Flor Neves (LITCI)
El 19 y 20 de noviembre se realizó en Caracas el "Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda", llamado por Chávez y el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), que reunió varias organizaciones de diversos continentes.
El centro del encuentro fue el debate sobre las bases militares de EE UU en Colombia, el golpe en Honduras, bien como la construcción del socialismo del siglo XXI, que se tradujeron en una plataforma común - el Compromiso de Caracas.
Al final de este encuentro, Chávez hizo públicamente un llamado a la construcción de una V Internacional. Se decidió crear un grupo de trabajo para preparar el evento constitutivo de fundación de la nueva Internacional en abril de 2010, siendo que los diversos partidos presentes podrán o no venir a formar parte de esa plataforma.
La importancia de la construcción de una organización Internacional
En primer lugar, no podemos dejar de decir que la propuesta de Chávez volvió a reflotar la discusión sobre la necesidad de una organización Internacional. La propuesta de una V Internacional se apoya en una percepción cada vez mayor de los trabajadores y pueblos a nivel mundial de que los ataques que sufren a diario tienen un carácter global, del cual las grandes empresas multinacionales esparcidas por el mundo entero son la mayor expresión. Esos ataques hacen surgir la necesidad de alguna unidad, también ella internacional, que dé una respuesta a esos ataques.
Asimismo, es interesante que Chávez haga este llamado reivindicando aparentemente la herencia de las internacionales anteriores y de aquellos que fueron sus principales fundadores y figuras, como Marx, Engels, Lenin, Rosa Luxemburgo y Trotsky.
La propuesta de una V Internacional de Chávez viene en el sentido de una organización que coordine y articule la lucha contra las amenazas imperialistas y militaristas. En nuestra opinión, los promotores de la iniciativa de la V Internacional, a pesar de sus choques con algunas políticas imperialistas, no son consecuentemente antimperialistas. Sin embargo, aunque lo fuesen, continuarían usurpando el nombre de la Internacional en pro de un proyecto con signo de clase opuesto a aquella que es la herencia de la I, II, III y IV Internacionales.
La historia de las Internacionales es la de la lucha por la emancipación de la clase obrera
La historia de las Internacionales Socialistas es la historia de la lucha por la independencia de la clase obrera frente a la burguesía, sus organismos e instituciones. Cada una de ellas representa, sin embargo, prácticas diferentes de madurez del movimiento obrero y su organización.
La I Internacional correspondió al nacimiento del movimiento obrero mundial y correspondía a la necesidad objetiva de que la clase obrera se agrupara en una organización Internacional propia, que impulsara y apoyara las luchas de forma más organizada, consciente e independiente de la burguesía. A pesar de que su organización correspondía todavía a un momento inicial de organización del proletariado y de no funcionar aún como un verdadero partido internacional, su gran mérito fue haber mostrado que era posible y fructífera la unidad internacional de los trabajadores, y haber hecho penetrar el internacionalismo en el seno de la clase. Además del apoyo a diversas huelgas y luchas obreras, la I Internacional apoyó la Comuna de París, la primera experiencia de poder autónomo de la clase obrera.
La II Internacional fue la internacional de la organización de la clase obrera. Fue en su seno que se integraron amplias masas de trabajadores en varios países que, organizándose en sindicatos y partidos políticos, hicieron su aprendizaje político y sindical. Es en la II Internacional que los partidos obreros socialistas y marxistas, por primera vez, ganan peso de masas. La II Internacional muere como organización revolucionaria, cuando la mayoría de sus dirigentes apoya a sus respectivas burguesías nacionales en la 1ª Guerra Mundial, haciendo predominar la unidad nacional (policlasista) frente al internacionalismo proletario.
La III Internacional nació como reacción a la traición de la II Internacional en la I Guerra Mundial y a la necesidad de la lucha por el poder del proletariado frente a la decadencia del capitalismo y su burguesía en la época imperialista. La III Internacional se apoyaba en el gran triunfo de la Revolución Rusa donde, por primera vez en la historia, la clase obrera tomó el poder y construyó su propio Estado. Por ello, fue la Internacional que representó el proletariado en acción en la lucha por el poder. La III fue el primer intento de construir una verdadera dirección revolucionaria mundial que pudiese dirigir la revolución socialista internacional, que destruyera al imperialismo y condujera la clase obrera al poder en todos los países del mundo. La III Internacional significó, por ello, un salto cualitativo al constituirse como el primer Partido Revolucionario Mundial, superando el frente de organizaciones obreras de la I Internacional o la federación de partidos de la II. La III Internacional se burocratizó y degeneró producto de dos grandes derrotas del proletariado mundial, que llevaron a un retroceso de la revolución mundial: el triunfo del estalinismo dentro de la URSS y del nazismo en Alemania.
