Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

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Mexico, La muerte de Blake Mora: ¿Accidente? ¿Asesinato? La descomposición del régimen se agudiza

La mañana del viernes 11 de Noviembre se estrelló el helicóptero en el que viajaba el secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora y siete personas más. Ninguno de ellos sobrevivió.

De esta forma, en el gobierno de Felipe Calderón se configura una estadística de “accidentes” sangrientos: dos secretarios de gobernación muertos en accidentes aéreos.

Inmediatamente todos los medios burgueses de comunicación y la presidencia misma han orientado sus declaraciones para evitar especulaciones sobre un posible atentado, dicen que “hay que esperar los resultados de las investigaciones”. 

Sin embargo mucha gente en las calles especula sobre la posibilidad de que no se haya tratado de un accidente y que, por el contrario, el gobierno trata de ocultar la realidad para evitar un descredito mayor de Calderón. 

Pero “haiga sido como haiga sido” lo que propició la muerte del secretario de gobernación, lo cierto es que el presidente espurio Felipe Calderón en primer lugar y luego todo el panismo en general, sufren con este acontecimiento un golpe severo cuyas consecuencias podrían hacerse ver en acontecimientos muy importantes para el futuro inmediato.   

PAN Vs PAN 

En un periodo de ascenso capitalista, cuando los negocios van bien, cuando día a día las inversiones son más productivas, los empresarios tienen una batalla sobre todo contra los trabajadores a quienes explotan para extraer el máximo beneficio, y al mismo tiempo las batallas y debates sobre la distribución de la riqueza entre los grupos de burgueses tienen la base material adecuada para resolverse por medios “civilizados” y legales.

Pero en un contexto de quiebras bancarias históricas, de caídas de las bolsas internacionales, de crisis económica y movilizaciones obreras a escala internacional, las relaciones sociales y las tareas se modifican. 

Ahora se debe explotar al máximo a los trabajadores, pero además cada burgués lucha por apropiarse de la parte del capital que el otro burgués tiene en sus manos; en estas condiciones los capitalistas muestran su verdadera cara y olvidan toda legalidad y buenas formas para imponer sus intereses.

Esto es lo que explica que en los últimos años la derecha panista se haya visto marcada por una batalla interna que cada vez más aleja a uno y otro grupo.

Los dos grandes grupos se pueden distinguir entre el grupo de panistas “oficialistas” que están en torno al círculo central del Gobierno Federal encabezado por el mismo Felipe Calderón y los viejos panistas que han sido desplazados de las mieles del poder, en este segundo grupo podemos ver a personajes centrales del panismo como Santiago Creel, Javier Corral, Manuel Espino (expresidente interno del PAN, ahora expulsado de dicho partido), Manuel J Clouthier (hijo de uno de los dirigentes históricos del PAN) Vicente Fox (ex presidente del país) y Fausi Handam.

La magnitud de la batalla entre panistas puede medirse por los comentarios de  Javier del Corral “… el Presidente de la República ya le causa mucho más problemas al partido que los bonos que nos pueda dar (…) más que un “activo” se ha vuelto un problema”  (Milenio Online 2010-08-28). 

La expulsión de Manuel Espino, expresidente interno del PAN, también dice mucho al respecto, así como la renuncia a su militancia panista del Exsecretario de Gobernación de Calderón, Gómez Mont.

Manuel Clouthier Carrillo, hijo de quien en vida fuera uno de los dirigentes históricos más respetados del panismo, ha acusado a Calderón de corrupción relacionada con el turismo y de vínculos con el narcotráfico: “La "guerra" que Calderón declaró al narcotráfico, al inicio de su gestión, no existe en la entidad. 

Al contrario, asegura, el régimen calderonista protege al cártel de Sinaloa, que encabeza El Chapo Guzmán, fugitivo desde los primeros meses del sexenio de Vicente Fox” (Revista Proceso Febrero de 2010).

