
Cinco primeros ministros en tres años, una Asamblea fragmentada y un presidente cada vez más aislado: Francia atraviesa la peor crisis política de su Quinta República.
El lunes 8 de septiembre, el primer ministro francés, François Bayrou, no superó la moción de confianza que él mismo había solicitado. El martes presentó su dimisión y en pocas horas Macron nombró a un nuevo primer ministro, Sebastien Lecornu, quien en menos de un mes y a pocas horas de presentar su proyecto de gobierno frente a la Asamblea Nacional presentó su dimisión a Macron.
Reiteradas protestas y huelgas se posicionan no sólo contra el plan de ajuste, también contra el proyecto estructural del presidente que ya ha derribado a cinco primeros ministros, por lo que en las protestas se exige la dimisión de Emmanuel Macron.
Cayó el quinto gobierno, el quinto primer ministro en el segundo mandato de Macron, el séptimo si incluímos el primer mandato.
Élisabeth Borne asumió en mayo de 2022 tras la ajustada reelección presidencial para Macron, pero terminó dimitiendo a comienzos del 2024, debido a las fuertes protestas contra la reforma de pensiones y el uso reiterado del artículo 49.3 para aprobar leyes sin mayoría parlamentaria.
Su sucesor, Gabriel Attal, tomó posesión ese mismo día como intento de renovación generacional, aunque renunció en septiembre del mismo año tras perder apoyo político en medio de las tensiones por el presupuesto y la incapacidad de articular una mayoría estable.
Lo reemplazó Michel Barnier, designado el mismo mes, pero su mandato duró poco ya que fue destituido por una histórica moción de censura en diciembre de 2024, la primera exitosa desde 1962, motivada por la fractura política en torno al déficit y la deuda pública.
Fue entonces cuando Macron llamó a elecciones anticipadas y se conformó un nuevo parlamento profundamente fragmentado, en el que el oficialismo de Macron perdió toda capacidad de mayoría.
El nuevo escenario parlamentario confirmó el debilitamiento total del partido macronista y marcó la incapacidad del gobierno de acabar con la inestabilidad crónica.
En su lugar, François Bayrou asumió ese mismo mes, con el desafío de aplicar un severo plan de austeridad y mantener la frágil estabilidad de un gobierno sin mayoría en la Asamblea Nacional.
Bayrou había anunciado el plan de austeridad a mediados de julio asegurando que el Estado no debería gastar en 2026 más de lo que gastó en 2025 en ninguna de las partidas presupuestarias, salvo las relacionadas al pago de los servicios de deuda y del gasto militar. Esto ya comienza a darnos una idea de las prioridades e intereses del gobierno.
Significa que ni las pensiones ni los sueldos del sector público aumentarán, los planes sociales también se congelarán, las áreas de salud y educación sufrirán recortes y duras imposiciones como no continuar contratando personal ante los retiros por jubilaciones. El programa incluso prevé suprimir dos días festivos nacionales y avanzar sobre revisión del sistema de subsidio de desempleo.
Inmediatamente después de la renuncia de Bayrou, Macron nombró a Sébastien Lecornu como el quinto premier del actual Gobierno, un funcionario macronista que ya había estado entre las posibilidades en otras ocasiones anteriores.
Dado que Lecornu era un hombre leal de Macron, proveniente del ámbito de la Defensa y de la élite política y administrativa francesa se lo describió como una posible oportunidad de hacer frente a la crisis política para Macron, por su perfil técnico y pragmático, experimentado en crisis tras gestionar la salida de Francia de Mali y Níger y con un profundo conocimiento de la maquinaria estatal francesa.
No obstante, Lecornu no poseía experiencia en economía o finanzas, ni en resolución de tensiones internas, con el agravante de una Asamblea Nacional fragmentada y decidida a no ceder a un plan de ajuste. Pero en especial, se enfrentaba a un enorme descontento social acumulado y estallado en las calles francesas.
Frente al contexto de la enésima crisis francesa, PIA Global conversó con Florence Poznanski, analista y politóloga francesa, allegada a la France Insoumise, para analizar la situación actual en Francia y los escenarios que se abren.
Florence Poznanski.
La imposibilidad de constituir gobierno
Florence Poznanski, asegura que la imposibilidad de generar gobierno en Francia se debe a varios factores. Uno de los más importantes gira en torno a que “desde 2024, después de la disolución de la Asamblea, Macron ha insistido en mantener gobiernos de derecha o centro derecha – sin participación de la extrema derecha – que es una minoría política.
