Anders Behring Breivik, el autor de los horrorosos crímenes en Noruega, que han estremecido al mundo y que han costado la vida a 76 personas (68 en la isla de Utoya y 8 en Oslo), utilizaba un lenguaje rabiosamente miamense para referirse a líderes revolucionarios como los comandantes Ernesto Che Guevara y Fidel Castro.En el libro, hay diez referencias contra Cuba y se refiere al líder de la revolución cubana –contra el que EE.UU. ha organizado cientos de atentados- como “terrorista y asesino en masa” y al revolucionario internacionalista –asesinado por la CIA en Bolivia- como “torturador y asesino en masa”.
De hecho, un verdadero “asesino en masa” como Luis Posada Carriles –autor de la voladura de un avión civil donde murieron 73 personas, casi tantas como recientemente en Noruega- es aplaudido en Miami como un héroe, mientras cinco agentes cubanos que buscaban información sobre sus actividades se encuentran encarcelados en prisiones norteamericanas.
