Beijing, 10 sep (PL) Cuba ratificó aquí su compromiso con la lucha contra el terrorismo en una conferencia de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que revisó convenios para tipificar e incorporar nuevas figuras delictivas contra ese sector.
Detalles de la participación cubana en ese encuentro concluido hoy fueron explicados a Prensa Latina por Joanka Acosta, asesora jurídica del Instituto de la Aeronáutica Civil del país caribeño (IACC), quien precisó que la cita iniciada el pasado día 30 actualizó documentos en algunos casos vigentes desde los años 70.
Vinimos a aprobar lo que se ha trabajado desde 2001, pero finalmente se decidió fusionarlo todo en un nuevo convenio que incluya el anterior y su protocolo, añadió.
Ampliando esa idea, señaló que una de las nuevas figuras se refiere al uso de las naves aéreas como armas para realizar actos terroristas, como ocurrió cuando los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Previo a ese suceso, las disposiciones se centraban en hechos contra la aviación civil y su seguridad, recordó.
Agregó que en el caso de Cuba, su participación estuvo favorecida por el hecho de que su Ley contra el Terrorismo, vigente desde 2001, incluye muchos de los delitos refrendados en esta conferencia de Beijing.
En esta ocasión también se decidió que las partes se adhieran al nuevo instrumento jurídico, denominado Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Aviación Civil, luego de un período de 90 días a fin de facilitar un proceso de revisión y consultas, tras lo cual se procederá a su ratificación.
De acuerdo con la asesora jurídica del IACC, su delegación ejemplificó la necesidad de reforzar y actualizar los mencionados documentos y su aplicación con el caso del conocido terrorista Luis Posada Carriles, autor de la voladura de un avión cubano en octubre de 1976 con saldo de 73 muertos, y quien "sin embargo continúa paseándose por las calles de Estados Unidos", recordó.
Al respecto resaltó que el nuevo convenio establece que todo terrorista debe ser sancionado en primera instancia por el país donde se encuentre o extraditado cuando otro establece su jurisdicción.
Detalles de la participación cubana en ese encuentro concluido hoy fueron explicados a Prensa Latina por Joanka Acosta, asesora jurídica del Instituto de la Aeronáutica Civil del país caribeño (IACC), quien precisó que la cita iniciada el pasado día 30 actualizó documentos en algunos casos vigentes desde los años 70.
Vinimos a aprobar lo que se ha trabajado desde 2001, pero finalmente se decidió fusionarlo todo en un nuevo convenio que incluya el anterior y su protocolo, añadió.
Ampliando esa idea, señaló que una de las nuevas figuras se refiere al uso de las naves aéreas como armas para realizar actos terroristas, como ocurrió cuando los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Previo a ese suceso, las disposiciones se centraban en hechos contra la aviación civil y su seguridad, recordó.
Agregó que en el caso de Cuba, su participación estuvo favorecida por el hecho de que su Ley contra el Terrorismo, vigente desde 2001, incluye muchos de los delitos refrendados en esta conferencia de Beijing.
En esta ocasión también se decidió que las partes se adhieran al nuevo instrumento jurídico, denominado Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Aviación Civil, luego de un período de 90 días a fin de facilitar un proceso de revisión y consultas, tras lo cual se procederá a su ratificación.
De acuerdo con la asesora jurídica del IACC, su delegación ejemplificó la necesidad de reforzar y actualizar los mencionados documentos y su aplicación con el caso del conocido terrorista Luis Posada Carriles, autor de la voladura de un avión cubano en octubre de 1976 con saldo de 73 muertos, y quien "sin embargo continúa paseándose por las calles de Estados Unidos", recordó.
Al respecto resaltó que el nuevo convenio establece que todo terrorista debe ser sancionado en primera instancia por el país donde se encuentre o extraditado cuando otro establece su jurisdicción.