Mientras la "sociedad civil" de Managua arma aquelarres de poca asistencia como la "marchita de las escobas" del pasado sábado contra la supuesta corrupción del gobierno, sus financiadores de la paramilitar DynCorp International es una de las multinacionales más corruptas y menos transparentes del planeta.
Como dice el dicho: "candil de la calle ..."
En días pasados informamos que el programa CamTransparencia de la USAID, fundado en 2004 con el supuesto fin de combatir la corrupción y promover la transparencia en ciertos países de Centroamérica, en realidad era manejado por Casals & Associates, una filial de la multinacional paramilitar DynCorp. (1)
Entre los miembros de la red Unión Ciudadana por la Democracia(2) que organizó el largamente publicitado aquelarre del sábado 20 de marzo, una marcha de unas pocas cuadras que movilizó (según la fuente) entre 500 y 2.000 asistentes armados de escobas que prometieron “barrer” la supuesta corrupción del gobierno sandinista, hay varios "socios" y receptores de ayuda del programa CamTransparencia de la DynCorp.
Entre los primeros se encuentra La Fundación FVBCH de Doña Violeta, la mamá de Carlos Fernando Chamorro, que es a su vez el vicepresidente.
A la categoría de los segundos pertenecen grupos como el irregular Movimiento Autónomo de Mujeres perteneciente al Grupo CINCO del mismo Carlos Fernando y manejado por su mujer Sofía Montenegro, la Red de Juventud Nicaragüita, la Juventud por la Democracia en Nicaragua, la Comisión Permanente de Derechos Humanos, y otros.
Es conocido que la DynCorp cuenta con un largo historial terrorista por los crímenes cometidos al participar como subcontratista del ejército estadounidense en varias guerras desde Kosovo hasta Iraq pasando por Colombia y Afganistán, así como en la desestabilización de países del ALBA como Bolivia.
En la Nicaragua de los años 80s, la DynCorp ayudó al Coronel Oliver North a proveer a la contra de armas y amuniciones usadas en la guerra de “baja intensidad” de los EE.UU contra el pueblo nicaragüense.(3)
Ahora resulta que la multinacional encargada de promover la transparencia en Nicaragua además ha estado en varios casos de corrupción a lo largo de toda su historia:
A inicios de la década de los 80s Dynalectron, que era el nombre de DynCorp en ese entonces, fue investigada por un escándalo de licitaciones trucadas a varias empresas del sector eléctrico, entre ellas su filial Dynalectric. Dynalectron/DynCorp fue entonces obligada a dejar fuera de funciones con goce de sueldo a su jefe de operaciones (ex-gerente de Dynalectric) como condición para ser elegible para futuros contratos federales.
En 1987 DynCorp llegó a un acuerdo con el gobierno, pagando una multa de 1,5 millones de dólares, y para evitar el juicio se declaró culpable antes del inicio del mismo, recibiendo una multa adicional de un millón de dólares. El ex-jefe de operaciones fue condenado a dos años de prisión de los cuales sólo tuvo que cumplir seis meses.(4)
Cuando la DynCorp, por medio de su subcontratista Eagle Aviation Services and Technology, Inc. (EAST) trabajaba con el coronel Oliver North creando un puente ilegal de trasiego de armas para la contra nicaragüense en los 80s, el famoso escándalo Irán-Contras, el propio North preparó todo para que la EAST y otras compañías del mismo propietario, el ex-coronel de la Fuerza Aérea Richard Gadd, recibiesen jugosos contratos de ayuda humanitaria lícita del Departamento de Estado. Al testificar ante el Congreso por el escándalo Irán-Contras, Gadd se acogió a la cláusula de inmunidad frente a cualquier tipo de enjuiciamiento y ni él ni EAST fueron acusados de ilegalidades.(5)
El 2 de junio de 2000,(6) miembros del 48 Destacamento de la Policía Militar llevaron a cabo una razzia en el hangar de la DynCorp en el Campamento Comanche, una de las dos bases militares en ese entonces en Bosnia. Todo el personal de la empresa fue detenido e interrogado.
La razón: las acusaciones de varios ex-empleados acerca del funcionamiento de una red de tráfico de menores y armas a cargo de los mercenarios contratados por la empresa. Kathryn Bolkovac, una ex-oficial de la policía contratada por DynCorp para trabajar en Bosnia ganó una demanda de $173.000 dólares contra una subsidiaria británica de la DynCorp por haberla despedido luego de que hiciese pública su denuncia del tráfico ilegal.