Dentro del PAN la ruptura entre las dos alas es total, no hay vuelta atrás ni posibilidad de negociación, los dos grupos están luchando por imponerse dentro del partido.

La batalla tiende a ser mucho más cruenta en medida de que no existen condiciones para crear otro partido de derecha con posibilidades de triunfo en las elecciones. Están obligados a someterse el uno a otro.

En este contexto el círculo que se encuentra en torno a Calderón, y del cual formaba parte Blake, ha sido fundamental para la batalla interpanista. La primer y más inmediata consecuencia de la muerte del secretario es que dicho grupo se debilita. 

Esto debe analizarse tomando en cuenta que por segunda ocasión muere (o es asesinado) el hombre clave del presidente, pues recordemos que en agosto del 2008 y también en accidente aéreo, muere Juan Camilo Mouriño, que en su momento fue el hombre que impulsó los ataques privatizadores contra PEMEX y que mantenía la política de guerra contra el narco.

El grupo de Santiago Creel (por denominarlo de alguna forma) tratará de usar la debilidad coyuntural del grupo Calderonista, a sabiendas de ello, este último actuará en consecuencia con acciones más contundentes. 

La muerte de Blake anuncia un recrudecimiento de las hostilidades interpanistas, las cuales acabarán debilitando a los dos grupos, es decir al panismo en general. 

La gravedad, para la derecha, es mayor pues esto se da en el marco del último año de calderonismo cuando lo necesario seria unidad del partido para aprobar y consolidar todas las contrarreformas postergadas.

En el último tramo de su administración, Calderón sufrirá del fuego amigo y enemigo.

Las elecciones en Michoacán 

En los últimos años el gran perdedor en todas las elecciones, municipales, estatales, legislativas, etcétera, ha sido el PAN. No podía ser de otra forma. 

La lógica de las derrotas debe romperse pues de otra forma el grupo oficialista de Calderón pierde fuerza para, entre otras cosas, imponer al próximo candidato del PAN a la presidencia en el 2012. 

De manera reciente el reto más contundente para Calderón fueron las elecciones en Michoacán. Además de realizarse en su estado natal, por si fuera poco la candidata fue ni más ni menos que María Luisa Calderón, hermana del presidente. Sin embargo las elecciones de Michoacán estuvieron acosadas por todos los frentes.

La guerra contra el narco que Calderón desató, ha tenido en este estado uno de los frentes más sangrientos y espectaculares. En septiembre del 2008 se presentó un atentado con granada en la plaza pública de Morelia donde el Gobernador Godoy realizaba el grito de independencia, con ello la escalada de violencia entró en un nuevo nivel.

En Diciembre del 2010 uno de los tantos enfrentamientos entre ejército y la “Familia michoacana” duró dos días completos. 

Un dato esclarecedor del impacto en la estabilidad de estado burgués debido a la guerra contra el narco es el de que 51 candidatos a cargos populares renunciaron a participar en distintos comicios por el peligro que significaba.

Esta situación de violencia se ha mantenido durante el presente año y el resultado más claro es que Calderón no puede lograr uno de sus objetivos autoimpuestos más importantes: frenar al narco.

En su momento Blake Mora lanzó un operativo policiaco-militar para asegurar el desarrollo pacífico de las elecciones, pero la respuesta del narco fue inmediata y contundente al asesinar al alcalde de la Piedad, Ricardo Guzmán, quien era amigo y cercano colaborador de María Luisa Calderón.

Por si fuera poco, el frente interno del panismo michoacano también amenaza con desestabilizarse.

Dado que María Luis Calderón (Cococa) no logró ganar las elecciones, los panistas del grupo de Creel se lanzaran con gran fuerza, pues además Felipe Calderón impuso a sangre y fuego a su hermana como candidata, cosa que llevó a enfrentamientos internos muy severos. 

Blake era el encargado de llevar a buen puerto estos temas.  

