta periodista hizo, chequear, leer,
investigar, verán entonces donde llega la verdad cuando se la busca con
objetividad.
De hacerlo y están invitados a
ello, sabrán que fue así, por lo tanto su enojo deberían dirigirlo hacia
quien actuó de una manera tan irracional, como ese joven Ottavis, que
no dudó en pegarle a una funcionaria nicaragüense exigiendo que se
entreguen las cédulas que el argentino pretendía que se entreguen,
cuando quien estaba eligiendo era el pueblo nicaragüense no el
argentino.
Ottavis, observador de la OEA, es un
argentino que muy mal hizo quedar a su país valiéndose de una actitud
patoteril que tal vez pueda realizar en su casa, pero que nada lo obliga
a repetir en patrias hermanas.
Cuando
uno está en otro país de alguna manera está representando al suyo, por
ello resulta muy desagradable que haya tenido que irse del hotel donde
se alojaba, por la puerta trasera, que es por la que salen los
indeseables.
Dicho esto creo que habría que
dirigir muy bien los enojos hacia el lugar donde se encuentran los
productores de ese malestar, digo, si queremos ser racionales.
Por
lo tanto sostengo con la seguridad que me acompaña, que hubo dos
argentinos, un ex canciller y otro militante popular que actuaron
seguramente bajo órdenes, pero que luego fueron dejados solos ante una
verdad innegable.
Y los abandonó quien los dirigiera primeramente.
La
OEA reconoció el triunfo del Comandante Ortega, hoy es nuevamente
gobierno y quedó bien demostrado que quienes pretendieron ver fantasmas
en ese acto límpido, no vieron más que visiones.
No
hay que matar al mensajero, muchachos, hay que castigar a quien no
cumplió la tarea que le fue encomendada con la altura que correspondía y
que gracias a esa intempestividad, han logrado que en su patria algunos
se sientan avergonzados de ellos.
Aunque esos hechos no hayan salido
publicados en la prensa argentina.
A continuación, el artículo sobre el hecho publicado por el diario antisandinista, El Nuevo Diario:
6 de noviembre de 2011
POR DENUNCIA DE AGRESIÓN DE FUNCIONARIA DEL CED
SAN CARLOS/RIO SAN JUAN
Acompañante de OEA obligado a retirarse de Río San Juan
Tatiana Rothschuh | Nacionales
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/232314
El
acompañante de la Organización de Estados Americanos, OEA, Tomas
Ottavis, fue obligado a abandonar su misión de observador en el
departamento de Río San Juan, a solicitud del primer miembro del Consejo
Electoral Departamental, Melvin Vargas, por la agresión de que fuera
víctima la secretaria del Consejo Electoral Municipal de San Carlos,
Eveling Pérez Enríquez.
Pese a que en un breve
comunicado la Misión de Acompañamiento Electoral de la OEA en Nicaragua
informó que las acusaciones carecen de fundamento y las rechaza
enérgicamente, Ottavis salió con sus maletas al atardecer del viernes
por la puerta trasera del hotel donde se hospedaba, precisamente cuando
se sumó a esa misión en el departamento Claudio López.
El
funcionario del CED dijo que el acompañante “se extralimitó en sus
funciones y hubo agresión verbal y física. Ocurrió violencia e irrespetó
en las oficinas del CEM, pues su funciones debían estar limitadas a
observar”.
El hecho se produjo a eso de las 9
de la mañana del pasado viernes, en el momento en que un grupo de
ciudadanos, en su mayoría del campo, demandaban su cédula.
La
secretaria dijo que el funcionario de la OEA pretendía obligar a
entregar las cédulas de una lista que mostraba y enseñó las huellas en
el pecho provocadas al darle un manotazo mientras la tomó del cordón de
la credencial.
Según ella, la “hamaqueó” de la blusa, rasgándosela y le gritó: “aquí vamos a hacer lo que nosotros queramos”.
La funcionaria consideró el hecho como una agresión y a su juicio, esa actuación no se corresponde con la misión de observar.
“Irrumpió en la oficina ofuscado y agresivo y exigía a los técnicos que le mostraran las cédulas y se las entregaran”, apuntó.
“Es un mal entendido”
Al
respecto, Tomas Ottavis dijo que no podía dar declaraciones a los
medios y que solo estaba autorizado el jefe de la misión, pero
escuetamente expresó que “es un mal entendido, siempre acusan cuando
están haciendo lo que no corresponde”.
El funcionario de la OEA fue entrevistado en la jefatura policial y luego salió en la camioneta.
El comisionado Magdiel Pérez, jefe de la delegación policial de Río San Juan, explicó que tras recibir la denuncia, procederían a realizar las investigaciones como la ley establece, bajo la coordinación con el Ministerio Público.