Teresa Gutiérrez ...
En la primera parte, Gutiérrez explicó cómo el imperialismo de EE.UU. se ha valido de la "guerra contra las drogas" para intervenir en México, pero su objetivo real es el gran movimiento de masas que se está amasando contra las condiciones intolerables allí.
Para justificar la intervención, el gobierno de EE.UU. hizo todo lo posible para caracterizar a México en términos similares a los utilizados en su guerra contra Irak.
Propaganda de EE.UU. ha pasado de referirse a México como un "aliado" a un "Estado fallido" y hasta "narco-refugio" y "amenaza a la seguridad nacional." Trabajadores mexicanos, obligados a venir a los EE.UU. como resultado del Tratado de Libre Comerico de Norte América o TLCAN (NAFTA) que provocó la ruina de los productores locales, ahora se clasifican como "terroristas potenciales".
Estas frases se utilizan para justificar la militarización de México y la frontera sur de EE.UU.. Esto comenzó en serio con la implementación del Plan México - que ahora se llama La Iniciativa Mérida.
En la primera parte, Gutiérrez explicó cómo el imperialismo de EE.UU. se ha valido de la "guerra contra las drogas" para intervenir en México, pero su objetivo real es el gran movimiento de masas que se está amasando contra las condiciones intolerables allí.
Para justificar la intervención, el gobierno de EE.UU. hizo todo lo posible para caracterizar a México en términos similares a los utilizados en su guerra contra Irak.
Propaganda de EE.UU. ha pasado de referirse a México como un "aliado" a un "Estado fallido" y hasta "narco-refugio" y "amenaza a la seguridad nacional." Trabajadores mexicanos, obligados a venir a los EE.UU. como resultado del Tratado de Libre Comerico de Norte América o TLCAN (NAFTA) que provocó la ruina de los productores locales, ahora se clasifican como "terroristas potenciales".
Estas frases se utilizan para justificar la militarización de México y la frontera sur de EE.UU.. Esto comenzó en serio con la implementación del Plan México - que ahora se llama La Iniciativa Mérida.
El sitio web del Departamento de Estado dice que la Iniciativa Mérida es un programa de largo plazo que "demuestra el compromiso de los Estados Unidos para trabajar en colaboración con los gobiernos de México", de Centroamérica, y de la República Dominicana y de Haití "para hacer frente a las organizaciones criminales cuyas acciones ilícitas erosionan el Estado de Derecho y amenacen la seguridad nacional de los Estados Unidos. Se proporcionan equipos, logística y apoyo en la aplicación de la ley.
La Iniciativa Mérida se remonta al TLCAN y La "Alianza de Seguridad y Prosperidad", creada por el gobierno de Bush, que, igual que el Plan Colombia, es el brazo armado de las políticas económicas de EE.UU.
El New York Times escribió el 1 de febrero que la administración Obama "se enfrenta a un nuevo escrutinio sobre el paradero de los $ 1.4 mil millones de la Iniciativa Mérida."
Es evidente que los $ 1.4 mil millones gastados en la Iniciativa Mérida - dinero expropiado al pueblo de los EE.UU. - se ha utilizado contra el pueblo mexicano. Se ha ido a proteger a la industria de la droga, no para detenerla.
Más de 45.000 soldados mexicanos han sido desplegados a través de las comunidades mexicanas. Grupos de derechos humanos llaman a esta tendencia represiva "La Criminalización de la Protesta". Más de 35.000 personas han muerto en la guerra contra las drogas, muchos de ellos inocentes o los corredores de bajo nivel, desesperados por un ingreso. Ha habido decapitaciones y asesinatos como parte de las luchas internas de los carteles de la droga. La gente de la resistencia y la lucha por el cambio también ha sido blanco de ataques.
Como ejemplo de la complicidad del gobierno mexicano, a uno de los principales líderes del cártel de Sinaloa se le permitió el uso del teléfono móvil en la prisión de máxima seguridad. También gozaba de la mejor disponibilidad de alimentos y visitas de las mujeres y otros. Jamás hubo otro preso mejicano con este cuido “Real”.
Encima, el narcotraficante se escapó de la prisión de alta seguridad. Los activistas y periodistas en México dicen que se le permitieron escapar, porque un sector del gobierno de México está aliada con uno de los carteles de la droga, dando como resultado asesinatos de funcionarios del gobierno para que tomen partido.
Un académico de la Universidad de Guadalajara escribe que la actividad de la droga en México genera $ 20 mil millones anuales y da trabajo a medio millón de personas. Esta enorme suma de dinero es como un océano de sangre para un vampiro insaciable. No hay en absoluto manera de que los bancos de EE.UU. dejen de lavar increíbles cantidades de dinero o de que los agentes de aduanas corruptos dejen de gozar de beneficios para el paso de drogas hacia los EE.UU.
La guerra de EE.UU. y México contra las drogas es en realidad una guerra contra el pueblo mexicano. Los líderes de los obreros, campesinos y movimientos indígenas están siendo detenidos bajo cargos de narcotráfico mientras muchas personas de Chihuahua, que fueron designados durante tres años en las directrices de la Iniciativa Mérida, han sido detenidos no por drogas sino debido a la organización de protestas contra el TLC.
