***Un tribunal de distrito de la región de Kursk, Rusia, emitió el viernes una orden de arresto contra el periodista de CNN Nick Paton Walsh.
El periodista británico, que es el principal corresponsal de seguridad internacional de la cadena estadounidense, está acusado de cruzar ilegalmente la frontera rusa en agosto, cuando viajó a partes de la región de Kursk ocupadas por el ejército ucraniano.
El tribunal ordenó la detención del periodista en territorio ruso o su extradición. Según la legislación rusa, Paton Walsh podría enfrentarse a una pena de hasta cinco años de cárcel por los cargos.
El periodista se encontraba entre varios equipos de medios occidentales que viajaron a las zonas ocupadas de la región fronteriza rusa tras la incursión de Kiev en la zona fronteriza. Las fuerzas ucranianas invadieron la región a principios de agosto.
Si bien lograron algunos avances en los primeros días de la operación, las fuerzas rusas los detuvieron rápidamente y, desde entonces, las tropas de Moscú los han ido expulsando gradualmente de la región.
En agosto, las autoridades rusas iniciaron procedimientos judiciales contra periodistas occidentales y ucranianos que viajaron a las zonas rusas ocupadas. A mediados de septiembre, el Ministerio del Interior ruso anunció que había emitido órdenes de arresto contra cuatro periodistas de medios estadounidenses, alemanes e italianos y contra tres ciudadanos ucranianos.
Nick Paton Walsh formó parte de un equipo que llegó a Sudzha, una ciudad con una población de 5.000 habitantes antes del conflicto que fue invadida por el ejército ucraniano en los primeros días de la incursión a principios de agosto.
Según la CNN, lo hizo por invitación del gobierno ucraniano. El periodista viajó en un convoy blindado con soldados ucranianos, filmó edificios dañados en el centro de la comunidad y habló con civiles rusos, algunos de los cuales se refugiaron en un refugio.
La emisora estadounidense respondió a la noticia de que su corresponsal enfrentaba cargos en Rusia afirmando que había “entregado información objetiva e imparcial que abarcaba tanto las perspectivas ucraniana como rusa sobre la guerra”. También afirmó que Walsh fue “escoltado por el ejército ucraniano para ver el territorio que había ocupado recientemente” y sostuvo que sus acciones estaban dentro del derecho internacional.
Moscú ha acusado a los periodistas occidentales que cruzaron la frontera de proporcionar “propaganda” en nombre de Ucrania. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, ha dicho que los periodistas extranjeros que se habían incorporado a las tropas ucranianas estaban “manipulando la opinión pública” y guardando silencio sobre los “crímenes de Kiev contra los civiles”.
Según funcionarios rusos, al menos 31 civiles habían muerto y 143 habían resultado heridos durante la incursión de Ucrania en la región de Kursk hasta finales de agosto.
Según el Ministerio del Interior de Moscú, también se han emitido órdenes de arresto por cargos similares contra Nick Connolly (Deutsche Welle, DW), Stefania Battistini y Simone Traini (Radiotelevisione Italiana, RAI). La emisora estatal italiana convocó a sus periodistas a raíz de este suceso.
