Panamá, 10 sep (PL) El flagelo del trabajo infantil en Panamá afecta en la actualidad a unos 90 mil menores, en un escenario que refleja hoy las dificultades para cumplir con el propósito de eliminar el problema, informaron fuentes oficiales.
Según directivos de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF), en el país aun están presentes las peores formas de esa actividad.
Para Gloria Lozano, directora de esa institución, entre ellas se mencionan la explotación sexual comercial, con 169 casos denunciados desde el 2009 a la fecha.
Unido a ello se incluyen las labores en los sectores de la agricultura y la pesca, el trabajo doméstico y la economía informal, entre otras.
Las autoridades realizan operativos de forma periódica para detectar las violaciones a las normas establecidas, ya sea en las ciudades o en el campo durante las temporadas de cosecha.
El problema se agudiza en el periodo de vacaciones escolares y el fin de año, pues muchos menores se suman al mercado laboral ya sea para acompañar a sus padres o bien en busca de ingresos adicionales en sus hogares.
Bajo esas condiciones, la pobreza es mencionada también como un obstáculo en el camino hacia la erradicación del trabajo infantil según los Objetivos del Milenio.
En ese programa la meta apunta a eliminar las peores formas hacia el 2015 y de forma total cinco años después de esa fecha.
Según directivos de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF), en el país aun están presentes las peores formas de esa actividad.
Para Gloria Lozano, directora de esa institución, entre ellas se mencionan la explotación sexual comercial, con 169 casos denunciados desde el 2009 a la fecha.
Unido a ello se incluyen las labores en los sectores de la agricultura y la pesca, el trabajo doméstico y la economía informal, entre otras.
Las autoridades realizan operativos de forma periódica para detectar las violaciones a las normas establecidas, ya sea en las ciudades o en el campo durante las temporadas de cosecha.
El problema se agudiza en el periodo de vacaciones escolares y el fin de año, pues muchos menores se suman al mercado laboral ya sea para acompañar a sus padres o bien en busca de ingresos adicionales en sus hogares.
Bajo esas condiciones, la pobreza es mencionada también como un obstáculo en el camino hacia la erradicación del trabajo infantil según los Objetivos del Milenio.
En ese programa la meta apunta a eliminar las peores formas hacia el 2015 y de forma total cinco años después de esa fecha.