Organizaciones defensoras de los derechos humanos solicitaron a la justicia chilena que se proceda a la exhumación del cadáver del expresidente Salvador Allende para determinar con precisión cómo falleció.
El pedido corrió a cargo de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) en un contexto de presentación de 403 nuevas querellas por violaciones de los derechos humanos durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Es una obligación ética y moral investigar plenamente las causas de su muerte”, opinó Alicia Lira, presidente de la AFEP y quien sostiene que contra Allende se cometió un magnicidio.
“Aquí hubo un magnicidio, en el momento del terrorismo de Estado, el momento del golpe de Estado, (Allende) no tenía ninguna salida y ninguna seguridad”, manifestó Lira, conocida la determinación de la justicia chilena de investigar las circunstancias de su deceso.
Por su parte el reconocido abogado chileno Eduardo Contreras afirmó que “no es posible aceptar tesis como dogmas de fe, cuando todos sabemos que el cuerpo del presidente Allende fue acribillado por las balas de los militares (…) El país tiene derecho a saber la verdad”, remarcó.
A más de 37 años del golpe de Estado contra el líder de la Unidad Popular, la justicia chilena aceptó la histórica indagación, luego que el nombre del líder de la Unidad Popular apareció en una lista de 726 querellas presentadas por la fiscal de la Corte de Apelaciones de Santiago Beatriz Pedrals, relacionadas con víctimas del régimen castrense.
De inmediato en el escenario político cobró relieve el debate entre los que se inclinan por la tesis del suicidio y los que sostienen que Allende fue asesinado por miembros de la Junta Militar de Pinochet.
“Todo indica que el presidente Allende fue asesinado, porque las tropas que entraron a La Moneda no entraron a saludarlo, entraron a matar a su enemigo, que en ese minuto era Allende”, considera el reconocido cineasta chileno Miguel Littin.
Unas tres mil personas fueron asesinadas o desaparecidas durante la dictadura militar de Pinochet y otras 50 mil sufrieron torturas, cárcel o persecución.
Prensa Latina