Una de cada cuatro estrellas podría tener planetas del tamaño de la Tierra. Es la conclusión a la que ha llegado un equipo de astrónomos de la Universidad de California, en Berkeley, tras estudiar 166 estrellas de tipo G (como el Sol) y tipo K (estrellas naranja menos masivas que nuestro Sol), a menos de 80 años luz de distancia de nuestro planeta, con ayuda de los telescopios Keck de Hawaii. En total han encontrado 22 estrellas con planetas detectables.
“Si cogemos 100 estrellas típicas similares al Sol, sólo una o dos tienen planetas del tamaño de Júpiter, seis tienen planetas como Neptuno y 12 tendría super-Tierras, es decir, con una masa de 3 a 10 veces superior a la de nuestro planeta”, explica Andrew Howard, coautor del estudio. En cuanto a planetas de tamaño similar a la Tierra, predicen que hay 23 por cada 100 estrellas.
“Lo que esto significa”, añade Howard, “es que si la NASA desarrolla nuevas técnicas durante la próxima década para encontrar planetas similares al nuestro no tendrá que buscar muy lejos”. El siguiente paso es averiguar cuántos de estos planetas podrían albergar vida, para lo que es necesario calcular si se encuentran en la zona habitable, es decir, a una distancia de la estrella ni demasiado caliente ni demasiado fría para que exista agua líquida.
"Uno de los objetivos de la astronomía es encontrar el valor de la la 'eta-Tierra' (ηTierra), es decir, el porcentaje de estrellas como el Sol que tienen una Tierra", apunta Howard. "Esta es una primera estimación, y puede que el número real sea una de cada ocho en lugar de una de cada cuatro. Pero no es una de cada 100, y eso ya es una gran noticia", asegura.
“Si cogemos 100 estrellas típicas similares al Sol, sólo una o dos tienen planetas del tamaño de Júpiter, seis tienen planetas como Neptuno y 12 tendría super-Tierras, es decir, con una masa de 3 a 10 veces superior a la de nuestro planeta”, explica Andrew Howard, coautor del estudio. En cuanto a planetas de tamaño similar a la Tierra, predicen que hay 23 por cada 100 estrellas.
“Lo que esto significa”, añade Howard, “es que si la NASA desarrolla nuevas técnicas durante la próxima década para encontrar planetas similares al nuestro no tendrá que buscar muy lejos”. El siguiente paso es averiguar cuántos de estos planetas podrían albergar vida, para lo que es necesario calcular si se encuentran en la zona habitable, es decir, a una distancia de la estrella ni demasiado caliente ni demasiado fría para que exista agua líquida.
"Uno de los objetivos de la astronomía es encontrar el valor de la la 'eta-Tierra' (ηTierra), es decir, el porcentaje de estrellas como el Sol que tienen una Tierra", apunta Howard. "Esta es una primera estimación, y puede que el número real sea una de cada ocho en lugar de una de cada cuatro. Pero no es una de cada 100, y eso ya es una gran noticia", asegura.