Cuando volvió a nominar a Lecornu realmente fue como una prueba que demostró que no había apertura para pensar otra visión política que no sea la que es minoritaria y que no funcionó, porque ya son varios gobiernos que cayeron. Primero Borne, luego Barnier, Bayrou y ahora Lecornu, que son todas más o menos de la misma línea política”.
La politóloga destaca un factor muy preocupante que es la rapidez con que cae este gobierno que muestra la falta de preparación, improvisación y aislamiento en la que se encuentra Macron.
Esto se vio claramente, dice Poznanski, en el último accionar de Macron la mañana del martes, cuando el presidente francés, aún cuando Lecornu ya había presentado su dimisión, procede “absolutamente sin ningún fundamento legal, a solicitarle a Lecornu que piense una nueva estrategia de gobierno en 48 horas”.
“El problema es que eso no existe legalmente. Un presidente no puede pedirle tal cosa de esa forma a un hombre que hoy ya no cumple funciones, que ya no es primer ministro. Lo único que puede hacer un primer ministro que dimitió es continuar con el día a día”.
“Entonces, esto demuestra que Macron está políticamente aislado, incluso muchas figuras políticas que eran afines a Macron hoy están hablando de dimisión, de elecciones presidenciales anticipadas o de nuevas elecciones”.
Un último factor que Poznanski explica, se debe a una cuestión más técnica sobre el motivo por el cuál el gobierno de Lecornu se cayó tan rápido. Esto es la división propia que hay entre la derecha, en especial entre el partido de Macron, Renaissance, y su aliado, Les Républicains.
El líder de Los Republicano, Retailleau, demostró su descontento ante Lecornu debido al nombramiento de Bruno Le Maire como parte de la cartera de gobierno. Esto, asegura Poznanski, ya advertía a Lecornu que cuando presentara el proyecto en la Asamblea Nacional no iba a contar con el apoyo de Los Republicanos.
La analista también recuerda que fue el propio Lecornu quien admitió que no encontró el apoyo, incluso cuando intentó negociar con los socialistas, la parte más centrista de la izquierda, en donde Lecornu no se mostró con voluntad política para convenir con algunas de las exigencias de las izquierdas, como la discusión de la reforma de la ley de los jubilados.
¿Cuáles son los posibles escenarios a partir de ahora?
Poznanski advierte que ahora se abren varios escenarios.
Una posibilidad es que “Macron decida continuar nominando a otros gobiernos. Pero creo que ahora hay un descontento político por parte de varios bloques, lo que genera una real dificultad para continuar con esta misma línea. Y él está totalmente aislado, entonces, con esta configuración política es realmente muy difícil”.
Por otro lado, la politóloga señala que algunas facciones de la izquierda están intentando reanimar la propuesta de proponer, como bloque mayoritario en la Asamblea Nacional, un gobierno de Izquierda, “que era lo que Macron debería haber hecho desde un comienzo tras las elecciones, porque el bloque de izquierda es el que posee más diputados, mientras que él tiene una minoría en el Congreso.
El año pasado el bloque de izquierda propuso a Lucie Castets como primera ministra pero Macron ni siquiera analizó a dicha candidata.
Parece una propuesta buena, pero creo que es poco probable que Macron acepte esta posibilidad, considerando el hecho de que todos los gobiernos presentados se aproximan siempre más a la derecha conservadora”.
No obstante, analiza Poznanski, “podría ser una forma de oportunismo político para Macron, si el objetivo personal de él es mantenerse en el gobierno, puede ganar tiempo hasta el final de su mandato, dado que se encuentra tan desconectado de las demandas del pueblo sólo actúa por principios personales, y como no se va a candidatear de nuevo, se encuentra aislado mientras también hace frente a otras figuras políticas de su campo político que ya se están posicionando para las elecciones presidenciales de 2027”.
Otro escenario, “a veces lo que me parece más probable – señala Poznanski – sería una nueva disolución, una opción a la cual muchos partidos están llamando.
La extrema derecha nacional ya hace mucho tiempo está levantando esta bandera por una razón también un poco compleja, que tiene conexión con la condena de Marine le Pen.
Ellos están apostando al hecho de que podría haber una jurisprudencia si ella se candidatea ahora a una elección legislativa”.
Otros campos políticos como la Francia Insumisa que posee mucha importancia tras los últimos resultados electorales en donde ha recibido un amplio apoyo del pueblo, se encuentra en una situación compleja dado que “sabemos que la extrema derecha ha crecido y las izquierdas están más divididas.
Aunque están intentando construir una alianza, no va a ser fácil, no es imposible porque ya lo hicieron con intereses políticos concretos como en 2024 que tampoco parecía fácil, pero a medida que se aproximan las elecciones presidenciales, incluso en las elecciones municipales, las articulaciones políticas están muy divididas”.