A las pocas horas del fallo, la DynCorp firmó un “acuerdo de caballeros” con el mecánico de helicópteros Ben Johnston, otro de los trabajadores que había denunciado las orgías sexuales y otras actividades criminales que tenían lugar en el Campamento Comanche.(7)
DynCorp ha estado a cargo de la formación de los policías afganos desde 2003. Para ello ha recibido fondos del gobierno estadounidense por un valor de unos 7.000 millones de dólares. Sin embargo, como escribe el periodista Pratap Chatterjee de CorpWatch, “la policía afgana es ampliamente considerada como corrupta en incapaz de dar en el blanco, mueren a un ritmo dos veces mayor que el de los soldados afganos y las tropas de la OTAN”.(8)
El Departamento de Estado y el de Defensa cuestionan cada vez más la eficiencia de la multinacional. Según un informe de los inspectores Mary L. Ugone y Richard “Nick” Arntson, del Departamento de Estado, el problema no es sólo el pobre desempeño de la DynCorp, sino además la falta de transparencia en torno a su gestión:
Los cambios requeridos por el Pentágono toman hasta seis meses en implementarse; en las órdenes a la empresa no se especifican los contenidos del entrenamiento ni se dan criterios para evaluar su trabajo; los recibos y comprobantes de pago presentados por la empresa son “virtualmente inexistentes”; un equipo supuestamente encargado de supervisar el trabajo de la empresa en el terreno sólo tiene tres de sus siete miembros en el lugar de operaciones; una buena parte del equipamiento recibido por DynCorp para entrenar a los policías (vehículos, armas, etcétera) se ha perdido; al menos 322 millones de dólares en facturas al Departamento de Estado fueron aprobadas aún cuando los gastos “no eran admisibles, adjudicables ni razonables”. (9)
Según otro informe de enero de 2010 realizado por el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Iraq (SIGIR, por sus siglas en inglés), la autoridad “no tiene confianza en los pagos de más de 1.000 millones realizados a DynCorp” de un total de 2.500 millones pagados desde el inicio del contrato. Igual que en Afganistán, el informe de SIGIR confirma que la Oficina Internacional para Narcóticos y Asuntos Policiales (INL, por sus siglas en inglés) pagó a DynCorp por trabajos “cuestionables” como por ejemplo, un grupo de seguridad encargado de proteger a seis instructores de prisiones por el que se pagó más de 4 millones y medio de dólares mientras que éstos ya contaban con un grupo de seguridad pagado por la embajada a un costo de 546 mil dólares anuales. (10)
Tanto en el caso de Iraq como en el de Afganistán los auditores le echan la culpa de los ingentes recursos perdidos a la pobre supervisión de parte de las agencias gubernamentales, pero el hecho es que la que termina llevándose los miles de millones de dólares al bolsillo es DynCorp.
No es extraño que la empresa en realidad se sirva de los recursos del gobierno a placer, sobre todo si tenemos en cuenta que sus directivos están íntimamente vinculados a la estructura de poder del imperio estadounidense y en especial de su complejo militar-industrial. Por ejemplo: (11)
Su gerente general Robert B. McKeon es miembro del Council on Foreign Relations (CFR), del Center for Strategic and International Studies (CSIS) y presidente de la multinacional del sector salud Veritas Capital. En la junta directiva de DynCorp hay varios altos ex-oficiales del ejército estadounidense:
El general retirado y ex-zar antidrogas Barry Richard McCaffrey, el también general retirado Peter Schoomaker, que fue Jefe del Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos entre 2004 y 2007, el almirante Joseph Prueher, que fue jefe del Comando del Pacífico y embajador de los EE.UU en Pekín, y el almirante Leighton W. Smith, Jr. Que hasta 1996 fué Comandante en Jefe de la Marina de los EE.UU en Europa, de las Fuerzas Aliadas en el sur del viejo continente y jefe de las tropas de la OTAN en Bosnia (IFOR).
Otros representantes de la élite de poder estadounidense en la junta directiva de DynCorp son Ramzi M. Musallam, representante de Veritas Capital, y el ex-director ejecutivo de la empresa de armamentos BAE Systems, Inc. Mark H. Ronald.
Los grupúsculos de la denominada “sociedad civil” de Nicaragua, que cierran los ojos al recibir los ingentes recursos que el Departamento de Estado destina a financiarlos, dan muestra de que no es la lucha contra la corrupción lo que los mueve, sino intereses mezquinos y totalmente inconfesables.
NOTAS:
(1) http://radiolaprimerisima.com/noticias/general/73020/eeuu-enjambre-ongs-... y www.tortillaconsal.com/tortilla/node/5566
(3) ACUSACIÓN CONTRA LA TRANSNACIONAL DYNCORP Elaborada por la Corporación Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” Tribunal Permanente de los Pueblos.
(9) ibid