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El TIPNIS “no es santuario, paraíso, ni edén”, sino territorio industrial, rectifica Juan Ramón Quintana

http://www.contrainjerencia.com/wp-content/uploads/2011/10/Quintana-Jose-Ramon.jpg El director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF) de Bolivia, Juan Ramón Quintana, señaló el domingo que el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) no es, contrario a las convicciones de la opinión pública nacional, regional y mundial, santuario, paraíso, ni edén, sino, territorio industrial en medio de un parque protegido.

“El TIPNIS no es un territorio, no es un santuario, no es el paraíso, ni el edén, el TIPNIS es un territorio humano, tan humano como nosotros, donde hay actividades económicas, turísticas, forestales vinculadas a expectativo desarrollo”, dijo en una entrevista realizada por la radio y televisión estatales.

El pasado viernes ADEMAF denunció que en el TIPNIS ya no hay bosques vírgenes sino una explotación indiscriminada de recursos naturales, tales como madera y fauna, sobre todo lagartos, cuyo cuero es exportado a mercados internacionales y que beneficia a empresas monopólicas.

“(Son actividades) forestales ilegales, turísticas ilegales y actividades vinculadas a la crianza de saurios y lagartos, pero también hay un margen de legalidad porque así lo han establecido las otras leyes”, agregó al indicar que “no todos” los indígenas de esa región están involucrados en esa actividad, sino algunas de sus autoridades, quienes ocultaron información sobre la cantidad de dinero generado desde hace años atrás.

En una amplia entrevista, el titular de la ADEMAF reiteró que existe un desmantelamiento forestal por las empresas Suri y Huanca Rodríguez, asentadas en esa región, cuyos emplazamientos distan por 16 Km y que desplazaron moto sierras, maquinaria industrial, maquinaria pesada e instalaron campamentos y construyeron sendas y caminos para transportar grandes volúmenes de las inmensas troncas hacia las ciudades de Trinidad, La Paz y Cochabamba.

“Esta es una actividad industrial y no estamos hablando de la periferia del TIPNIS, sino del corazón. 16 kilómetros que separan un plan de manejo de otro, 35 kilómetros de aserradero a aserradero, decenas de caminos de sendas abiertas”, denunció el mandamás de ADEMAF.

Explicó que en las actividades industriales se amparan en el Plan Operativo Anual Forestal de algunas comunidades del TIPNIS, que resignan a privados sus derechos de aprovechamiento forestal, entre otras, en beneficio casi exclusivo de empresas.

“Con carretera o sin carretera el TIPNIS prácticamente ya tenía su certificado de defunción”, aseguró Quintana al hacer una explicación gráfica de los puntos críticos en ese territorio.

En cuanto a la industria del turismo, el director de la ADEMAF dijo que existen convenios exclusivos para permitir la pesca sobre el Río Sécure y aguas nacientes a los largo de 80 km a cargo de una empresa de capitales argentinos.

Indicó que ese convenio se concedió con carácter de exclusividad por 20 años a la empresa Untamed Angling (Pesca Salvaje) Sociedad Anónima la actividad de turismo y pesca.

“Este es un contrato de control de dominio de 80 kilómetros sobre el rio Sécure, es decir convenio de exclusividad supone que es una actividad que está por encima de la Constitución, aquí se instaló un monopolio en la actividad de turismo”, reiteró.

Reiteró que se construyeron no solamente caminos, sino pista de aterrizaje para vuelos internacionales desde Estados Unidos y otros países a favor de turistas “que tienen mucha plata”, que pagan 7.600 dólares por 6 días y 9 noches en dos hoteles de lujo frente a comunidades pobres, por lo que se debe investigar si tributaban al país o no.

Finalmente, respecto a la industria de la crianza de lagarto, Quintana explicó que existe una casería a través de autorizaciones del Viceministerio del Medio Ambiente desde el 2007.

Precisó que el 80% del cuero extraído de lagarto se exporta desincentivando la marroquinería en el mercado interno.

“Aquí se autoriza que se pueda cazar 1.500 y se cazan 4.000. Ahora bien en algunos casos las comunidades se controlan, pero en otros casos los dirigentes obtienen el permiso y ellos venden  a las empresa, por lo tanto no hay control y tendremos que hacer otra investigación”, dijo.