El giro a Sinaloa 

Rumbo al último año de gobierno calderonista se necesitan dar resultados positivos al respecto de la Guerra contra el narco, de otra forma Calderón saldrá con un descrédito mayor al que ya de por sí tiene, cosa que se endosará automáticamente al próximo candidato presidencial panista.

Actualmente ningún posible candidato panista tiene oportunidades reales de ganar en el 2012, de hecho es muy posible que el PAN salga de Los Pinos, sin posibilidades de ganar posiciones importantes en el senado o entre los diputados y con la mayoría de gubernaturas en manos del PRI.

Los sangrientos resultados de la “guerra contra el narco”, que arrojan más de 50 mil muertos, serán una losa que aplastará electoral y políticamente al PAN. 

Los carteles del narco, que pueden ser los responsables de un posible atentado contra Blake en caso de que ese haya sido el móvil del desplome del helicóptero en que viaja el secretario de gobernación, van a aprovechar esta oportunidad. Saben que ahora el presidente está más débil aún en su grupo de colaboradores y que dicha debilidad puede durar hasta el fin de su gobierno; que sustituir a Blake no será fácil y que finalmente al próximo secretario de gobernación no le será fácil retomar las riendas de sus sucias responsabilidades.  

Sumado a lo anterior, el tema del narco amenaza con ser todavía más convulsiva para el gobierno de Calderón pues el gobierno estadounidense, dada la desesperación de Obama para recuperar el apoyo y las simpatías de los norteamericanos, ha lanzado una abierta cacería contra el Chapo Guzmán En una entrevista, citada en un periódico nacional,  Jack Riley, director de la oficina de la Agencia Federal Antidrogas (DEA) declaró “Ahora que Osama está muerto, el Chapo Guzmán es, en mi opinión, el criminal más peligroso del mundo. Está en la lista de los 100 hombres más poderosos del mundo según Forbes. Su habilidad para producir ganancia de la mariguana es algo que jamás hemos visto.

Tampoco nunca habíamos visto una organización criminal tan enfocada en el sentido comercial, tan viciosa y violenta” (El Economista 2 de Noviembre de 2012). Por su parte Calderón, quien también está desesperado por lograr popularidad para él y su partido, se ha visto forzado a aceptar la ordenes de Obama asumiendo un papel más enérgico contra el Cartel de Sinaloa, significando ello una virtual ruptura, cuando menos coyuntural, entre el gobierno del PAN y el capo del narco más poderoso del planeta y con una fortuna que supera los mil millones de dólares, es decir, con el Chapo Guzmán.

Todos los carteles del narco son peligrosos para Calderón pero ninguno como el de Sinaloa, sobre todo porque el Chapo ha sido un aliado político y económico para el presidente. 

Aquí existe el elemento de “alta traición” entre mafiosos y eso suele pagarse muy caro.

La muerte de Blake y el vacio coyuntural en la Secretaría de Gobernación se combina con una situación altamente inestable en el frente del narcotráfico. 

Esto significa un problema muy grave para los intereses de la derecha, pues al mismo tiempo que debe mantener la política de ataques hacia las condiciones de vida de los trabajadores y mantener al movimiento obrero a “raya”, también debe hacer una defensa militar y política con los carteles del narco.  


Un atentado de gran altura

La posibilidad de un atentado directo contra Blake es muy alta, dentro del narcotráfico y dentro del PAN, Calderón tiene enemigos que bien podría actuar de manera violenta. Esta hipótesis se fortalece con una serie de hechos en torno al accidente aéreo.

