Presidente Daniel Ortega |
El Presidente Daniel Ortega prometió la noche del martes que
continuará con el modelo de sociedad que ha impulsado durante los
últimos cinco años, porque ha sido exitoso, y que no se propone
modificarlo ahora que su partido, el Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN), ha logrado la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Ortega ofreció esta noche su primer discurso tras lograr una
abrumadora victoria en las elecciones generales del domingo pasado, que
fue transmitido en cadena de radio y televisión desde la Casa de los
Pueblos.
El presidente aseguró que a pesar de la abrumadora victoria, no
provocará cambios dramáticos en el país. "¿Para qué cambiar si está
funcionando bien, si estamos combatiendo la pobreza, si estamos
trabajando bien con los trabajadores y los empresarios?", preguntó.
Ortega dijo que el FSLN no usará la Asamblea Nacional para realizar
cambios dramáticos sino para fortalecer el rumbo cristiano, socialista y
solidario por el que votó el pueblo nicaragüense.
Ortega ratificó ante Carlos Fonseca, fundador del FSLN cuyo
aniversario de su caída en combate en 1976 se recordó este martes, ante
el General Augusto C. Sandino, ante el pueblo y ante Dios "que esta
victoria no nos va a hacer llenarnos de soberbia y de prepotencia.
No
nos vamos a volver fachentos (engreídos). Al contrario, debemos
reconocer que es una victoria de la juventud, de las mujeres, de los
campesinos, de los trabajadores, de los transportistas, de los
empresarios, de todos los nicaragüenses".
"No vamos a hacer lo que nos dé la gana, vamos a hacer lo que le dé
la gana a los nicaragüenses", dijo Ortega, al referirse a la agenda de
trabajo que desarrollará la Asamblea Nacional, en la cual el FSLN
tendrán entre 56 y 59 diputados.
Insistió que no habrá cambios dramáticos en el país porque no tiene sentido cambiar lo que está funcionando bien.
Ortega prometió una gestión de la Asamblea Nacional basada en el
consenso y en el diálogo porque los ciudadanos de cualquier signo no
quieren "guerras, pleitos, violencia".
Una enorme responsabilidad
El presidente dijo sentir una enorme responsabilidad por la confianza
que el pueblo está depositando en el Frente Sandinista y en el
gobierno. puesto que el FSLN no sólo ha ganado la presidencia, sino
también la Asamblea Nacional con mayoría totalmente calificada.
"Es un poder grande el que nos está dando Dios", aseguró.
Advirtió que "no vamos a hacer barbaridades" con el poder de la
Asamblea, sino que se procurará que todos (los diputados) trabajen en la
gestión parlamentaria.
El presidente aseguró que el FSLN no va a acaparar todos los cargos
en todos los poderes del estado. "Tendríamos que estar locos" para hacer
eso, sentenció.
Dijo que el Frente Sandinista luchará para que la Asamblea Nacional
sea un instrumento al servicio del pueblo, estableciendo consensos y
llevando adelante debates con la sociedad para poder legislar.
"No vamos a hacer lo que nos dé la gana, vamos a hacer lo que le dé
la gana a los nicaragüenses", advirtió. Y lo que quieren los
nicaragüenses, agregó es estabilidad, tranquilidad, paz, y
reconciliación. Los ciudadanos de cualquier signo no quieren "guerras,
pleitos, violencia".
Ortega reconoció la forma consciente en que los trabajadores han
respondido bajo el gobierno sandinista, no haciendo demandas salariales
exageradas y logrando acuerdos y concertaciones con los empresarios, lo
que calificó como algo sin precedentes en la historia del país.
Hay que saber perder
Ortega dijo que la gran conclusión de las elecciones del domingo es
que hay que saber perder, y recordó cómo el Frente Sandinista reconoció
su derrota en las elecciones de 1990, inicialmente desconoció los
resultados en 1996 pero terminó por aceptarlos, así como reconoció su
derrota en las elecciones de 2001 para ganar finalmente las elecciones
de 2006.
Hemos aprendido a aceptar resultados de las elecciones aún cuando nos
sean adversos, dijo, en referencia a la retórica de ciertos sectores
de la oposición y de los medios de la derecha.