TIPNIS no es santuario, paraíso, ni edén, sino territorio industrial (Quintana)

La Paz, 30 oct (ABI).-El director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), Juan Ramón Quintana, aseguró el domingo que el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) no es, contrario a las convicciones de la opinión pública nacional, regional y mundial, santuario, paraíso, ni edén, sino, territorio industrial en medio de un parque protegido.

“El TIPNIS no es un territorio, no es un santuario, no es el paraíso, ni el edén, el TIPNIS es un territorio humano, tan humano como nosotros, donde hay actividades económicas, turísticas, forestales vinculadas a expectativo desarrollo”, dijo en una entrevista realizada por la radio y televisión estatales.

El pasado viernes ADEMAF denunció que en el TIPNIS ya no hay bosques vírgenes sino una explotación indiscriminada de recursos naturales, tales como madera y fauna, sobre todo lagartos, cuyo cuero es exportado a mercados internacionales y que beneficia a empresas monopólicas.

”(Son actividades) forestales ilegales, turísticas ilegales y actividades vinculadas a la crianza de saurios y lagartos, pero también hay un margen de legalidad porque así lo han establecido las otras leyes”, agregó al indicar que “no todos” los indígenas de esa región están involucrados en esa actividad, sino algunas de sus autoridades, quienes ocultaron información sobre la cantidad de dinero generado desde hace años atrás.

En una amplia entrevista, el titular de la ADEMAF reiteró que existe un desmantelamiento forestal por las empresas Suri y Huanca Rodríguez, asentadas en esa región, cuyos emplazamientos distan por 16 Km y que desplazaron moto sierras, maquinaria industrial, maquinaria pesada e instalaron campamentos y construyeron sendas y caminos para transportar grandes volúmenes de las inmensas troncas hacia las ciudades de Trinidad, La Paz y Cochabamba.

“Esta es una actividad industrial y no estamos hablando de la periferia del TIPNIS, sino del corazón. 16 kilómetros que separan un plan de manejo de otro, 35 kilómetros de aserradero a aserradero, decenas de caminos de sendas abiertas”, denunció el mandamás de ADEMAF.

Explicó que en las actividades industriales se amparan en el Plan Operativo Anual Forestal de algunas comunidades del TIPNIS, que resignan a privados sus derechos de aprovechamiento forestal, entre otras, en beneficio casi exclusivo de empresas.

“Con carretera o sin carretera el TIPNIS prácticamente ya tenía su certificado de defunción”, aseguró Quintana al hacer una explicación gráfica de los puntos críticos en ese territorio.

En cuanto a la industria del turismo, el director de la ADEMAF dijo que existen convenios exclusivos para permitir la pesca sobre el Río Sécure y aguas nacientes a los largo de 80 km a cargo de una empresa de capitales argentinos.

Indicó que ese convenio se concedió con carácter de exclusividad por 20 años a la empresa Untamed Angling (Pesca Salvaje) Sociedad Anónima la actividad de turismo y pesca.

“Este es un contrato de control de dominio de 80 kilómetros sobre el rio Sécure, es decir convenio de exclusividad supone que es una actividad que está por encima de la Constitución, aquí se instaló un monopolio en la actividad de turismo”, reiteró.

Reiteró que se construyeron no solamente caminos, sino pista de aterrizaje para vuelos internacionales desde Estados Unidos y otros países a favor de turistas “que tienen mucha plata”, que pagan 7.600 dólares por 6 días y 9 noches en dos hoteles de lujo frente a comunidades pobres, por lo que se debe investigar si tributaban al país o no.

Finalmente, respecto a la industria de la crianza de lagarto, Quintana explicó que existe una casería a través de autorizaciones del Viceministerio del Medio Ambiente desde el 2007.

Precisó que el 80% del cuero extraído de lagarto se exporta desincentivando la marroquinería en el mercado interno.

“Aquí se autoriza que se pueda cazar 1.500 y se cazan 4.000. Ahora bien en algunos casos las comunidades se controlan, pero en otros casos los dirigentes obtienen el permiso y ellos venden  a las empresa, por lo tanto no hay control y tendremos que hacer otra investigación”, dijo.

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