Como en todo metaanálisis, la conclusión del trabajo no es nueva, pero
tiene más valor al haber tenido en cuenta trabajos en los que han
participado más de 114.000 pacientes.
El autor principal del estudio, el profesor de Salud Pública de la
Universidad de Cambridge (Reino Unido) Oscar Franco, apeló al sentido
común a la hora de interpretar estos resultados porque, advirtió, con
los estudios analizados "no se pudo clarificar la cantidad ni el tipo de
chocolate consumido, aunque estudios previos hablan de un mayor
beneficio del chocolate negro".
Pero no vale cualquier chocolate.
El chocolate amargo, en particular, contiene compuestos llamados flavonoides que se cree que son buenos para el sistema circulatorio..
Se trata de comer un chocolate más puro, con poco azúcar y poca grasa.
Por ello, y a pesar de los beneficios observados, los expertos recuerdan que excederse con estos alimentos es contraproducente, ya que las grasas y azúcares que los acompañan pueden provocar problemas
"Yo no les diría a los obesos que empezaran a consumir chocolate si no lo hacen", explicó Oscar Franco por teléfono, "pero, si ya lo hacen, es lógico recomendar el consumo moderado, dentro de los consejos de su dietista.
Hay que evitar los atracones".
En torno al chocolate existen algunas incógnitas, que tienen que ver con la delgada línea que separa en ocasiones la leyenda de la historia.
El origen del cacao es una de ellas, así como el significado de su nombre. En la mitología prehispánica de México existían dos dioses vinculados al cacao: Quetzalcóatl, de origen azteca, y Ek-Chuah, de origen maya.
Quetzalcóatl
regaló el árbol del cacao a los hombres como recompensa por el amor y
la fidelidad de su esposa, que sacrificó su vida para no desvelar el
lugar en el que estaba escondido el tesoro de la ciudad, que le había
sido confiado por su esposo.
Cuenta la leyenda que la sangre de esta
princesa fertilizó la tierra y allí nació el árbol del cacao, de nombre
cacahuaquahitl. Su fruto era amargo, como el sufrimiento que había
padecido la princesa; fuerte, como había sido ella ante la adversidad, y
oscuro, como la sangre derramada.
Quetzalcóatl, representado como la serpiente emplumada, era el dios bondadoso que enseñó a los hombres las artes de la agricultura, la astronomía, la medicina y las artes plásticas.
Es el rey sagrado de los
toltecas, pueblo que precedió a los aztecas en la historia de
Centroamérica.
El dominio azteca supuso la sumisión de los toltecas,
olmeyas y de todas las poblaciones que componían el inmenso imperio de
los adoradores del Sol y de Quetzalcóatl.
Según la tradición, este
último había desembarcado en México, en la costa de Veracruz, desde
donde pasó más tarde a Tula y Chobula. Quetzalcóatl era austero, odiaba
la guerra y se oponía a los sacrificios.
Todo lo contrario que su
oponente Tezcatlipoca, el mago negro que consiguió desterrarlo y
aprovechó su ausencia para asesinar a su esposa.
Quetzalcóatl juró
regresar en el año del calendario azteca 1519, que coincidió con la
aparición de los primeros colonizadores españoles, motivo por el que
Hernán Cortés fue
confundido con el propio dios, pues era corpulento, de ancha frente,
ojos grandes, cabello largo, barba poblada y piel blanca, semejante a
Quetzalcóatl.
Así, el marino español fue obsequiado a su llegada con un
gran vaso de oro con cacao líquido.
El chocolate es uno de los pocos alimentos presente en todos los países, es un alimento universal.
Todas las culturas y pueblos que lo han
probado han acabado por convertirlo en uno de sus tesoros alimenticios
más deseados y le han rendido homenaje en sus refranes, en sus obras
literarias, en sus canciones...
Fuente: Pasión al Chocolate - Chocolates Valor
