Entrevista. Intelectual, gran conocedor de los problemas sociopolíticos en Europa y América Latina, de hablar pausado y gran carisma, así es el reconocido analista español Juan Carlos Monedero que asegura que el presidente Chávez no es derrotable en 2012.
El politólogo Juan Carlos Monedero asegura que el presidente Chávez no es derrotable en 2012.
Intelectual,
gran conocedor de los problemas sociopolíticos en Europa y América
Latina, de hablar pausado y gran carisma, así es el reconocido analista
español Juan Carlos Monedero.
Por espacio de una hora conversó con
PANORAMA en los espacios del Hotel Venetur Maracaibo, durante su
reciente visita a la capital zuliana, para hablar de la situación
política del país y de la necesidad de transformar la cultura de la
Venezuela rentista.
Para Monedero, en el país todavía no se han
interiorizado los cambios que llegaron con el proceso revolucionario,
por lo que hay profundos vicios de la cuarta república.
— ¿Cómo ve el escenario para 2012?
—
Hay tres corrientes profundas que se mantienen. Una es el avance de los
logros del proceso bolivariano que se verifican en mejoras de muchos
indicadores y en la propia popularidad del Presidente.
La segunda gran
corriente tiene que ver con un problema profundo de la burguesía
venezolana y su representación política, sus dificultades para encontrar
un proyecto compartido, la derecha venezolana no tiene un proyecto de
país porque se ha acostumbrado, por la condición rentista, a mirar
demasiado a los EE UU y por tanto, tienen dificultades para bajar cada
uno su banderita y unificar.
Y la tercera gran corriente tiene que ver
con la cultura política venezolana que sigue presente y esa cultura a
quien emplaza es a los venezolanos, esta tercera corriente deja abiertos
los escenarios.
— ¿Qué cree que pueda ocurrir entonces?
Así
como la segunda corriente nos invita a pensar en una victoria rotunda
en 2012 del presidente Chávez, la oposición no tiene mayor chance, pero
sí en las regionales porque cada uno de estos señores feudales puede
armar una candidatura que convenza a la gente.
El tercer escenario puede
trastocar las cosas, no hay que olvidar que Venezuela se acostó adeca y
se levantó chavista, lo que implica que aún hay mucha gente que no ha
interiorizado una nueva Constitución y una nueva manera de hacer las
cosas, y más todavía que la solución es el socialismo, que hay gente que
se ha acercado al Gobierno por oportunismo.
— La
mayoría de la gente confía en el Presidente pero critica el
burocratismo, la corrupción y el amiguismo presente en el Gobierno...
—
Me produce cierto hastío esa gente que critica la corrupción y el
clientelismo, pero ellos son clientelistas, autoritarios y corruptos.
Creo que la enfermedad del Presidente ha hecho reflexionar al país y no
hacerlo es una frivolidad, el Presidente ha reconocido que tiene que
poner en práctica un liderazgo más plural que permita que en su entorno
cada quien asuma su responsabilidad y no dejarle todo al Presidente,
pero eso también emplaza a la ciudadanía que es la que sostiene el
pónganme donde haya, cuanto hay para esto, los caminos verdes, creo que
el Presidente ha hecho su parte al respecto pero donde tienen que
cambiar estos comportamientos es en la base popular, (...) esa
responsabilidad está abierta y hay que sincerarla.
— ¿Se ha reflexionado en el Gobierno sobre los vicios presentes?
—
Desde el Gobierno se han hecho todos los intentos por bajar
responsabilidades hacia la base popular y esa base no ha respondido:
fundos zamoranos, cooperativas, empresas de producción social y consejos
comunales, todos estos elementos han fracasado por ineficiencia o
porque al final ese pueblo ha terminado comportándose como la cuarta
república.
Eso nos lleva a la gran asignatura pendiente de Venezuela,
que son los procesos de formación: crear infraestructuras intelectuales,
establecer un puente en la cabeza de los venezolanos para que salgan de
la trampa rentista de que somos un país rico.
— ¿Cómo cambia el juego político la enfermedad de Chávez?
—
El Presidente Chávez ha unificado fuerzas. Pero los problemas
históricos siguen allí y uno de ellos es el hiperliderazgo.
El problema
de un liderazgo tan fuerte como el de Chávez tiene la particularidad de
que descarga de trabajo a los demás, al final todos están esperando que
el Presidente haga el trabajo que le corresponde a cada cual. El
Presidente ha intentado cargarse de trabajo hasta que el cuerpo le ha
dicho: ‘Oye, tranquilo’.
