JOSE LUIS MENDEZ – La congresista norteamericana de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, ha sumado a su largo historial de agresiones contra Cuba el liderar una cruzada difamatoria contra la eficiencia, dedicación, esfuerzo y ejemplo del sistema de salud pública cubano presente en distintas latitudes. Le preocupa y ataca.
La campaña incluye promover la deserción de los médicos cubanos con la promesa de que serán admitidos y podrán ejercer su profesión en Estados Unidos de manera expedita, en el marco del programa subversivo Cuban Medical Professional Programa, CMPP, aprobado y puesto en marcha por el presidente George W. Bush el 11 de agosto de 2006.
Mucho antes de producirse el devastador terremoto en Haití a inicios del año 2010, ya desde hacía varios años la medicina cubana salvaba vidas en ese pequeño país.
Durante los meses posteriores la presencia de personal de salud cubano se incrementó llevando alivio a los confines más remotos. Recientemente los medios de comunicación internacionales anunciaron con esperanza que las muertes de haitianos habían cesado como consecuencia de la epidemia de cólera, flagelo que azota ese país desde hace meses y contra el cual la medicina cubana realizó un colosal esfuerzo. Todavía hoy los médicos cubanos continúan en Haití.
Es un ejemplo indiscutible de solidaridad humana en defensa del derecho más universal, que es el derecho a la vida.
La congresista en su reciente visita a Haití conoció el alcance y resultados de los años de asistencia médica cubana en ese país, su prestigio y reconocimiento. Esta realidad la ha irritado. A su regreso a Estados Unidos ha prometido a los sectores más cavernarios de la emigración cubana realizar esfuerzos legislativos y políticos para eliminar la presencia médica cubana en ese país.
Diversas informaciones reveladas recientemente por Wikileaks confirman la veracidad de los planes contra las misiones médicas cubanas. Algunos cables señalan las presiones que se ejercieron sobre el gobierno de Calderón en México por la presencia de la “Operación Milagro” en su territorio y hasta la recogida de supuestas y falsas historias sobre mala praxis de los médicos en Cuba para desacreditar el sistema de salud en la isla.
Asegura otro cable de Wikileaks del 2009, es intensa la campaña en medio de la guerra encubierta contra Venezuela, para demeritar la Misión Barrio Adentro, que despliega el gobierno bolivariano y que coloca entre sus principales prioridades la salud de sus ciudadanos y llevando la atención médica a lugares donde la presencia de un médico era hasta ahora más que una quimera. La consigna de la extrema derecha es “minar por dentro” la Misión Barrio Adentro, intentan afectar su desarrollo.
Al coro difamador se han sumado varias organizaciones con larga data en el quehacer contra Cuba, como la mencionada Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). El contubernio también es compartido por los llamados Médicos sin Fronteras, con el auspicio y respaldo político de los congresistas de origen cubano, entre los cuales se destacan la voz y la gestión exaltada de Ileana Ros.
A la señora Ros le unen nexos históricos con el Miami Medical Teams, entidad dirigida por el Dr. Manuel Alzugaray, también asociada a la FNCA, cuando ambos difamaban la presencia de médicos cubanos en África. Según los registros oficiales Alzugaray aparece como uno de los asiduos donantes a las campañas electorales de la Congresista republicana.
Esta congresista califica de amenaza para los intereses de Estados Unidos en América Latina, la calidad, preparación profesional, el compromiso ético y político del personal de salud cubano. Es indiscutible que el ejemplo, transparencia, profesionalidad y dedicación de los médicos cubanos constituyen un referente y una real y tangible solución de problemas seculares de salud en los países latinoamericanos y de otras latitudes, que no han resuelto los discursos y promesas de administraciones norteamericanas a lo largo de los años.
El desarrollo del mencionado programa CMPP ha tomado un estilo mafioso, las deserciones de los médicos cubanos que cumplen labores en Venezuela son promovidas y administrada regularmente por Ileana Ros a través de dispositivos localizados en Colombia. Media para ello una “comisión” que debe pagar cada aspirante para obtener la visa y entrar a Estados Unidos. El destino de estas sumas que pueden ser elevadas es incierto.
Los métodos concebidos no se limitan a convocar y ofrecer facilidades, también median la extorsión y la amenaza.
En julio del 2009, con el patrocinio de la congresista Ileana Ros un grupo de veteranos terroristas de origen cubano viajó a Honduras, recién instaurado el golpista Roberto Micheletti, para solucionar de una vez el tema de la presencia de la Misión Médica cubana en ese país.
El selecto grupo proponía el siniestro plan de emplear la violencia contra los médicos cubanos alejados de la capital, atemorizarlos para que el gobierno cubano decidiera su regreso a Cuba, como resultado de una contundente provocación.
Tal propuesta criminal fue considerada inoportuna por los golpistas debido a las presiones internacionales que se ejercían contra ellos en esa fecha.
Los encomendados por Ileana Ros en esta misión, fueron Diego Suárez, Alberto Hernández y Jorge Vals terroristas militantes del Comité para la Libertad de Cuba, CLC, grupo extremista escindido de la Fundación Nacional Cubano Americana en el 2001, y que aboga por el empleo de la violencia para alcanzar sus objetivos de derrocar a la Revolución.
Ileana Ros al asumir este año como presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes se comprometió enfáticamente en aislar a los países que ella considera enemigos de EEUU. En la misma declaración amenazó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) con revisar como utiliza los fondos que EEUU le otorga.
Coincidentemente despachos noticiosos comunicaban el pasado mes de enero que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) había informado a Cuba sobre el congelamiento de $4.2 millones de dólares que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida y la Tuberculosis había destinado para el primer trimestre de este año.
De manera unilateral e inhumana la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos congeló los fondos, que regularmente se venían entregando por el PNUD todos los años, para combatir estas enfermedades en la Isla. Cualquier semejanza de este hecho con el pedigrí de Ileana Ros no es pura coincidencia.
La agresión contra el sistema de salud cubano constituye una fragrante violación de los más elementales principios que deben guiar la convivencia entre las naciones.
El CMPP está condenado al fracaso como lo han sido otros intentos intervencionistas. El pueblo cubano vencerá, le asiste la razón y la verdad.