Francia anunció este jueves a través de su ministro de Asunto Exteriores, Alain Juppé, que continuará realizando ataques aéreos sobre Libia “por el tiempo que sea necesario”, como parte de la agresión imperialista que esa nación europea encabeza junto a Estados Unidos y el Reino Unido contra el país del norte de África.
Juppé dijo a una radio local que Francia proseguirá con los ataques sobre Libia “para neutralizar” las filas militares del líder libio, Muammar Al Gaddafi, y condicionó su cese a que las autoridades del país árabe “acepten las condiciones que ha fijado el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El canciller francés además repitió el argumento con el que las potencias occidentales justifican su ataque a la soberanía de Libia, basado en la supuesta protección a la población civil y apoyo a las filas rebeldes, que se oponen a Gaddafi.
"Los objetivos son extremadamente claros: 'proteger a la población civil' y también poner en situación de tomar ventaja a los oponentes de Gaddafi que 'luchan por la libertad y la democracia'", declaró Juppé.
Indicó que el próximo paso en Libia, por el que indicó que va a trabajar el presidente francés, Nicolás Sarkozy, empezando en el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas, es "reunir las condiciones de un diálogo nacional" en el que participe el Consejo Nacional Transitorio libio (conformado por los rebeldes) pero también otros grupos.
Este jueves, por tercera ocasión en una semana, el Consejo de Seguridad de la ONU analizará la situación en Libia y escuchará un informe del secretario general del organismo multilateral, Ban Ki-Moon, sobre ese conflicto.
La nueva sesión de ese órgano de 15 miembros fue convocada para las 15:00 horas locales de Nueva York (19:00 GMT), cuando el titular de la ONU debe cumplir con lo estipulado por el duodécimo párrafo de la resolución 1973 aprobada el pasado jueves.
Ese enunciado obliga a Ban Ki-Moon a informar sobre "toda medida adoptada por los Estados miembros" con respecto a la implantación de una zona de exclusión aérea en Libia, decidida por el Consejo de Seguridad.
El acuerdo adoptado hace una semana abrió las puertas a una oleada de ataques de aviones militares de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña contra objetivos gubernamentales bajo el argumento de proteger a la población civil del país árabe.
La resolución 1973 fue adoptada con los votos a favor de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Colombia, Líbano, Nigeria, Portugal, Gabón, Sudáfrica y Bosnia y Herzegovina y las abstenciones de Rusia, China, Brasil, India y Alemania.
En la antesala a su informe de hoy, Ban Ki-moon emitió ayer un comunicado que condena el "continuado uso de la fuerza en el occidente de Libia" y llama a un inmediato cese de la violencia y a cumplir con "la responsabilidad de proteger a los civiles".
“Todos aquellos que violaron la ley internacional humanitaria y de los derechos humanos en Libia tendrán que rendir cuentas”, apuntó el secretario general, quien el sábado pasado participó en una cumbre europea que dio luz verde a las acciones militares contra Libia.
El pasado lunes el Consejo de Seguridad ignoró una solicitud oficial del gobierno de Libia para convocar una reunión urgente dedicada a debatir la agresión militar como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
Hace casi un mes el mismo cuerpo aprobó una resolución de condena contra la violencia en Libia y que decretó un embargo del suministro, venta o transferencia de armas a ese país norteafricano.
Además dispuso la inspección de todas las cargas procedentes o con destino a ese Estado y prohibió viajar y congeló los bienes del líder libio Muammar Al Gaddafi y de un grupo de personas familiares o vinculadas al gobernante.
El acuerdo adoptado hace una semana abrió las puertas a una oleada de ataques de aviones militares de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña contra objetivos gubernamentales bajo el argumento de proteger a la población civil del país árabe.
La resolución 1973 fue adoptada con los votos a favor de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Colombia, Líbano, Nigeria, Portugal, Gabón, Sudáfrica y Bosnia y Herzegovina y las abstenciones de Rusia, China, Brasil, India y Alemania.
En la antesala a su informe de hoy, Ban Ki-moon emitió ayer un comunicado que condena el "continuado uso de la fuerza en el occidente de Libia" y llama a un inmediato cese de la violencia y a cumplir con "la responsabilidad de proteger a los civiles".
“Todos aquellos que violaron la ley internacional humanitaria y de los derechos humanos en Libia tendrán que rendir cuentas”, apuntó el secretario general, quien el sábado pasado participó en una cumbre europea que dio luz verde a las acciones militares contra Libia.
El pasado lunes el Consejo de Seguridad ignoró una solicitud oficial del gobierno de Libia para convocar una reunión urgente dedicada a debatir la agresión militar como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
Hace casi un mes el mismo cuerpo aprobó una resolución de condena contra la violencia en Libia y que decretó un embargo del suministro, venta o transferencia de armas a ese país norteafricano.
Además dispuso la inspección de todas las cargas procedentes o con destino a ese Estado y prohibió viajar y congeló los bienes del líder libio Muammar Al Gaddafi y de un grupo de personas familiares o vinculadas al gobernante.
teleSUR-Rtl-Afp-Pl/MFD