El 11 de septiembre del 2001 fue el día que nació el siglo veintiuno.
Después que las Torres Gemelas colapsaron como un juego de Jenga entre pacientes del mal de Parkinson los televisores nos presentaron a un hombre de turbante con mirada vaga y abundante barba estilo Barrabas el luchador barrigón.
Nos dijeron que se llamaba Osama bin Laden y era la cara del terrorismo.
A esa cara le dieron un tiro de arma larga por encima del ojo izquierdo el domingo pasado terminando una cacería humana que duro una década entera en la cual la gasolina nunca bajo de precio.
Rápido empezaron las discusiones sobre si se había hecho justicia a las 3,000 almas que perecieron en Nueva York o si valían menos que las víctimas de las guerras americanas que nunca salen en televisión.
Pero los muertos apestan y fijarse en ellos es una perdida de tiempo. Mejor es fijarse en bin Laden, y muy en especial en quien hizo a bin Laden, o sea el Tío Sam.
Permítanme que los medio oriente sobre lo que pasa en Oriente Medio con los bin Laden.
El papá era un ingeniero contratado para restaurar los monumentos sagrados en tierra santa musulmana, por eso era millonario y por eso tenía como 57 hijos.
Razón por la cual los árabes querían tanto al hombre que termino siendo comida de peces en el Golfo Pérsico, porque era un millonario que en vez de seguir los pasos de comerciante de su familia prefirió dejarse comer la cabeza en la universidad y seguir el fanatismo religioso del Islam.
Es como si el hijo de Donald Trump en vez de ir a las bienes raíces montara una iglesia (aunque esto es un mal ejemplo ya que las iglesias no pagan impuestos y son un buen negocio.)
Nota al calce: ¡Qué paguen impuestos las jodías Iglesias, coño! Ahora sigamos con el post.
Sobre bin Laden había una recompensa de $25 millones de dólares, pero esa cantidad tiene el mismo valor que los talibanes le dan a sus mujeres en comparación con los $22,000 millones de dólares que se gano Osama como agente de la C.I.A. (que en ingles significa Criminals In Action).
El Tío Sam para detener la expansión del Oso Soviético en Afganistán le pago a Osama bin Laden veintidós mil millones para que liderara la resistencia de las barbas apestosas que rezan cinco veces al día mirando hacia La Mecca Cleca.
El negocio funciono ya que el Tío Sam y bin Laden ganaron y los rusos perdieron hasta en Rocky IV.
Pero después cuando Bush padre se metió en Kuwait para sacar a Hussein en el 1991 (a quien también le habían vendido armas en 1982 y tenían los recibos para probarlo) los musulmanes sin circuncisión pensaron que los americanos habían violado tierra santa musulmana y les declararon la Guerra Santa.
En lo que parecería la trama de un capítulo de Pinky y Cerebro el árabe en diálisis de bin Laden le declaro la guerra a quien le había dado tanto dinero como para ser considerado el único terrorista en salir en la lista Forbes de “Millonarios Genocidas y las Mujeres que los Aman”.
Pero esta actitud no es de extrañar, lo mismo le paso al general Manuel Noriega en Panamá cuando desobedeció ordenes de la C.I.A. de que no robara los ahorros dopados de los narcos que lavaban dinero en los bancos de su país.
Y en 1989 (año de la lambada y el huracán Hugo) Tío Sam se metió allí y ahora mismo el otrora hombre fuerte de Panamá hace push ups y abdominales en una celda de Miami.
Estados Unidos los crea y después los destruye como un Prometeo encadenado moderno o un Dr. Frankestein con la Criatura.
Washington creó a los talibanes para sacar a los rusos de Afganistán, ahora los quiere matar, cosa que no esta mal si uno piensa que los talibanes quieren vivir como la edad de piedra, pero ¿porqué los crea en primer lugar?
El antiguo Secretario de Estado Henry Kissinger una vez dijo que “Estados Unidos no tiene amigos, Estados Unidos tiene intereses”, tal vez por eso ayudan económicamente y militarmente a potenciales enemigos y después le explota la carambola en la cara con tres mil muertos en televisión nacional un martes por la mañana.
Pero volvamos al caso que nos importa, al de bin Laden. La familia de éste mantenía relaciones comerciales con los Bush de América desde los ’70 (década del Cerro Maravilla y del porno chic), incluso la mañana del 11 de septiembre Bush padre estaba reunido con Wayubin bin Laden para discutir el precio del petróleo.
Lo que me lleva a otra de las teorías que solamente a alguien con mucho tiempo libre como yo se le puede ocurrir.
Osama bin Laden no tumbo las Torres Gemelas porque odiaba a los americanos solamente, ese odio en realidad nacía porque él fue el único hermano bin Laden que no estaba guisando con Tío Sam por ser tan fanático de la religión que mata por dibujitos del mamón de Mahoma.
Osama dijo: “Ustedes tras que no me dejan hacer chavos allá también vienen y se meten en lo mío aquí. Nah, es más, con el mismo entrenamiento que me diste tu para ganarle a los bebedores de Vodka baratos estos te voy a dar por donde te duele. Dile bye bye a tus torrecitas.”
Si porque Osama bin Laden fue el que tumbo las Torres Gemelas, de eso no hay duda. Ahora bien, que Bush supiera que las iban a atacar y no hiciera nada al respecto es otra historia.
Que invadieran Irak con la excusa del 9/11 también es otra historia, una historia bien pendeja pero otra historia al fin.
Por eso no me asombra mucho que mataran a bin Laden. No me malinterpreten, si me alegro que un millonario con habilidad genocida ya no exista, pero no me sorprende en lo absoluto.
Lo que si me da risa es como juegan con la mente de todos nosotros anunciando la fecha en que saldrán o no unas supuestas fotos del cuerpo sin vida del individuo al que Nostradamus se refería como el hombre del turbante mientras el morbo personal y la expectativa mundial crece. ¿Alguien dijo psicología industrial?
¿No será que ya tienen controlados un buen numero de pozos petroleros y ya no necesitaban la excusa de bin Laden? Digo esto porque ellos sabían que bin Laden estaba en una villa de Pakistán desde el 2008.
Si el Tío Sam mintió sobre las armas de destrucción masiva para invadir un país no sería nada que mintieran para asesinar a un solo hombre.
Si alguien me puede explicar esto también me gustaría que me explicara como se le hace la guerra a un sustantivo, o sea al terrorismo.
Si uno lo piensa mucho se puede decir que en parte bin Laden gano porque nos quitaron muchos derechos adquiridos que no van a volver.
A menos, claro esta, que esto hubiese sido lo que quería Tío Sam desde un principio, darle más poder a unos y quitárselo a otros, una especie de Guerra Civil entre ricos y pobres, potentes e impotentes, pero que nadie sabe que esta pasando.
Nada me sorprende. El mundo no es blanco y negro sino de color gris.
Este escrito no es anti-Estados Unidos sino anti-imperio y el Tío Sam fue el imperio que nos toco vivir.
Entiendo porque se comportan así pero no estoy de acuerdo con darle poder a quienes tratan de matarlos, y no me refiero a los musulmanes fundamentalistas pero si a los líderes estadounidenses que mandan una generación de muchachos con pobre educación a la guerra.
Un país que no le importa la vida de sus ciudadanos más que sus ganancias en fabricas tercermundistas no podrá estar tranquila nunca.
Mejor repetimos lo que que el escritor Henry Miller dijo antes de morir: “…mi única duda es saber si Estados Unidos acabará con el mundo o si el mundo va a acabar con Estados Unidos…”
Os Ama Tío Sam