La IV Internacional surge como continuación del proyecto de la III Internacional, de construir un Partido Mundial de la Revolución Socialista, en tanto dirección de la clase obrera mundial para la toma del poder a nivel internacional. En ese sentido, esta tenía como objetivo rescatar la herencia del marxismo y luchar contra ese nuevo fenómeno contrarrevolucionario en el seno de la clase obrera: la burocracia estalinista.
"La liberación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores"
A pesar de las diferencias entre sí, decurrentes de las tareas históricas que se antepusieron al proletariado mundial en diferentes momentos, hay un aspecto fundamental que une todas las internacionales: la batalla constante por la independencia política y organizativa de la clase obrera. Por ello, desde la I Internacional el lema fue: la liberación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores. De la misma forma, el Manifiesto Comunista, escrito por Marx y Engels, fundadores de la I Internacional, y que fue un documento de referencia para las distintas Internacionales, afirmaba que la historia de la humanidad era la de la lucha de clases.
Por ello, la canción que une a todas las Internacionales es un himno a la clase trabajadora y a la lucha contra la burguesía, todos los explotadores y sus representantes. Podemos leer en la canción de la Internacional: "Señores, patronos, jefes supremos/ Nada esperamos de nadie/ Seamos nosotros los que conquistemos/ La tierra madre libre y común/ Para no hacer protestas vanas/ Para salir de ese antro estrecho/ Hagamos nosotros con nuestras manos/ Todo lo que nos dice al respecto/ Bien unidos hagamos/ En esta lucha final/ Una tierra sin amos/La Internacional."
La lucha de las Internacionales por el socialismo está directamente relacionada a este proyecto de independencia de la clase obrera, con el objetivo último de la toma del poder por el proletariado, concretada en la destrucción del sistema capitalista y el estado burgués que lo sostiene, y la construcción de un estado obrero. Por ello, como refería el Manifiesto Comunista: "Los Comunistas proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados por el derrumbe violento de todo el orden social existente. Que las clases dominantes tiemblen ante la idea de una revolución comunista! Los proletarios nada tienen a perder a no ser sus cadenas. Tienen un mundo a ganar. Proletarios de todos los países, uníos!". Es decir, el socialismo de que se reclamaban las diferentes Internacionales era el fin de la explotación capitalista, de aquellos que de ella viven y de las instituciones que la sustentan, como los gobiernos burgueses del mundo entero y sus fuerzas armadas, pues sólo aboliendo la explotación es posible alcanzar una sociedad más justa.
Chávez quiere construir una V Internacional basada en partidos y gobiernos burgueses
Al hacer la propuesta de construir una V Internacional, Chávez está reivindicándose toda una tradición de lucha de la clase obrera en oposición a la burguesía y sus gobiernos, por la destrucción del sistema capitalista y construcción de un sistema superior: el socialismo. Sin embargo, este llamado de Chávez, no está apoyado en partidos de tradición obrera. Por el contrario, Chávez, el [PSUV], los dirigentes y partidos sus aliados tienen una naturaleza de clase opuesta a las Internacionales Obreras y Socialistas, siendo elementos ajenos a la clase obrera.
En primer lugar, Chávez, es el Presidente del gobierno burgués de Venezuela, donde hasta hoy no acabó la explotación y, según el propio Chávez, todavía no fue destruido el estado burgués - después de casi 10 años de gobierno. Un ejemplo es que en la dirección del [PSUV] encontramos varios millonarios, que aunque se consideren "socialistas", enriquecen a costa de la explotación de los trabajadores venezolanos. Además, Chávez es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas venezolanas, que son, por excelencia, la fuerza de sustentación del estado burgués y de represión de la clase obrera.
Pero el carácter de clase de la V Internacional queda todavía más claro cuando vemos algunos de los partidos a quien Chávez dirige la invitación para formar esta nueva organización.
Uno de los partidos presentes en el Encuentro y a quien Chávez dirigió la propuesta de integrar una V Internacional fue el Partido Comunista Chino. Este partido fue - recordemos - responsable, durante su gobernación de varias décadas, de la restauración del capitalismo en China. Esta restauración significó que, a manos del PC Chino, China es hoy uno de los países con más bajos sueldos y más alto nivel de explotación en el mundo, lo que está llevando las mayores multinacionales del mundo a transferir su producción a China en busca de mayores tasas de ganancia. Como si no bastase, es también el Partido Comunista Chino que, hasta hoy, gobierna el país con una dictadura sanguinaria, que asegura a través del miedo y represión las altas ganancias de la burguesía china e imperialista, no permite la libertad de expresión y reprime a los trabajadores que luchan por mejores condiciones de vida. Es, por lo tanto, a cuesta del sudor de los trabajadores chinos, que existen hoy multimillonarios en las filas de aquel que se llama Partido Comunista Chino, pero que nada tiene de comunista.
