Es interesante el análisis de la más
reciente encuesta realizada en Estados Unidos en relación con la
confianza de los ciudadanos en el gobierno.
Esta consulta, realizada por
dos reconocidos órganos de prensa, el periódico The New York Times y la estación de televisión CBS arrojan como resultado que la mayoría de los estadounidenses no confían en el gobierno que rige la nación, incluyendo al propio presidente y el Congreso.
Los principales problemas que confronta la población y que influyen
en esta falta de confianza son entre otros las abismales diferencias en
los ingresos, la impunidad con que operan los bancos y la sensación de
que el pobre y la clase media no tienen en su futuro posibilidades de
mejoras económicas.
Todo esto se materializa en los movimientos de
protesta que han surgido en cientos de ciudades, inspirados en “Occupy Wall Street” que crece por días y refleja el sentimiento mayoritario del pueblo estadounidense.
De los encuestados, dos tercios consideran que debe haber una
distribución más equitativa de la riqueza. Siete de cada diez consideran
que las leyes propuestas por los Congresistas Republicanos favorecen a
los más ricos.
Dos tercios están en contra de que se rebaje los
impuestos a las corporaciones y un número similar considera que deben
incrementarse los impuestos a los millonarios.
En cuanto a la actuación general del gobierno de Obama, el 89 por
ciento no confía en que esté actuando correctamente, el 74 por ciento
considera que e país va por mal camino y el 84 por ciento critica la
actuación del Congreso, tanto de los congresistas Demócratas como
Republicanos.
La mayoría de los declarados republicanos, ocho de cada diez, aún no
han decidido a quién elegir para que se enfrente a Obama en las próximas
elecciones.
El propio hecho de la cantidad de aspirantes a ser
seleccionados y las distintas posiciones de los mismos incrementa la
incertidumbre. Muchos consideran que ninguno es una figura nacional.
El por ciento de aprobación de Obama es de un 46, pero también el de
desaprobación es del 46 por ciento. Algunas medidas lo han beneficiado
como la declaración de que retirará las tropas de Iraq.
Otras lo han
perjudicado como su plan para crear empleos el que la mayoría considera
poco claro y que pudiera ser una nueva promesa incumplida, algo de
verdadera importancia con un porciento de desempleo declarado del 9.1
que en realidad sobrepasa el 12.0 por ciento.
Los planes republicanos para crear empleo tampoco tienen la
aceptación de los estadounidenses, pues el 71 por ciento de estos
consideran poco realizable o que están proponiendo.
No consideran que
alguno de los dos partidos tenga un plan serio para salir de la crisis
económica que afronta el país.
Nueve de cada diez demócratas, dos tercios de los llamados
independientes y un tercio de los republicanos consideran que la
distribución de la riqueza en el país debe ser más equitativa, aunque la
mayoría de los republicanos consideran es adecuada.
La encuesta reflejó un alto grado de pesimismo y escepticismo en la
mayoría de los encuestados.
En general puede decirse que no existe una
esperanza de que la situación económica pueda mejorar, el 49 por ciento
consideró que se encontraba estancada, y el 36 por ciento dijo que
estaba empeorando.
El panorama se considera sombrío ya sea con la
continuación de una administración demócrata o con una nueva
republicana.
El problema es que tanto Demócratas como Republicanos tienen como
objetivo defender los intereses de la clase dominante, en ningún momento
su principal actividad va encaminada a la defensa del pueblo
estadounidense.
Es una señal positiva para el desarrollo de esa sociedad que se
organicen movimientos como el Occupy Wall Street y otros que luchen por
una sociedad más justa y equitativa.
Por una sociedad más humana y
porque se modifiquen políticas que degradan a Estados Unidos.
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/10/31/ee-uu-no-hay-alguien-en-quien-confiar/#more-19003