Venezolanos torturados por Luis Posada Carriles exigieron al Gobierno de Estados Unidos la extradición del terrorista para que responda por sus crímenes.
“Le pedimos a Estados Unidos que cumpla el tratado bilateral suscrito hace más de 80 años para que la justicia castigue a ese asesino”, señaló Brenda Esquivel, sobreviviente en junio de 1972 de la masacre de La Victoria.
Posada Carriles, bajo el seudónimo de Comisario Basilio, dirigió entonces a efectivos de los cuerpos represivos en una redada contra integrantes de movimientos revolucionarios venezolanos.
En la operación perdieron la vida varios camaradas, fui detenida y luego torturada metal y físicamente, recordó.
De acuerdo con Esquivel, desde ese día, junto a otras víctimas del terrorista, exige justicia.
Nosotros estábamos seguros de que con el Gobierno de George W. Bush (2001-2009) no se lograría la extradición, porque Posada Carriles es un protegido del Clan Bush, que lo formó y financió, dijo.
Venezuela solicitó hace un lustro la extradición del prófugo, quien en 1985 escapó de una prisión en San Juan de los Morros, estado de Guárico, mientras esperaba sentencia por la voladura de un avión cubano con 73 seres humanos a bordo, en octubre de 1976, precisamente durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
“Tuvimos esperanza con la llegada de Barack Obama, pero vemos con dolor la misma línea de los Bush y el asesino sigue libre, lejos de la ley y del castigo por sus crímenes”, advirtió.
Esquivel aseguró que Posada Carriles representa una amenaza para la sociedad.
Aunque con más años, su mente macabra no ha dejado de maquinar nuevos crímenes y muertes; su lugar es detrás de las rejas, expuso.
A pesar de la historia criminal del prófugo en Venezuela y del tratado de extradición Caracas-Washington, Estados Unidos ignora la solicitud, y Posada Carriles pasea por calles de Miami.
Para el abogado José Pertierra, la intención es impedir el envío a Venezuela.
En Estados Unidos nunca se juzgará a Posada Carriles por terrorista, y la verdadera función del proceso migratorio que le siguen en El Paso, Texas, es entorpecer la extradición a Venezuela, denunció.
“Le pedimos a Estados Unidos que cumpla el tratado bilateral suscrito hace más de 80 años para que la justicia castigue a ese asesino”, señaló Brenda Esquivel, sobreviviente en junio de 1972 de la masacre de La Victoria.
Posada Carriles, bajo el seudónimo de Comisario Basilio, dirigió entonces a efectivos de los cuerpos represivos en una redada contra integrantes de movimientos revolucionarios venezolanos.
En la operación perdieron la vida varios camaradas, fui detenida y luego torturada metal y físicamente, recordó.
De acuerdo con Esquivel, desde ese día, junto a otras víctimas del terrorista, exige justicia.
Nosotros estábamos seguros de que con el Gobierno de George W. Bush (2001-2009) no se lograría la extradición, porque Posada Carriles es un protegido del Clan Bush, que lo formó y financió, dijo.
Venezuela solicitó hace un lustro la extradición del prófugo, quien en 1985 escapó de una prisión en San Juan de los Morros, estado de Guárico, mientras esperaba sentencia por la voladura de un avión cubano con 73 seres humanos a bordo, en octubre de 1976, precisamente durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
“Tuvimos esperanza con la llegada de Barack Obama, pero vemos con dolor la misma línea de los Bush y el asesino sigue libre, lejos de la ley y del castigo por sus crímenes”, advirtió.
Esquivel aseguró que Posada Carriles representa una amenaza para la sociedad.
Aunque con más años, su mente macabra no ha dejado de maquinar nuevos crímenes y muertes; su lugar es detrás de las rejas, expuso.
A pesar de la historia criminal del prófugo en Venezuela y del tratado de extradición Caracas-Washington, Estados Unidos ignora la solicitud, y Posada Carriles pasea por calles de Miami.
Para el abogado José Pertierra, la intención es impedir el envío a Venezuela.
En Estados Unidos nunca se juzgará a Posada Carriles por terrorista, y la verdadera función del proceso migratorio que le siguen en El Paso, Texas, es entorpecer la extradición a Venezuela, denunció.