Un segundo ejemplo del carácter burgués de los aliados a quien Chávez propone construir la V Internacional es el PRI (Partido Revolucionario Institucional) de México. Este partido gobernó México durante 60 años, con un fuerte régimen [bonapartista], y es el gran responsable de la implementación de los planes neoliberales y de la entrega completa del país al imperialismo, principalmente a través de la firma del TLC.
También presente en el Encuentro e invitado a participar de la V Internacional estaba el Partido Justicialista de Argentina, más conocido como peronista, que desde los años 40, gobernó por varios mandatos Argentina, siendo hasta hoy un pilar fundamental de sustentación del estado burgués y de mantención de la explotación de los trabajadores en este país. Entre sus dirigentes más recientes encontramos a Menem, que fue responsable de la entrada con fuerza del neoliberalismo en Argentina, privatizando las grandes empresas del país, y también los gobiernos de los Kirchner, que son hasta hoy los grandes agentes de las petrolíferas internacionales en Argentina.
Los diversos partidos a quien se dirige el llamado a la V Internacional de Chávez son, así, en su mayoría partidos burgueses, aunque tengan importantes apoyos en la clase obrera y en la población pobre. Otros son partidos obreros burocráticos y degenerados, que ya no representan en nada a la clase obrera y dirigen gobiernos burgueses contra los trabajadores. Todos tienen en sus filas a grandes millonarios. En común tienen el hecho de ser organizaciones ajenas a la clase obrera y cuya trayectoria fue de traición a los trabajadores y pueblo pobre, siendo que siempre que subieron al gobierno fue para profundizar la explotación y entrega de los países al imperialismo.
V Internacional: un proyecto que usurpa la herencia de las Internacionales para juntar burgueses y obreros en una misma organización
Según el Manifiesto Comunista "El gobierno moderno no es sino un comité para dirigir los negocios comunes de toda la clase burguesa". El llamado a la construcción de la V Internacional de Chávez, parte de un jefe de gobierno burgués - aliado a otros gobiernos burgueses - que, como no podría dejar de ser, sirven a los intereses de la burguesía, a pesar del mayor o menor apoyo obrero que puedan tener.
De la misma forma, el socialismo del siglo XXI incluyó a los empresarios y millonarios "socialistas" que, más no podrían hacer que defender su propiedad privada, a pesar de que esta sólo puede existir en la condición de privar de toda propiedad a la inmensa mayoría de la sociedad.
¿Qué tiene entonces en común la propuesta de la V Internacional de Chávez con la tradición de la III o de la IV de Lenin o Trotsky, de que Chávez se reclama? La III y la IV encabezaron la revolución rusa que destruyó el estado burgués y su ejército, expropió a la burguesía y acabó con la explotación, construyó un ejército revolucionario, apoyado en lo mejor de la vanguardia obrera organizada en soviets, que se alzó en armas contra los ejércitos de los principales gobiernos burgueses e imperialistas del mundo. En nuestra opinión, no tienen nada en común. Por ello decimos que Chávez usurpa la herencia de las internacionales anteriores, cuando hace el llamado a la V Internacional.
En primer lugar, porque esta no es una Internacional Obrera, pues pretende juntar partidos burgueses y partidos obreros, gobiernos burgueses y movimientos de trabajadores. Gobiernos y partidos burgueses con enfrentamientos (mayores o menores) con el imperialismo, existieron varios en la historia, como fue el caso de [Perón] en Argentina, Cárdenas en México o Vargas en Brasil. Sin embargo, cualquier organización internacional que se formara a partir de esos gobiernos sería un frente de la burguesía y no una Internacional Obrera.
Ninguna de las Internacionales Obreras se fundó o fue compuesta a partir de gobiernos burgueses, exactamente porque con o sin choques con el imperialismo, estos partidos y gobiernos son de naturaleza opuesta a la de las Internacionales: son burgueses y no obreros. Es por ello que sólo cuando degeneraron, las Internacionales aceptaron cruzar la frontera de clase e integraron en sus filas gobiernos burgueses, como fue el caso de la II Internacional, o se permitieron tener multimillonarios en sus partidos, como los Partidos Comunistas que habían encabezado la restauración capitalista en sus países.
La tradición de la III Internacional de que nos reivindicamos es la de que, si el imperialismo sale a atacar un país colonial o semicolonial, salimos a luchar para derrotar el ataque imperialista y defender (sin apoyo político) el gobierno que el imperialismo quiere derribar. Esto nunca significó, sin embargo, dentro de la tradición leninista apoyar un gobierno burgués y mucho menos juntar en una misma organización burgueses y proletarios, pues la independencia política y organizativa de la clase es un principio intocable.
