En La Habana, los rumores circulan a la velocidad del relámpago.
Fuentes cercanas a las Damas de Blanco revelan que Berta Soler, la
nueva jefa del pequeño grupo, tuvo la mala sorpresa de constatar la
desaparición de unos 20 000 dólares al tomar posesión de la contabilidad
de esta organización abiertamente financiada por Estados Unidos.
La
fundadora de las Damas, Laura Pollán, falleció con 63 años de edad, el
14 de octubre en el Hospital Calixto García, víctima de un paro cardíaco
“agravado por un cuadro de diabetes, hipertensión y dengue”.
El
descubrimiento del “faltante” en las finanzas del grupo surgió con una
reunión donde se “ratificó” como jefa a Soler, de 48 años, quién hasta
el fallecimiento de Pollán actuaba de “numeró 2”.
Era bien conocida la
rivalidad entre las dos mujeres que se disputaban los favores de la
Sección de Intereses (SINA), la representación diplomática de EEUU en La
Habana.
La veintena de mujeres que constituyen
las Damas también confirmaron en su puesto a sus representantes en el
exterior, Yolanda Huerga, en Estados Unidos, y Blanca Reyes Castañón, en
España.
Las Damas de Blanco son conocidas en el
exterior por las dos o tres caminatas semanales en la cercanía de la
Iglesia de Santa Rita, en el barrio de Miramar, y sus marchas con
gladiolos por la Quinta Avenida de este mismo reparto habanero.
Estas
marchas son gratificadas con 30 dólares por participante común. Las
jefas tienen un presupuesto aparte cuya repartición es frecuentemente
objeto de conflictos internos.
UN FINANCIAMIENTO MADE IN USA
Berta
Soler, una técnica en microbiología radicada en Alamar, abandonó en el
2009 su puesto de trabajo en un hospital de La Habana, para dedicarse a
tiempo completo a sus tareas mejor remuneradas de opositora.
La
organización, es minúscula por el número de sus miembros, pero
importante por la cantidad de fondos que recibe, a través de
intermediarios, de parte del gobierno norteamericano.
Uno
de los patrocinadores de las Damas, financiado por Washington
expresamente con este propósito, es un oficial veterano del Ejercito
norteamericano,Orlando Gutiérrez Boronat, que maneja Directorio
Democrático Cubano, una “ONG” que recibe importantes subsidios de los
fondos USAID para la subversión en Cuba. Gutiérrez Boronat es también un
ex integrante de la terrorista Organización para la Liberación de Cuba.
Tal
como el terrorista Luis Posada Carriles, Gutiérrez Boronat mantiene
relaciones con los extremistas de derecha del partido ARENA de El
Salvador.
El dinero destinado a las Damas y a
otros elementos de la red opositora constituida por la SINA había sido
“congelado” hace unos meses en Washington a raíz de varios escándalos de
fraude descubiertos por la Oficina de Auditoría Federal (GAO) en los
cuales estaban involucrados personajes muy conocidos de la mafia
cubanoamericana.
UNA OPOSICION DEBIL Y DIVIDIDA
El
ex jefe de la SINA, Jonathan Farrar se hizo famoso, de manera
involuntaria, por un documento “Wikileaks” fechado del 15 de abril de
2009, en el cual
comentaba que la llamada
disidencia en Cuba está “dividida, dominada por individualistas que
trabajan mal en equipo” y personajes que “se interesan más en pedir
dinero que en elaborar programas”. Fue prontamente revocado por el
Departamento de Estado con la salida en la prensa de esta declaración
que enfureció la red mafiosa “anticastrista” de Miami.
El
19 de mayo de 2008, las autoridades cubanas denunciaron públicamente,
durante una conferencia de prensa en la que se presentaron correos
electrónicos, videos y hasta recibos de dinero, como las Damas de Blanco
y otros llamados “disidentes” cubanos recibían importantes sumas de
dinero de parte del cubanoamericano, Santiago Álvarez, terrorista
confeso.
Las pruebas presentadas involucraban directamente al
entonces jefe de la Secciòn de Intereses norteamericana (SINA) en La
Habana Michael Parmly que actuaba de “mula” en el caso. Recibos de
dinero –por 2.400 dólares involucraban directamente a la ahora fallecida
Laura Pollán.