Una zona de México, donde la violencia ha sido especialmente brutal es Ciudad Juárez.
El pasado 31 de enero, el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano, fue a El Paso, Texas, justo al otro lado del Río Grande frente a Ciudad Juárez. Ese mismo fin de semana el movimiento obrero realizó un evento para conmemorar la masacre de 18 jóvenes en Ciudad Juárez el año anterior.
Napolitano no mencionó ni una sola palabra sobre los homicidios ni de la de las más de 400 mujeres trabajadoras de las fábricas o “plantas maquiladoras” que han desaparecido o han sido salvajemente asesinadas en la zona.
En cambio, elogió al gobierno mexicano por su cooperación en la Guerra Contra las Drogas y amplió el apoyo del gobierno de EE.UU..
Pero ninguna cantidad de elogios o financiación para la represión será capaz de detener la marea de resistencia obrera en México. Incluso en el epicentro de la violencia, Ciudad Juárez, la gente se está organizando. Un lema en México declara: "No rendimos, ni nos callamos, ni olvidaremos”.
La Iniciativa Mérida se remonta al TLCAN y La "Alianza de Seguridad y Prosperidad", creada por el gobierno de Bush, que, igual que el Plan Colombia, es el brazo armado de las políticas económicas de EE.UU.
El New York Times escribió el 1 de febrero que la administración Obama "se enfrenta a un nuevo escrutinio sobre el paradero de los $ 1.4 mil millones de la Iniciativa Mérida."
Es evidente que los $ 1.4 mil millones gastados en la Iniciativa Mérida - dinero expropiado al pueblo de los EE.UU. - se ha utilizado contra el pueblo mexicano. Se ha ido a proteger a la industria de la droga, no para detenerla.
Más de 45.000 soldados mexicanos han sido desplegados a través de las comunidades mexicanas. Grupos de derechos humanos llaman a esta tendencia represiva "La Criminalización de la Protesta". Más de 35.000 personas han muerto en la guerra contra las drogas, muchos de ellos inocentes o los corredores de bajo nivel, desesperados por un ingreso. Ha habido decapitaciones y asesinatos como parte de las luchas internas de los carteles de la droga. La gente de la resistencia y la lucha por el cambio también ha sido blanco de ataques.
Como ejemplo de la complicidad del gobierno mexicano, a uno de los principales líderes del cártel de Sinaloa se le permitió el uso del teléfono móvil en la prisión de máxima seguridad. También gozaba de la mejor disponibilidad de alimentos y visitas de las mujeres y otros. Jamás hubo otro preso mejicano con este cuido “Real”.
Encima, el narcotraficante se escapó de la prisión de alta seguridad. Los activistas y periodistas en México dicen que se le permitieron escapar, porque un sector del gobierno de México está aliada con uno de los carteles de la droga, dando como resultado asesinatos de funcionarios del gobierno para que tomen partido.
Un académico de la Universidad de Guadalajara escribe que la actividad de la droga en México genera $ 20 mil millones anuales y da trabajo a medio millón de personas. Esta enorme suma de dinero es como un océano de sangre para un vampiro insaciable. No hay en absoluto manera de que los bancos de EE.UU. dejen de lavar increíbles cantidades de dinero o de que los agentes de aduanas corruptos dejen de gozar de beneficios para el paso de drogas hacia los EE.UU.
La guerra de EE.UU. y México contra las drogas es en realidad una guerra contra el pueblo mexicano. Los líderes de los obreros, campesinos y movimientos indígenas están siendo detenidos bajo cargos de narcotráfico mientras muchas personas de Chihuahua, que fueron designados durante tres años en las directrices de la Iniciativa Mérida, han sido detenidos no por drogas sino debido a la organización de protestas contra el TLC.
Una zona de México, donde la violencia ha sido especialmente brutal es Ciudad Juárez.
El pasado 31 de enero, el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano, fue a El Paso, Texas, justo al otro lado del Río Grande frente a Ciudad Juárez. Ese mismo fin de semana el movimiento obrero realizó un evento para conmemorar la masacre de 18 jóvenes en Ciudad Juárez el año anterior.
Napolitano no mencionó ni una sola palabra sobre los homicidios ni de la de las más de 400 mujeres trabajadoras de las fábricas o “plantas maquiladoras” que han desaparecido o han sido salvajemente asesinadas en la zona.
En cambio, elogió al gobierno mexicano por su cooperación en la Guerra Contra las Drogas y amplió el apoyo del gobierno de EE.UU..
Pero ninguna cantidad de elogios o financiación para la represión será capaz de detener la marea de resistencia obrera en México. Incluso en el epicentro de la violencia, Ciudad Juárez, la gente se está organizando. Un lema en México declara: "No rendimos, ni nos callamos, ni olvidaremos”.
http://investigar11s.blogspot.com/2011/03/por-fin-la-izquierda-estadounidense.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Investigar-11s+%28Investigar-11S%29&utm_content=Yahoo!+Mail
