Ecuador propondrá la creación de una comisión de derechos
humanos en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)
como alternativa a la CIDH, a la que ha criticado por el supuesto
influjo de Estados Unidos, según su vicecanciller, Kintto Lucas, reporta
EFE.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ve a la Celac, de la que
están excluidos Estados Unidos y Canadá, como una sustituta de la
Organización de Estados Americanos (OEA), en la que está incorporada la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como un organismo
autónomo.
“La Celac de alguna forma está asumiendo algunas acciones que la OEA
no ha podido hacer (…) justamente porque durante mucho tiempo se manejó
bajo la tutela de Estados Unidos”, dijo Lucas en una entrevista con Efe.
“Es difícil sacarse ese lastre”, añadió. En las últimas semanas
Correa ha acusado a la CIDH, que analiza la situación de libertad de
expresión en Ecuador, de tratar de imponer los valores de Estados Unidos
al resto del continente.
En lugar de promover una reestructuración de ese organismo, Ecuador
quiere una entidad alejada de Washington con fines similares pero con
una perspectiva diferente.
Su Gobierno pondrá sobre la mesa en la cumbre presidencial de la
Celac, el 2 y 3 de diciembre en Venezuela, la creación “de una nueva
comisión que aporte al tema de los derechos humanos desde una visión
propia de América Latina”, afirmó Lucas.
El vicecanciller es uno de los defensores más ardientes en Ecuador de
la integración de Suramérica, aunque también fue él quien anunció que
su país saldría de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) si no paraban
los ataques de transportistas colombianos contra camiones ecuatorianos.
Los ánimos se calmaron en una reunión presidencial de urgencia entre
Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, los países miembros del grupo,
celebrada en Bogotá hace diez días, pero desde entonces han ocurrido
nuevas agresiones, según Quito.
Los colombianos acusan a sus colegas del sur de competencia desleal
porque el combustible está subsidiado en Ecuador, lo que baja sus
costos.
El jueves, el canciller, Ricardo Patiño, dijo que la situación “está llegando a un nivel insostenible”.
En ese sentido, el vicecanciller afirmó que Ecuador evaluará en marzo
si los otros países miembros de la CAN han respondido a sus peticiones,
que incluyen la eliminación de barreras sanitarias que, a su juicio,
dificultan sus exportaciones y la consecución de un comercio más
equitativo.
Lucas admitió que existe “voluntad política” para resolver los
problemas, pero advirtió de la posible salida de Ecuador de la CAN “si
solo son palabras y no se encuentran las soluciones”.
Frente a su visión crítica respecto a la CAN, Ecuador mantiene su
interés en convertirse en miembro pleno del Mercado Común del Sur
(Mercosur), del que ahora es Estado asociado.
Lucas dijo que este asunto se abordará en una reunión del grupo en
diciembre, posiblemente en Montevideo, pero que la entrada de Ecuador
dependerá de “cómo se tienen en cuenta los pedidos” que ha realizado y
que no especificó.
Aparte del diferendo sobre los transportistas, el clima entre Ecuador
y Colombia se ha empañado después de que el expresidente colombiano
Álvaro Uribe señalara que Correa “deformó″ los hechos de un ataque que
realizó su país en 2008 a una base de las FARC en territorio
ecuatoriano.
En esa acción murieron 26 personas, incluido el entonces “número dos” de las FARC, alias “Raúl Reyes”.
Lucas dijo que Ecuador respeta al pueblo y al Gobierno colombiano,
pero recalcó que Uribe dio a entender que Reyes se movía en Ecuador
“prácticamente con el beneplácito” del Ejecutivo, lo que tildó de
“totalmente absurdo y totalmente calumnioso”.