Ortega dijo que las del domingo fueron las primeras elecciones libres
en la historia del país, ya que en 1984 las condiciones no eran de paz
en Nicaragua, y por lo tanto no podían ser libres.
Recordó que en esa
ocasión, los resultados fueron favorables al Frente Sandinista pero
parte de la oposición no quiso participar.
"En 1990 fuimos a elecciones bajo una gran amenaza, dijo, ya que
¿quien va a votar libremente si le están diciendo que si el frente gana
vuelve la guerra, las expropiaciones y el servicio militar"?, se
preguntó, y agregó que ese mismo chantaje se repitió en las elecciones
de 1996, 2001 y también en la de 2006.
En cambio, dijo, ahora el pueblo fue a votar totalmente convencido
que con el frente en el poder ni regresó la muerte, ni el servicio
militar, ni se coartó la libertad de expresión, al contrario, este ha
sido un gobierno que ha traído vida, dijo el comandante.
Producir con alma
¿Cuál es la razón de ser de un país sino el buscar el progreso de las
familias que lo habitan? ¿Cuál es el objetivo de un gobierno sino
apuntalar los esfuerzos de todos los sectores hacia satisfacer
necesidades como la salud, la educación y la producción? reflexionó el
presidente.
Sin embargo, dijo, no se puede tratar de producir de cualquier
manera, ya que una producción sin alma es el capitalismo salvaje
mientras que una producción con alma es el socialismo cristiano,
socialista y solidario.
Ortega aseguró que llevará adelante un gobierno de todos los nicaragüenses, "del pueblo presidente".
El presidente mencionó que del 26 de octubre de 2010 al 26 de octubre
de 2011 el país se acercó a los 2 mil millones de dólares en
exportaciones, con un índice sostenido de actividad económica mensual
del 6.7%, y dijo que esa cifras son producto del trabajo de todos y
todas los y las nicaragüenses.
¿Quiénes son los que producen la riqueza sino los trabajadores?
No
hay actividad productiva sin trabajadores, sin la actividad de los
campesinos, las cooperativas, los pequeños, medianos y grandes
productores, millones de nicaragüenses que han hecho posible esas
exportaciones, recordó Ortega.
El presidente observó que durante las elecciones del domingo el país
no se paralizó, ya que el pueblo votó y regresó a sus actividades
domésticas o laborales, y reconoció la actividad de aquellos sectores
que no descansan en los días de fiesta, sino que a menudo trabajan más
duro, como los trabajadores del servicio de agua y luz, la Policía y
hasta muchas vendedoras.
Agradeció a Dios, a la Vida y al ALBA
Asimismo, reconoció el esfuerzo realizado por los partidos políticos,
para que el proceso electoral fuese tranquilo a pesar de sucesos
aislados, y dijo que el mayor problema que tuvo que enfrentar el país en
las últimas semanas fue el de las lluvias que causaron 16 muertos y
miles de damnificados.
El presidente también reconoció los esfuerzos de los acompañantes de
la OEA, la UE, el CEELA, de los foros de Quito y de Tikal, de los
observadores de las universidades universidades, y de otros observadores
nacionales y extranjeros.
Asimismo, agradeció las llamadas de felicitación de los presidentes
del ALBA, y aseguró que la victoria de Nicaragua es una victoria de la
Revolución Bolivariana, del ALBA, de Chávez y de Fidel.
Ortega dijo que dos grandes revoluciones latinoamericanas son la
bolivariana y la cubana, pero que también está la Revolución Popular
Sandinista, que no se puede quedar atrás.
También reconoció la labor del Consejo Supremo Electoral que realizó
un esfuerzo que calificó de extraordinario. Dijo que el sistema
electoral debe irse perfeccionando, y que en la medida en que existan
recursos, se podrá modernizar técnicamente.
Para finalizar, Ortega agradeció "a Dios que nos da la vida", y
recordando la canción de Violeta Parra, agradeció "a la vida, que nos ha
dado tanto", al pueblo, a la juventud, a las mujeres, y "a Nicaragua
bendita y siempre libre".