En entrevista con Carmen Aristegui, los periodistas Jorge Zepeda y Jean FrançoisBoyer plantearon una lista de preguntas muy interesantes: “¿Por qué se desvió el helicóptero de la ruta normal?, ¿Por qué, si el helicóptero podía hacerlo, no voló por encima de las nubosidades que supuestamente provocaron el accidente?, ¿Por qué se pulverizó el aparato, si incluso en casos de derribes por impacto de artillería militar esto no ocurre?, ¿Por qué el piloto (con más de 20 años de experiencia) no realizó las maniobras básicas (estudiadas hasta por los pilotos novatos) para reducir la velocidad de impacto y evitar la pulverización del aparato? ¿Por qué la búsqueda se inició hasta que la aeronave no llegó a su cita y no cuando desapareció del radar?, ¿Por qué el piloto no comunicó al control aéreo de fallas en el helicóptero?, ¿Por qué no hay “caja negra”, si es obligatoria para toda aeronave y fundamental en la investigación de todo accidente aéreo?, ¿Cuál es la probabilidad estadística de que la misma secretaria se quede vacía por razones tan similares?”

Todas las preguntas hechas por los entrevistados nos parecen muy razonables y junto con nuestro análisis configuran claramente un atentado contra Blake.

Pero tomando en cuenta que la aeronave estaba resguardada por Guardias Presidenciales, que recientemente había recibido mantenimiento, que los pilotos sumaban 30 años de experiencia y que las reglas de navegación aérea son muy estrictas, lo que debemos aceptar es un atentado muy bien planificado en el que están involucradas muchas personas de alto rango.

La muerte, de haber sido un atentado, de Blake Mora estaría significando una ruptura muy grave entre distintas  alas de la burguesía, pues de otra forma no hay posibilidades de tejer complicidades tan grandes.

Esta ruptura entre alas de la burguesía no es cosa nueva, de hecho es una característica clara de todo el periodo a nivel internacional que en el caso de nuestro país se refleja con las batallas dentro y entre los mismos partidos de derecha, PRI y PAN. 

Sin embargo el hecho de que la ruptura lleve a atentados mortales entre las altas esferas del Gobierno Federal y en momentos de una crisis económica internacional histórica, sólo significa que la descomposición, debilidad del capitalismo y de sus grupos dirigentes ha entrado en una nueva fase dentro de nuestro país.  

No, no olvidamos  

Los oficios fúnebres del Gobierno Federal hacia Blake Mora en particular, una vez más, elevan mentiras sobre los supuestos altos valores de este hombre en vida. Respecto a ello algunos dirigentes de izquierda prefieren no opinar para no ser inoportunos en un momento de duelo y otros de plano, cometen el grave error de llamarle a Blake “el compañero”. 

Con esta actitud se deja entrever sutilmente una idea de reconciliación de clases sustentada por planteamientos absurdos como los de que “en momentos difíciles nos damos cuenta que al final todos somos seres humanos, dejemos nuestros estériles problemas a un lado”  

Los obreros, campesinos pobres y la juventud no luchamos por asesinar a los personajes de derecha, ni nos regocija su muerte. 

Se trata de un problema de clase y desde ese punto de vista, al margen de todo sentimentalismo, debemos abordar problemas como el tratado por el presente artículo, es por ello que tampoco olvidamos que personajes como el ex secretario de gobernación mantienen un régimen que sume a nuestras familias en la pobreza; que en particular Blake promovió y fortaleció la política de represión hacia el movimiento obrero y campesino; que Blake es uno de los grandes responsables de que la guerra contra el narco arroje una cifra espeluznante de muertes inocentes, torturados y de desaparecidos.

De esta forma, no compartimos la frase de Calderón “Nuestro país pierde a un gran ser humano”. 

Ni reímos, ni lloramos ni escondemos nuestro repudio hacia personajes tan oscuros como Blake Mora.

El movimiento obrero analiza la muerte de personajes como este desde el punto de vista de las consecuencias, de las posibles causas que expliquen las debilidades o fortalezas del régimen.

En todo caso Blake Mora entregó su vida a sistema económico y político que se reproduce de la sangre, el sudor y las lagrimas de millones de trabajadores y campesinos pobres.

http://www.militante.org/la-muerte-de-blake-mora-la-descomposicion-del-regimen-se-agudiza

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