“La otra posibilidad, que me parece a veces la solución más decente, sería la dimisión de Macron. Hay muchos partidos que están llamando para esta posibilidad.
Y es verdad que la única persona que realmente es responsable por este caos político es él, porque él decidió convocar una disolución de la Asamblea sin razón. Él también es responsable por no respetar el resultado electoral nominando gobiernos del centro y minoritarios, que no tenían representación política.
Entonces, él debería dimitir. La Francia Insumisa está proponiendo un proyecto de destitución de Macron al Congreso. Actualmente hay un poquito más de 100 diputados que han votado a esta propuesta. Tenemos que ver si esta propuesta tiene éxito, pero también es cierto que es muy difícil”.
“Parece difícil lograr constituir un gobierno en esta situación. El ex primer ministro, Édouard Philippe, antiguo aliado de Macron, que también será candidato a las elecciones presidenciales, estaba llamando también por elecciones presidenciales anticipadas, lo que significa una dimisión”.
“Entonces es un poco inédito ver cuántas figuras políticas están cuestionando la legitimidad del estado presidencial”.
Situación social francesa
En PIA Global, hemos analizado reiteradas veces la profunda crisis que atraviesa Francia, arrastrada desde hace largos años, con una creciente deuda pública, que ya supera el 114 % del PIB y alcanza los €3.3 billones, y un déficit que ronda entre el 5 y 6 % del PIB.
Los costes del servicio de deuda podrían superar los €100 mil millones para 2029, lo que anticipa enormes presiones fiscales a futuro. Los mercados exigen mayores primas de riesgo por los bonos franceses, al nivel de Italia, lo que responde a la creciente percepción de su fragilidad financiera.
Un dato a tener en cuenta es que el mayor porcentaje de la deuda francesa, más de la mitad, está en manos de inversores extranjeros mientras que otro gran porcentaje lo posee el Banco Central Europeo.
Esto se ve agravado por un nulo crecimiento económico, desindustrialización, desempleo, crisis políticas internas y una profunda fractura parlamentaria, que lleva a una falta de consenso, lo que provoca una inestabilidad constante.
Mientras a los franceses se les intenta imponer un ajuste brutal, anuncian con bombos y platillos un aumento histórico en el gasto militar.
Unos días antes de que Bayrou anunciara su sometimiento a la moción de confianza, Macron anunciaba un aumento de 6.500 millones de euros en Defensa para los próximos dos años para asumir los compromisos con la OTAN y el rearme europeo.
Se recortan prestaciones por desempleo, se congelan pensiones y se incrementa el copago de medicamentos, pero el presupuesto militar alcanzará los 64.000 millones de euros en 2027.
En este sentido, Poznanski señala que en Francia “la situación social es realmente muy difícil. Hoy estamos en un contexto de muchas huelgas y de una gran movilización social.
Hay huelgas en cursos y principalmente junto con la propuesta de presupuesto que era vergüenza política en términos de retrocesos sociales y de recorte de derechos, en un contexto de inflación, sectores como los hospitales, o la salud, está atravesando grandísimas dificultades económicas”.
“Es un contexto de movilización política. Tenemos que ver también si las personas en general apoyarán a los sectores sindicales y los movimientos sociales que hoy se encuentran movilizados, ya que hasta ahora tampoco se observan las grandes manifestaciones que conocimos durante la movilización por la reforma de los jubilados.
Entonces será necesario observar si el pueblo va a tener una postura más apática de no participación, o si se va a constituir una gran movilización social, también teniendo en cuenta la movilización en apoyo a Palestina y la flotilla”.
Recordemos que el miércoles que Bayrou renunció se desarrollaron masivas protestas, que ya estaban previstas, en una jornada que los manifestantes decidieron llamar “bloqueemos todo”. Más de 200 mil participantes, 550 manifestaciones en todo el país, 262 bloqueos, más de 400 detenidos y 80 mil agentes de seguridad.
Una jornada de protestas cargada de violencia, bloqueos, represión e incendios para demostrar la indignación no sólo contra el plan de ajuste sino específicamente contra el presidente y la élite política gobernante disfuncional, exigiendo la dimisión de Macron.
Por Micaela Constantini* –
Florence Poznanski, analista y politóloga francesa, allegada a la France Insoumise.
Contactos:
Instagram: florpoznanski
X: Florencepoz
Facebook: flor Poznanski
https://noticiaspia.com/florence-poznanski-la-solucion-mas-decente-seria-la-dimision-de-macron/