Una Internacional será obrera o será lo opuesto de las Internacionales. Cualquier propuesta de organización internacional que se proponga a juntar la burguesía y la clase trabajadora, no será más que un retroceso de décadas en la historia del movimiento obrero, como un instrumento para trabar las luchas de los trabajadores subyugándolas a las respectivas burguesías. El resultado de eso quedó bien claro por el rumbo que tomó a II Internacional desde su capitulación a las burguesías nacionales en la I Guerra hasta hoy, donde el socialismo desapareció, de la sombra obrera del pasado poco o nada resta, y quedan sólo las políticas burguesas de ataque a los trabajadores.
En segundo lugar, como consecuencia de no ser una Internacional Obrera, la propuesta de Chávez de una V Internacional, tampoco es la de una Internacional Socialista y Revolucionaria. El socialismo en la tradición de las Internacionales y en el marxismo, no es un simple enfrentamiento con algunas políticas del imperialismo (en nuestra opinión, inconsecuente en el caso de Chávez y sus aliados) y la adopción de políticas asistenciales, sino uno [proyecto] de destrucción del estado burgués (y sus fuerzas armadas) y de construcción de un estado obrero, en una sociedad sin explotación y donde estratégicamente se pretende abolir la propiedad privada de los medios de producción. Este [proyecto] no es posible junto con millonarios y gobiernos burgueses, sino sólo contra ellos.
Por último, no podemos dejar de decir que esta usurpación de la clase obrera que Chávez pretende hacer con la propuesta de la V Internacional, ya se puso en marcha en la propia Venezuela con el [PSUV], que tiene en su dirección empresarios socialistas, no como excepciones individuales, sino como representantes de una clase: la burguesía "bolivariana". La propuesta de una V Internacional de Chávez es, así, una extensión internacional del [proyecto] que, a nivel nacional, se concretó en el [PSUV]: un partido burgués, aunque con base obrera, formado a partir del gobierno, centralizado [burocráticamente] y de forma directa a partir de la figura del comandante-jefe Chávez.
La necesidad de una Internacional Obrera y Revolucionaria para derrotar el capitalismo y el imperialismo
Dicho esto, reanudamos como empezamos: la importancia de la construcción de la Internacional. La cuestión que se pone es entonces qué Internacional necesitamos construir, ya que rechazamos la propuesta de Chávez de construir a V Internacional.
Lo que nos proponemos es dar continuidad a la revolución de Octubre en Rusia, que tenía en su centro la clase obrera y el pueblo organizado de forma independiente en [sovietes], expropiando la clase dominante y luchando en armas contra la burguesía. A pesar de los grandes acontecimientos y cambios que sin duda existieron desde esa época hasta ahora, lo que sin duda no cambió fue que sin destruir el estado burgués en todo el mundo, no habrá socialismo y libertad para los pueblos.
Es por ello que desde la época imperialista - de decadencia capitalista, revoluciones y contrarrevoluciones -, el modelo de Internacional por el cual consideramos que hay que luchar es el de la III Internacional de la época de Lenin y Trotsky: una Internacional Obrera y Revolucionaria. Tal como la III, una Internacional que sea un Partido Mundial de la Revolución Socialista, compuesto por importantes Partidos Obreros, centralizado democráticamente (y no dirigido [burocráticamente] por un Comandante). Ese es el instrumento que hoy necesitamos construir para derrotar al capitalismo y al imperialismo: una Internacional que sea un partido para la toma del poder por el proletariado y que sea mundial, porque sólo si es mundial el socialismo podrá ser victorioso.
La III Internacional como instrumento para la revolución socialista mundial fue destruida por Stalin, que abandonando el Internacionalismo Proletario y la independencia de clase, por el socialismo en un sólo país y la colaboración con el imperialismo y las burguesías nacionales llevó a la degeneración de la III y posteriormente a su fin.
Debido a la lucha que trabó contra la burocratización de la Unión Soviética y por mantener vivo el internacionalismo proletario, fue la IV Internacional, fundada por Trotsky, la que acabó por representar la herencia de lucha heroica de la Revolución Rusa y de la III Internacional, en una época marcada por el dominio de las burocracias contrarrevolucionarias en el seno del movimiento obrero.
Hoy, la batalla que hay que dar - y que nos proponemos llevar a cabo - es, por lo tanto, la de la reconstrucción de la IV Internacional, que nada más es que reanudar la tradición de la III de lucha por la construcción del Partido Mundial de la Revolución Socialista, agrupando los revolucionarios de distintas tradiciones sobre la base de un acuerdo sólido y claro alrededor a un programa marxista y revolucionario para el mundo actual.