La crisis en Yemen aumenta, tras las deserciones de altos mandos del régimen del presidente Ali Abudullah Saleh, respaldado por Estados Unidos.
El lunes, una decena de altos mandos militares anunció que protegería el movimiento de protesta después de que el viernes las fuerzas yemeníes abrieran fuego contra los manifestantes en Sanáh, capital de ese país, dejando un saldo de 45 muertos y alrededor de 350 heridos, a dos meses del inicio de manifestaciones en todo el país.
En los últimos años, Estados Unidos ha aportado cientos de millones de dólares en ayuda militar y de seguridad a Yemen.
“El gobierno de Obama realmente ha ampliado la guerra secreta en Yemen y ha aumentado de forma radical la financiación destinada a las fuerzas armadas yemeníes, sobre todo a la unidad antiterrorista de élite, que es entrenada por fuerzas de operaciones especiales estadounidenses”,
afirma el corresponsal de Democracy Now! y periodista independiente Jeremy Scahill. “Esto podría empeorar si el presidente Saleh decide dejar que las unidades antiterroristas entrenadas por Estados Unidos actúen por su cuenta".
En el siguiente video cortesía de TelesurTV, declaraciones del Presidente yemení:
Las protestas se han acentuado y el gobierno las reprime provocando muertes y heridos:
El presidente Ali Abdulah Saleh prometió hoy dejar el cargo a finales de año y advirtió a la cúpula militar de Yemen del peligro de guerra civil, si se acentúan las deserciones dentro del Ejército.
Saleh se reunió con la jefatura de las Fuerzas Armadas en un intento por atajar una posible escisión en esa institución después que seis generales, incluido el jefe de la Zona Militar del Noroccidente, decidieron ayer apoyar a los manifestantes antigubernamentales.
Advirtió que un golpe de Estado "podría desencadenar una guerra civil" y que "cualquier disidencia dentro de la institución militar afectará negativamente a toda la nación".
Durante la reunión sostenida en esta capital, el mandatario aseguró que entregará el poder después que termine la preparación de elecciones parlamentarias y la formación de instituciones democráticas "a finales de 2011 o en enero de 2012", según precisó el portavoz Ahmed Al-Sufi.
El jefe de Estado dijo que no le interesaba el poder, pese a que hasta ahora ha ignorado las multitudinarias protestas callejeras, en demanda de su renuncia y había señalado que sólo se iría cuando expirara su mandato constitucional en 2013.
"La nación es mucho más grande e importante que la ambición de individuos que desean perpetuarse en el poder",
puntualizó en una alocución trasmitida en vivo por la televisión estatal yemenita e inmediatamente rechazada por sus adversarios.
No obstante, descartó ceder el poder a los comandantes del Ejército que se unieron a la oposición y que el lunes generaron tensión cuando tanques y otros blindados salieron a las calles en misiones distintas de proteger a manifestantes y las instituciones gubernamentales.
Los opositores yemenitas, que desde el 27 de enero se manifiestan en las calles de Sanaa, Adén, Taiz, Ibb y otras localidades del país, rechazaron la nueva oferta de Saleh de "traspaso constitucional" del poder a finales de 2011 y reclamaron su salida inmediata.
Según los manifestantes, en las próximas horas se definirá el destino de Yemen y continuarán las demostraciones con participación de intelectuales, estudiantes universitarios, líderes y miembros de distintas tribus, a los que apoyan grupos de diputados y diplomáticos.
La matanza de 52 manifestantes por fuerzas de seguridad y francotiradores leales al Gobierno durante las protestas del pasado viernes multiplicaron las críticas contra Saleh, quien ha hecho numerosas concesiones, sin conseguir aplacar las presiones.
El lunes, una decena de altos mandos militares anunció que protegería el movimiento de protesta después de que el viernes las fuerzas yemeníes abrieran fuego contra los manifestantes en Sanáh, capital de ese país, dejando un saldo de 45 muertos y alrededor de 350 heridos, a dos meses del inicio de manifestaciones en todo el país.
En los últimos años, Estados Unidos ha aportado cientos de millones de dólares en ayuda militar y de seguridad a Yemen.
“El gobierno de Obama realmente ha ampliado la guerra secreta en Yemen y ha aumentado de forma radical la financiación destinada a las fuerzas armadas yemeníes, sobre todo a la unidad antiterrorista de élite, que es entrenada por fuerzas de operaciones especiales estadounidenses”,
afirma el corresponsal de Democracy Now! y periodista independiente Jeremy Scahill. “Esto podría empeorar si el presidente Saleh decide dejar que las unidades antiterroristas entrenadas por Estados Unidos actúen por su cuenta".
En el siguiente video cortesía de TelesurTV, declaraciones del Presidente yemení:
Las protestas se han acentuado y el gobierno las reprime provocando muertes y heridos:
El presidente Ali Abdulah Saleh prometió hoy dejar el cargo a finales de año y advirtió a la cúpula militar de Yemen del peligro de guerra civil, si se acentúan las deserciones dentro del Ejército.
Saleh se reunió con la jefatura de las Fuerzas Armadas en un intento por atajar una posible escisión en esa institución después que seis generales, incluido el jefe de la Zona Militar del Noroccidente, decidieron ayer apoyar a los manifestantes antigubernamentales.
Advirtió que un golpe de Estado "podría desencadenar una guerra civil" y que "cualquier disidencia dentro de la institución militar afectará negativamente a toda la nación".
Durante la reunión sostenida en esta capital, el mandatario aseguró que entregará el poder después que termine la preparación de elecciones parlamentarias y la formación de instituciones democráticas "a finales de 2011 o en enero de 2012", según precisó el portavoz Ahmed Al-Sufi.
El jefe de Estado dijo que no le interesaba el poder, pese a que hasta ahora ha ignorado las multitudinarias protestas callejeras, en demanda de su renuncia y había señalado que sólo se iría cuando expirara su mandato constitucional en 2013.
"La nación es mucho más grande e importante que la ambición de individuos que desean perpetuarse en el poder",
puntualizó en una alocución trasmitida en vivo por la televisión estatal yemenita e inmediatamente rechazada por sus adversarios.
No obstante, descartó ceder el poder a los comandantes del Ejército que se unieron a la oposición y que el lunes generaron tensión cuando tanques y otros blindados salieron a las calles en misiones distintas de proteger a manifestantes y las instituciones gubernamentales.
Los opositores yemenitas, que desde el 27 de enero se manifiestan en las calles de Sanaa, Adén, Taiz, Ibb y otras localidades del país, rechazaron la nueva oferta de Saleh de "traspaso constitucional" del poder a finales de 2011 y reclamaron su salida inmediata.
Según los manifestantes, en las próximas horas se definirá el destino de Yemen y continuarán las demostraciones con participación de intelectuales, estudiantes universitarios, líderes y miembros de distintas tribus, a los que apoyan grupos de diputados y diplomáticos.
La matanza de 52 manifestantes por fuerzas de seguridad y francotiradores leales al Gobierno durante las protestas del pasado viernes multiplicaron las críticas contra Saleh, quien ha hecho numerosas concesiones, sin conseguir aplacar las presiones.