Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

Dividir el país y robar el petróleo


La administración Obama nunca habría lanzado una guerra contra Libia si no tuviera ya preparado un títere dispuesto a asumir el poder tan pronto como terminen los combates. 
Ese títere parecer ser Mustafa Abdul Jalil, el ex ministro de justicia de Gadafi. Jalil es actualmente el dirigente de la oposición del Consejo Transitorio Nacional Libio, que controla a los insurgentes de Al Bayda. 
No se trata de ningún movimiento de base que propugne los preceptos fundamentales del gobierno democrático. 
Es toda una trápala de rebeldes armados por el ejército egipcio (con la aprobación estadounidense) para derrocar al régimen de Gadafi. Jalil ha cosechado el apoyo de la llamada “comunidad internacional” a pesar del hecho de que esa misma comunidad ha ignorado olímpicamente a los pacíficos manifestantes en Bahrein, Yemen y Arabia Saudí. 
Otro ejemplo más del apoyo selectivo que Naciones Unidas presta a determinados movimientos a favor de la democracia. 
 Les ofrezco aquí un retazo de una entrevista con el Sr. Jalil que apareció en The Daily Beast:

Pregunta: Si Vd. llega a ganar, ¿qué visión tiene de la nueva Libia?

Mustafa Abdul Jalil:
    “Estamos luchando por una nueva Libia democrática y civil, dirigida por un gobierno democrático y civil que se centre en el desarrollo económico, en la construcción de la sociedad civil e instituciones civiles y un sistema multipartidista.  Una Libia que respete todos los acuerdos internacionales, que se lleve bien con sus vecinos, que luche contra el terrorismo, que respete todas las religiones y etnias… Buscaremos una transición suave y pacífica, redactando una nueva constitución que lleve al país a unas elecciones parlamentarias y legislativas libres y justas, así como a elecciones presidenciales… Habrá una conferencia pacífica de gobierno de acuerdo con las elecciones, bajo la observación de las organizaciones internacionales.”
Ahí lo tienen, otro “demócrata” comprometido, otro como Karzai, Abbas, Calderón, Uribe, Siniora, etc. Era previsible que Jalil repitiera como un loro todas las palabras de moda que tan familiares resultan en determinadas relaciones públicas: sociedad civil, constitución, transición pacífica, elecciones parlamentarias, democracia, democracia, democracia y, oh, ¿he mencionado la palabra democracia? 

La idea de que esta farsa patrocinada por EEUU es una especie de erupción espontánea de las masas en búsqueda de libertad es de risa. Aquí va ahora un resumen de un artículo de Reuters que revela la verdad existente tras la propaganda:
    “El ejército egipcio ha empezado a enviar armas a los rebeldes libios, con conocimiento de Washington, a través de la frontera, informaba el viernes The Wall Street Journal. Citando a funcionarios rebeldes libios y estadounidenses, el periódico decía que los envíos constaban en su mayoría de armas pequeñas, como rifles de asalto y munición.  Parecía ser el primer caso en que un gobierno exterior arma a los combatientes rebeldes, decía el periódico…
EEUU es el principal aliado y proveedor de ayuda militar a Egipto…
    “Los estadounidenses han dado luz verde a Egipto para que ayude a los rebeldes.  No quieren implicarse a un nivel directo, pero los egipcios no lo harían si no tuvieran luz verde.” (“Egypt arming Libya rebels, Wall Street Journal reports”, Reuters).
Esto puede explicar por qué Hillary decidió reunirse precisamente la pasada semana con los dirigentes de la nueva junta de Egipto. Es probable que quisiera asegurarse de que las operaciones patrocinadas por EEUU iban viento en popa ahí al lado, en Libia. 

En cualquier caso, está claro que la administración Obama está utilizando su influencia en El Cairo para enviar armas de contrabando a los rebeldes en Bengasi.

Así pues, ¿cuál es aquí el final? ¿Piensa realmente Obama que puede deponer a Gadafi con esa chusma armada de descontentos o se guarda algún as en la manga?

La respuesta a estas preguntas podemos encontrarla en un artículo publicado en Businessweek titulado “Libya’s Eastern Rebels, Long-Time Gaddafi Foes, Driving Revolt” [Los rebeldes del este de Libia, enemigos de Gadafi desde hace tiempo, dirigen la revuelta”. Aquí va un resumen:
    “Décadas de abandono y discriminación económica contra los libios de la provincia oriental de Cirenaica han proporcionado la leña que atizó el fuego para la revuelta contra el líder Muamar Gadafi… La rebelión empezó en Cirenaica, una región dotada de petróleo…
    Con cientos de kilómetros de desierto separando las principales ciudades de las tres regiones de Libia: Cirenaica, Tripolitania y Fezzan, en el Sahara, al suroeste del país, las regiones tienen pocos vínculos las unas con las otras…”
    “Libia como país es un concepto relativamente nuevo”, dijo Elliot Abrams, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores en Washington y ex asesor adjunto de seguridad nacional del Presidente George W. Bush. “El período de Libia como nación moderna empieza realmente tras la II Guerra Mundial.”
La mayor parte de las probadas reservas de gas y petróleo se encuentran en Cirenaica, una de las tres provincias que la potencia colonial del siglo XX, Italia, unió, constituyendo el precedente de la moderna Libia. El petróleo y el gas suponen el 97% de los ingresos de las exportaciones libias, la cuarta parte de la producción económica del país y el 90% de los ingresos del gobierno, según el Fondo Monetario Internacional.
    “Los importantes ingresos provenientes del sector energético junto con una población escasa dan a Libia uno de los PIB per capita más altos de África, pero muy poco de esos ingresos benefician a los sectores más desfavorecidos de la sociedad”, escribió la CIA en un documento público en que analizaba la economía de Libia.
    “Con 105.000 millones de dólares de reservas en el tesoro nacional y una población de 6,5 millones, Libia tiene suficientes fondos como para llevar a cabo la transición del régimen de Gadafi y suavizar cualquier tensión regional que pueda producirse como consecuencia de cuatro décadas de inversiones favoreciendo la región de Trípoli”, dijo Abrams en una entrevista.
    “Si tuviera un nuevo gobierno, podría actualmente adoptar un plan de desarrollo que podría comprar años de estabilidad”, añadió.
Repito: “El gas y el petróleo suponen el 97% de los ingresos provenientes de las exportaciones libias, la cuarta parte de la producción económica del país y el 90% de los ingresos del gobierno.”
¿Qué significa eso?

Significa que todos recursos de Libia se localizan en la provincia oriental, que puede fácilmente escindirse al estilo utilizado en Serbia con el apoyo de los imperialistas extranjeros mediante sus ejércitos-apoderados y sus títeres “promotores de democracia”. 

Esto es lo que hay realmente en el corazón de la “intervención humanitaria” de Obama, una nueva balcanización más del Oriente Medio. Se trata tan sólo de seguir con el saqueo disfrazado de magnanimidad.

Fuente:
http://www.informationclearinghouse.info/article27733.htm

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