El papa Benedicto XVI ha cesado al obispo de la diócesis irlandesa de
Derry, Seamus Hegarty, acusado de estar implicado en un ‘pacto secreto’
para solucionar fuera de los tribunales un caso de abusos a una niña de
ocho años a manos de un sacerdote cuya identidad no ha sido facilitada.
Benedicto exigió la dimisión a Hegarty en base al artículo 401/2 del
Código de Derecho Canónico, que reza lo siguiente: “Se ruega
encarecidamente al obispo diocesano que presente la renuncia de su
oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su
capacidad para desempeñarlo”.
En marzo de 2010 fue el diario irlandés The Belfast Telegraph el
que desveló el caso. La víctima explicó al periódico que sufrió abusos
durante un periodo de diez años, pero indicó que no lo había denunciado
hasta ahora porque había firmado una cláusula de confidencialidad.
Al
parecer, la joven recibió unas 12.000 libras esterlinas (unos 13.400
euros) y una carta de disculpa del supuesto agresor, un cura de la
diócesis de Derry.
Seamus Hegarty es el quinto obispo irlandés cesado tras los numerosos
casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos en Irlanda,
que salieron a la luz en 2009, cuando se conocieron dos informes
oficiales que desvelaron que durante décadas centenares de niños
irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes.
El Informe Ryan sacó a la luz que en los últimos 70 años,
miles de menores sufrieron abusos sexuales y torturas físicas y
psíquicas en instituciones estatales regentadas por religiosos. El Informe Murphy desveló que 400 niños fueron víctimas de abusos por 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004.
Tras conocer estos casos, Benedicto XVI manifestó que estaba “asolado
y angustiado” y que compartía con los fieles la “indignación, la
traición y la vergüenza” por esos delitos sexuales.
Numerosas personas y
grupos de víctimas, mostraron, sin embargo, su decepción al considerar
que el Pontífice se olvidó de la responsabilidad del Vaticano y de la
jerarquía católica local al dirigir principalmente sus críticas
solamente hacia los sacerdotes.
Recientemente, el Gobierno de Irlanda acusó al Vaticano de haber
obstaculizado e intentado frustrar las investigaciones de una comisión
oficial sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en la
diócesis irlandesa de Cloyne entre 1996 y 2009.
El 13 de julio el Gobierno irlandés publicó un nuevo informe sobre
abusos sexuales cometidos contra menores en la diócesis de Cloyne por 19
clérigos, así como la respuesta de las autoridades eclesiásticas de esa
diócesis a las denuncias de agresiones.
El Vaticano señaló en un comunicado
que “en ningún momento intentó interferir con la Justicia irlandesa o
impedir a las autoridades civiles que ejercieran su labor” y rechazó,
asimismo, la acusación de que entorpeciera los esfuerzos de la Iglesia
de este país a la hora de afrontar los abusos sexuales sobre menores
cometidos por sacerdotes.
Público