Una delegación de la SIP, encabezada por su presidente guatemalteco Gonzalo Marroquín, “mantendrá una agenda en Quito a partir de este fin de semana”, anuncia este cartel de dueños de la prensa comercial.
El organismo “aún no tiene confirmación sobre un pedido de audiencia realizado al Presidente de Ecuador”.
Los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), “tendrán una agenda que incluye el análisis del proyecto de Ley de Comunicación de Ecuador”.
Los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), “tendrán una agenda que incluye el análisis del proyecto de Ley de Comunicación de Ecuador”.
El próximo lunes, la delegación de la SIP se reunirá con el pleno de la “Comisión Especializada Ocasional de Comunicación” que preside el asambleísta Mauro Andino, del partido Alianza País.
Ese día, los representantes de la SIP se reunirán además con el presidente de la Corte Constituyente, Patricio Pazmiño Freire.
“Todavía la SIP no obtuvo confirmación a un pedido de audiencia realizado ante la Presidencia de la Nación”, precisa el autor de la nota.
Acompañan a Marroquín (Siglo 21, de Guatemala); el ex presidente Edward Seaton (The Manhattan Mercury, Estados Unidos); el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Robert Rivard (San Antonio Express-News, Estados Unidos); el copresidente de esa Comisión, Claudio Paolillo (Búsqueda, Uruguay); el director ejecutivo, Julio E. Muñoz y el director de Libertad de Prensa, Ricardo Trotti.
La misión a Ecuador obedece a una disposición de la Asamblea General de la SIP, cuyo enfoque principal será el análisis del proyecto de Ley de Comunicación y las demandas judiciales contra periodistas y medios, originadas desde el gobierno.
También se prevén reuniones con otros legisladores, representantes de la Iglesia Católica, de las cámaras empresariales y con la defensoría del Pueblo.
La visita relampago a Quito finalizará con una conferencia de prensa el lunes en la tarde.
Desde que fue recuperada, hace décadas, por el coronel Jules Dubois, la SIP se convirtió en una agencia de inteligencia más del gobierno norteamericano que permite al Departamento de Estado influir de manera directa en la prensa de todo el continente.
En el curso de los años, esta asociación de magnates intervino en la UNESCO, para defender el control de la información por la empresa privada; participó en la propaganda sucia contra el gobierno democrático de Salvador Allende; se mantuvo bien callada durante el golpe contra el presidente Hugo Chávez que desde entonces ataca de manera obsesiva.
La organización evita recordar que dos de los principales conspiradores del cuartelazo que llevo a la expulsión del Presidente hondureño Manuel Zelaya son también sus principales (y casi únicos) miembros hondureños.