Eso emplaza a Venezuela a una reflexión. Creo
que Chávez ha dado un paso planteando que quiere construir un liderazgo
más plural.
— ¿Cómo visualiza a la oposición?, que por un lado valida al CNE pidiendo apoyo para sus primarias y por el otro lo cuestiona.
—
No podemos pretender coherencia política y honestidad en la oposición,
siendo cierto que no toda la oposición es igual, hay una parte de ella
que se diferencia, de hecho, creo que hay algunos que están en la
oposición que tendrían que estar en las filas del proceso
revolucionario, como el PPT.
— De los precandidatos de la MUD, ¿cuál cree usted que puede dar la pelea con el Presidente?
—
Las maquinarias mediáticas son capaces de hacer de una escoba un
candidato presidencial, por tanto, ninguno tiene la fuerza. Sea el que
fuere, al final va a tener el apoyo de dinero de los EE UU para parecer
como un candidato respetable.
— ¿Qué diferencia existe entre la América Latina de los 80 y la Europa actual?
—
Estamos viendo un escenario que nos regresa a los años 30, en cambio
Venezuela y América Latina están avanzando en la senda que avanzó Europa
el siglo pasado, América Latina va hacia adelante y Europa va hacia
atrás.
— ¿Cómo ve que los padres del Fondo Monetario Internacional ahora son sus principales acreedores?
—
En la actualidad el Fondo, el Banco Mundial son todos guardaespaldas de
esa mafia financiera que está acabando con la democracia en el mundo:
Lehman Brothers, al igual que Moody’s, Standard & Poor’s, todos
estos entramados son mafias, son pequeños señores feudales que dominan
los actuales ejércitos y son capaces de poner de rodillas a los países
que han recurrido hace poco para que los rescaten, la impunidad es
escandalosa y eso hace que en España estemos indignados, ponemos dinero
de todos para rescatar a unos bancos que después ponen de rodillas a los
países. (...)
El ejemplo de Venezuela se convierte en una piedra en el
zapato en esta trampa de decir que no hay alternativa, que no hay más
remedio que asumir la dictadura de los mercados.
— ¿Después de 30 años el FMI no tiene otra receta que no sea el neoliberalismo?
—
Es que otra receta implicaría su profunda transformación, igual que las
recetas alternativas de la Corte IDH o de la ONU. Nadie que tenga
situaciones de poder o privilegio las cede sin más. Es ingenuo pensar
que el FMI, el Banco Mundial o los gobiernos del norte van a cambiar
(...).
— ¿Cómo ve la situación en Libia?
—
Kadhafi es una persona que perdió hace mucho el apoyo de su pueblo,
abandonó a su pueblo, se alió con EE UU, con Francia y regía a su país
bajo formas dictatoriales.
El otro polo es la Otan, que es una máquina
de muerte.
El tercer eje que creo que en Venezuela se está analizando
mal es el pueblo, el levantamiento inicial tuvo el mismo carácter
revolucionario que en Túnez o en Egipto.
La izquierda árabe no está
entendiendo la posición de Venezuela sobre Kadhafi, el problema es que
ese pueblo que se levanta fue infiltrado por la CIA, por oportunistas,
por islamistas y eso se marañó.
Las fuerzas progresistas lo que tienen
que estar es con el pueblo, pero ahora mismo es difícil identificar
quién es el pueblo en Libia, una cosa tenemos clara: el pueblo no es
Kadhafi. La Otan está intentando alargar esa guerra para desgastar al
país y justificar su presencia. (...)
¿Qué sería lo ideal?, que en estas
fuerzas rebeldes se hicieran fuertes los sectores más progresistas, los
de izquierda, pudieran controlar a los islamistas y pudieran expulsar a
las fuerzas extranjeras y comenzar una nueva era política sin Kadhafi.
— ¿Qué se puede esperar de la ONU con el tema de Palestina?
—
Se ha dado un paso, Palestina tiene un hecho de fuerza y una crítica
moral, todo el mundo coincide en que la creación del Estado de Israel es
un hecho de fuerza y al pueblo palestino le acompaña una legitimidad
moral incuestionable.
El pueblo que representa el sufrimiento, el pueblo
que sufrió el holocausto está poniendo en marcha un genocidio contra
los palestinos.
Creo que la comunidad internacional no aguanta más la
mentira de Israel negando la existencia de Palestina apoyada por la
hegemonía de EE UU.
Creo que eso está en vías de solución.