En una entrevista con el periódico sueco Aftonbladet , Greta Thunberg corroboró informes anteriores de testigos oculares de que ella y sus compañeros activistas de la Flotilla Global Sumud fueron sometidos a monstruosos abusos por parte de funcionarios israelíes después de ser secuestrados de sus barcos que transportaban ayuda para los palestinos en Gaza.
A continuación se presentan algunos extractos (las citas de Thunberg están en cursiva, las citas de Aftonbladet están en negrita):
“Me agarran, me tiran al suelo y me arrojan una bandera israelí encima”.
Me arrastraron al lado opuesto de donde estaban los demás, y tuve la bandera a mi alrededor todo el tiempo. Me golpearon y me patearon.
Me trasladaron brutalmente a un rincón donde me encontraba. "Un lugar especial para una mujer especial", dijeron. Y luego aprendieron "Lilla hora" (Puta) y "Hora Greta" (Puta Greta) en sueco, y lo repetían constantemente.
En la esquina donde estaba sentada Greta, la policía colocó una bandera.
«La bandera estaba colocada de forma que me tocara. Cuando ondeó y me tocó, gritaron: '¡No toques la bandera!' y me patearon en el costado. Después de un rato, me ataron las manos con bridas, muy apretadas. Un grupo de guardias se alineó para tomarse selfis conmigo mientras estaba sentada así».
Los tiraron al suelo y los golpearon. Pero solo podía verlo de reojo, porque cada vez que levantaba la cabeza, el guardia que estaba a mi lado me pateaba.
Luego llevaron a Greta a un edificio para registrarla y desnudarla.
«Los guardias no tienen empatía ni humanidad, y no paran de hacerse selfis conmigo. Hay muchas cosas que no recuerdo. Pasan tantas cosas a la vez. Estás en shock. Sientes dolor, pero intentas mantener la calma».
Afuera, la obligaron a desnudarse de nuevo, dice. "Fue una burla, un trato brusco, y todo quedó grabado. Todo lo que hacen es extremadamente violento".
Hacía muchísimo calor, como 4 grados. Rogábamos todo el tiempo: ¿Podemos tener agua? ¿Podemos tener agua? Al final, gritamos. Los guardias caminaron frente a las rejas todo el tiempo, riendo y sosteniendo sus botellas de agua. Tiraban las botellas con agua a los botes de basura que teníamos delante.
Cuando la gente se desmayaba, golpeábamos las jaulas y pedíamos un médico. Entonces vinieron los guardias y dijeron: "Los vamos a gasear". Era lo habitual para ellos decir eso.
“Esto demuestra que si Israel, con todo el mundo mirando, puede tratar de esta manera a una persona blanca y conocida con pasaporte sueco, imaginen lo que le hacen a los palestinos a puerta cerrada”.
Thunberg dijo a Aftonbladet que el gobierno sueco minimizó en gran medida el abuso que ella y sus compañeros activistas de la Flotilla Sumud sufrieron, y ni siquiera les trajo agua:
Estuvimos juntos y les contamos el trato que recibimos. La falta de comida y agua, los abusos. La tortura. Les mostramos las lesiones físicas que teníamos: moretones y arañazos.
Les dimos todos nuestros datos de contacto: les di el número de mi padre y el de nuestro contacto en la organización. Fuimos claros: todo lo que digamos ahora debe ser divulgado a los medios de comunicación.
No hicieron nada, solo dijeron: "Nuestro trabajo es escucharte. Estamos aquí y tienes derecho a recibir apoyo consular".
Repetíamos una y otra vez: «Necesitamos agua». Y vieron que los guardias llevaban botellas. El personal de la embajada dijo: «Tomaremos nota». Uno de nosotros, Vincent, dijo: «La próxima vez que nos veamos, deben traer agua».
Luego pasaron dos días antes de que el personal de la embajada apareciera nuevamente.
No trajeron agua, salvo una botellita suya que estaba medio vacía. Vincent, que estaba en muy mal estado, pudo beberla. Les preguntamos a los guardias: "¿Podemos darnos agua?", pero simplemente andaban con sus botellas y no respondían.
Dije: "¿Nos van a dejar así? Si se van ahora, nos van a dar una paliza". Pero siguieron caminando.
Cuando Aftonbladet compara los correos electrónicos enviados por el Ministerio de Asuntos Exteriores a los familiares con lo que los cautivos describen haberle dicho al personal de la embajada, queda claro que se ha minimizado la gravedad de la situación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores describe así la escena en el puerto, donde Greta Thunberg fue golpeada durante horas: "Nos contó que había recibido un trato duro y que llevaba mucho tiempo sentada sobre una superficie dura".
El sábado, varios medios de comunicación publicaron testimonios de que Greta había sido sometida a tortura.
Aftonbladet ha hablado con otros tres miembros de la flotilla que confirman en gran medida lo que dice Greta Thunberg y que han sufrido diversos tipos de abusos y humillaciones. También hemos hablado con familiares. Todos critican duramente la actuación del personal de la embajada sueca.
Las declaraciones de Thunberg no sólo coinciden con los testigos presenciales que dijeron que le hicieron estas cosas , sino también con las declaraciones del propio gobierno israelí.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, dijo el mes pasado que los activistas de Sumud deben ser tratados como terroristas para “crear una clara disuasión” contra el activismo futuro de la flotilla, declarando que “cualquiera que elija colaborar con Hamás y apoyar el terrorismo se enfrentará a una respuesta firme e inflexible de Israel”.
«No permitiremos que quienes apoyan el terrorismo vivan con comodidad. Asumirán todas las consecuencias de sus actos», declaró Ben-Gvir en aquel momento.
Después de que los activistas de la flotilla fueron secuestrados por las Fuerzas de Defensa de Israel, Ben-Gvir se filmó a sí mismo burlándose de ellos y llamándolos "terroristas" y dijo que "estaba orgulloso de que tratemos a los 'activistas de la flotilla' como partidarios del terrorismo".
No hace falta decirlo, Israel tiene un historial ampliamente documentado de torturas y violaciones de individuos a quienes el régimen ha etiquetado como “terroristas”.
Entonces, lo que Thunberg está describiendo sería a Israel haciendo lo que dijo que iba a hacer para enviar un mensaje y disuadir futuros esfuerzos para alimentar a los palestinos hambrientos, tal vez señalando al activista de más alto perfil en la flotilla para insultarlo especialmente con el fin de realmente dejar en claro el punto.
Israel es tan malvado que realmente resulta difícil comprenderlo.
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