Ha sido el enfoque especializado del sociólogo chileno Ricardo Jiménez
el primero en denunciar el 10 del presente, la campaña discriminatoria y
de xenofobia anti-peruana emprendida por el canal de TV oficial del
Estado chileno a través de una pretendida “telenovela”.
El sociólogo formuló esa denuncia en su análisis “Esperanza racista de Chile: Telenovela y xenofobia en TV” publicado en uno de los medios de prensa alternativa de mayor lectura -Revista “Questión Digital”, Caracas, 10 Octubre 2011-. (1)
La
“telenovela” denominada con doble sentido “Esperanza” y de contenidos
definidamente discriminatorios y anti-peruanos, viene siendo trasmitida a
través de “TVN-Chile” desde el 29 de Agosto del presente año,
diariamente a las 14.30 hrs.
Su difusión está dirigida a la
población de Chile y a la de toda América –vía señal por cable-
habiéndose incluido en ese ámbito a Venezuela, en donde el conocerse de
sus fines ha causado profunda indignación en la comunidad peruana
residente en el país.
Por ello sus representantes han decidido
pedir al gobierno del presidente Hugo Chávez el corte de la señal
televisiva de “TVN-Chile” vía cable, por promover al racismo.
Y
para tal fin apelan a la ley de responsabilidad social sobre contenidos
en medios de comunicación vigente en Venezuela, que pena la trasmisión
de mensajes xenofóbicos y de discriminación con el corte definitivo de
la señal televisiva.
La aparentemente inocente telenovela llorona “de amor”, en realidad encubre la sutil trama falaz de una operación de guerra sicológica en agravio de la población peruana. (2)
Sin
embargo, lo grave de la “teleserie” es que tanto la producción, la
trasmisión internacional, y la responsabilidad política y diplomática
del agravio contra el pueblo peruano, es de responsabilidad del gobierno
de Sebastián Piñeira –dado que “TVN” es propiedad del Estado chileno-.
Empero
este tipo de hechos provenientes de Chile cuenta con antecedentes y
recurrencias de parte de sus gobiernos y en acción del mismo Sebastián
Piñeira –antes de ser mandatario-.
Ello como parte de las
relaciones exteriores de doblez que practica ese país con sus vecinos
Perú, Bolivia y Argentina, a los que visualiza como objetivos de una
anhelada hegemonía económica y geopolítica –sin dejar de lado lo
militar-.
El primer antecedente se dio en el año 2005 cuando el
en ese entonces empresario Sebastián Piñeira –ahora presidente chileno-
era director y propietario de la aerolínea LAN Chile.
La empresa
de su propiedad –LAN- se encargó de difundir en vuelos internacionales
de dicha aerolínea con destino al Perú, un video que se sugería era
“turístico” conteniendo imágenes degradantes para la nación peruana y
sus connacionales. (3)
El segundo hecho se dio en el 2008 –gobierno Bachelet- cuando “TVN-Chile” emitió una “Historia de la Guerra del Pacífico”
que intentó manipular la realidad de la guerra que emprendió Chile en
1879 contra Bolivia y Perú, con fines de expansión territorial.
En ella se inducía a la televidencia a creer que dicha guerra tuvo una “causa justa” e “inevitable”, que contó con héroes y acciones militares chilenas destacadas –inexistentes-, y que en la actualidad, ya se habría producido la “reconciliación” y el “olvido histórico” en el seno de la población peruana. (4)
En
esta nueva agresión de “TVN-Chile” del 2011, consistente en una
operación de guerra psicológica encubierta a forma de “novela”, el
propósito es otro.
Se intenta afectar a la identidad nacional
peruana y a la auto-estima personal de su población, en base a la
discriminación racial de “ser chola” –mestiza- y no como se insinúa
sería el caso de la población chilena –supuestamente “blanca pura”-.
Para su “trama” utiliza a la extrema pobreza creada por el neoliberalismo en la población del Perú, encarnada en “la chola Esperanza”, que para “cambiar su status racial, social y económico”
viaja a Chile a fin de prestar servicios como empleada doméstica de una
acaudalada familia de la élite neoliberal chilena, con lo que al fin “triunfa” al alcanzar el ansiado “nuevo estrato”.
El
artesanal bodrio que se presenta a forma de “teleserie”, no es sino una
apología a la discriminación y a la xenofobia anti-peruana y
anti-indígena, tratadas en un subjetivo y engañoso manejo del amor, de
la sensiblería y de la banalidad mostradas en la propia perspectiva de
las élites sociales chilenas.
Coproducida por la estatal
“TVN-Chile” y la empresa privada audio-visual “My Friend” Entertainment,
su trasmisión también corre bajo responsabilidad del canal de TV del
gobierno chileno.
Por su parte el canal estatal chileno de TV es,
por vieja data, instrumento de xenofobia no sólo anti-peruana, sino
también contra su propia población.
En el 2005 el mismo canal trasmitió otra de sus “obras históricas” denominada “La Pacificación de la Araucanía” (Chile),
referida a la apropiación de las tierras del pueblo nativo mapuche a
sangre, fuego y muerte –la campaña de “tierra arrasada”-, la cual contó
también con el característico sesgo xenofóbico anti-indígena. (5)
Por
tanto, no estuvo fuera de lugar que en marzo del 2011 el candidato
Ollanta Humala -actual presidente peruano- advirtiera al presidente
Piñeira, que “caso ser electo, se cuidara en adelante de “cholear” a la población del Perú”, refiriéndose a expresiones racistas emitidas públicamente hasta por altos funcionarios de gobiernos de ese país (6) .
Ahora sólo queda esperar las acciones que al respecto adopte la Cancillería peruana.
Estas,
en su expresión mínima, deben exigir la finalización inmediata de la
agresión de guerra psicológica y recibir las explicaciones y disculpas
del gobierno chileno.
Pero si algo más debe responder el gobierno
chileno, es ¿qué clase de relación bilateral propugna afanosamente? ¿es
la integral ó la simplemente económica? ¿será acaso la del ardid y el
cinismo? ¿será quizá mejor limitarla a actos de reciprocidad y a buenas
señales de parte de ambos lados?
En nuestro punto de vista, esta última se presenta como la más aconsejable para el Perú.
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