***En principio, esta oposición sigue dos líneas: la primera un interés económico por este recurso natural, la segunda, un interés político y de poder alrededor del mismo.
Recientemente, en Potosí se hizo público un “PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO LITIO O AGUA Y HUMEDALES – NO A LOS CONTRATOS QUE NOS DEJAN SIN FUTURO” firmado por Organizaciones Ambientales y de la sociedad civil.
Sin embargo, hay importantes intereses económicos detrás de estas organizaciones, las mismas que, en su mayoría, están financiadas por los mismos entes internacionales: la Alianza Global para la Acción Verde y de Género (GAGGA por su sigla en inglés) y la Fair Green and Global (FGG) Alliance, entre ellas, financiadores que a su vez usan a organismos como Both Ends y Mama Cash para sustentar distintas iniciativas en países de Latinoamérica y África.
Más arriba en la línea están otros colaboradores como la Ford Foundation y la Rockefeller Philanthropy Advisors.
Estas dos últimas conformadas por los herederos de dos empresarios muy relacionados con los combustibles fósiles pero que, desde hace unos diez años, decidieron desviar sus intereses hacia las energías limpias o renovables.
En este contexto es comprensible su interés en el litio, pues se trata de un recurso natural clave en la transición energética en vistas al 2030.
¿Cómo lograrían poner las manos sobre este recurso?
Usando a las ONGs sentándolas en la mesa de negociaciones, eso pasó recientemente en Potosí, donde distintas agrupaciones financiadas por organismos no gubernamentales se opusieron a los contratos por el litio, estas son solo algunas de ellas:
Colectivo de Derechos Humanos Empodérate (CDHE)
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) Bolivia
Colectivo Angirü Bolivia
Colectivo CASA
Colectivo PLURALES
Colectivo Yo Soy Semilla
Ríos de Pie
A través del financiamiento, las ONG se han convertido en actores de las decisiones políticas, y ahora son incluidas en reuniones y asambleas que anteriormente estaban reservadas exclusivamente para la población y los actores estatales.
Es por medio de estas ONGs que se rechazan los contratos por el litio, y el rechazo no solo proviene de organizaciones de los Estados Unidos, sino también de países de Europa como el Reino Unido, quien apoyó las sanciones económicas contra Rusia y es un firme defensor de la postura dura de la OTAN con ese país.
En este sentido, existiría una instrumentalización del movimiento ecologista y el movimiento feminista (ambos presentes en las organizaciones firmantes del pronunciamiento antes mencionado) para ir con los intereses extranjeros.
Estados Unidos no quiere que ni China ni Rusia pongan las manos sobre el llamado “Triángulo del Litio” en Argentina, Bolivia y Chile, así lo manifestó la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson en 2023:
“Durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero (…) la región (de América Latina) es importante. Esta región está llena de recursos y me preocupa la actividad maligna de nuestros adversarios que se aprovechan de ella (…)
El 60% del litio del mundo lo tienen Argentina, Bolivia y Chile, y (nuestros adversarios) están sustrayendo recursos de estos países y de su gente”, sostuvo Richardson.
En 2020, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental interino del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Michael G. Kozak, refiriéndose a la situación política en Nicaragua señaló:
«Apoyamos al pueblo de Nicaragua, pero financiar el régimen de Ortega directamente, en lugar de a través de ONG y OI confiables, pone a los nicaragüenses en riesgo», expresó Kozak. Esta afirmación confirma la injerencia económica y política de los Estados Unidos a través de distintas organizaciones no gubernamentales.
La derecha internacional financia a personas y colectivos que están a favor de sus intereses y en contra de gobiernos de izquierda, un caso emblemático es el de la Fundación Ríos de Pie, fundado por Jhanisse Vaca, activista formada en Estados Unidos y quien, en estos momentos, es uno de los articuladores de la resistencia hacia la firma de los contratos por el litio.
La Fundación Ríos de Pie jugó un rol importante durante la crisis de 2019, donde promovió activamente la salida del gobierno de Evo Morales y la conformación de un solo frente de oposición contra el MAS-IPSP.
Ríos de pie está financiado por la Human Rights Foundation y recibe apoyo del Centro para la Acción y Estrategias No Violentas Aplicadas (CANVAS).
CANVAS es una institución no gubernamental con sede en Belgrado, Serbia, fundada en 2004 por Srđa Popović y el director ejecutivo de Orion Telecom, Slobodan Đinović.
Ambos ex miembros del movimiento de resistencia juvenil serbio, Otpor!, que apoyó el derrocamiento de Slobodan Milošević en octubre de 2000.
Casualidad o no, Djinovic es el creador del primer operador inalámbrico de Serbia, y es con sus ganancias que actualmente financia el trabajo de la organización (nótese aquí que el litio es fundamental para la tecnología inalámbrica).
CANVAS trabajó con activistas de más de 50 países, incluyendo Irán, Zimbabue, Venezuela y Ucrania, y estuvo muy presente en los violentos conflictos de 2007 contra el gobierno venezolano.
Se dice que CANVAS es un experto en llevar adelante lo que se llamaría “golpe blando” contra gobiernos de países que son de su interés.
Jhanisse Vaca junto a Srđa Popović
Por su parte, Human Rights Fundation (HRF) es una organización fundada por Thor Halvorssen Mendoza, fundador de Oslo Freedom Forum, ambos con el fin de luchar contra lo que ellos consideran “regímenes autoritarios”.
Halvorssen es nada menos que primo hermano de Leopoldo López Mendoza, político opositor del gobierno venezolano.
En resumen, los contratos por el litio están siendo obstaculizados por organizaciones no gubernamentales locales financiadas por otras internacionales, mismas que responden a intereses económicos y políticos relacionados con Estados Unidos y también con países europeos opositores a los gobiernos de China y Rusia.
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