Robert Ford, el actual embajador de Estados Unidos en Irak, quién participó en una protesta de opositores al gobierno sirio bajo el pretexto de “defender la democracia” fue brazo derecho de John Negroponte cuando el “verdugo de Honduras” dirigía ahí con mano de hierro la representación diplomática estadounidense.
Ford fue enviado a Irak tras la invasión norteamericana de marzo de 2003, Fue primero representante de EE.UU. en la ciudad chií de Nayaf y luego pasó a “consejero político” de Negroponte en Bagdad donde permaneció hasta junio de 2006.
En Honduras, los crímenes de John Negroponte son parte de la sangrienta historia de los años 80, cuando EEUU pretendía acabar con la revolución sandinista.
La desaparición definitiva de cientos de “sospechosos” y la increíble cobertura dada a generales corruptos y asesinos son parte de la hoja de ruta del diplomático.
Este ultraderechista encubrió el papel de la CIA en el asesinato de los misisoneros norteamericanos de la Orden Maryknoll William Woods, Yado Ite Ford, Maura Clarke y Dorothy Kazel.
Negroponte se sumó a la administración de George W. Bush en septiembre de 2001 para convertirse en hombre de confianza de Condolezza Rice, primero como Representante Permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Más tarde fue embajador de EE.UU. en Irak, antes de ser seleccionado para servir como el primer Director de Inteligencia Nacional.
Ford regreso e a Irak en 2008, donde se desempeñó de nuevo como subjefe de misión en la embajada de EE.UU.
Negroponte, participó activamente en la elaboración del plan fascista que llevo al derrocamiento del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.
Ford fue designado como embajador en Siria el 16 de febrero de 2010 por el actual presidente de EEUU, Barack Obama, y ante la falta de confirmación por parte del Senado de su país, el mandatario lo designó por decreto el 29 de diciembre y juró su cargo el 7 de enero de 2011.
La oficina de Asuntos Exteriores de Siria, llamó a consultas este domingo a los embajadores de Estados Unidos, Robert Ford; y de Francia Eric Chevallier, por las “visitas” que realizaron el viernes a la ciudad de Hama para reunirse con los líderes de las manifestaciones antigubernamentales.
Siria consideró la presencia de Ford y de Chevallier en Hama como “una injerencia clara en los asuntos interiores sirios y una confirmación de la existencia de un apoyo extranjero que quiere desestabilizar la seguridad y la estabilidad del país “.
Por su parte, Barack Obama, advirtió ayer al régimen sirio que “nadie puede meterse con la embajada” de su país en Damasco.
“Hemos enviado un mensaje claro de que nadie puede meterse con nuestra embajada, y de que tomaremos todas las acciones necesarias para protegerla “, dijo el mandatario en una entrevista con la cadena CBS.
