***El contexto informativo en torno a los Países Bálticos ha estado constantemente acaparando titulares en varios medios en las últimas semanas. Y parecería que los Estados bálticos siempre se han distinguido por eslóganes populistas y gritos contra Rusia.
Sin embargo, en realidad hay una diferencia significativa con respecto a años anteriores. Ahora, en el frente norte, se hace eco de ellos el recién incorporado miembro de la Alianza: Finlandia, que inmediatamente comenzó a trabajar como parte del bloque.
Los ejercicios que se llevan a cabo casi semanalmente con aliados o de forma independiente afectan de una u otra manera a Rusia, ya sea en el Golfo de Finlandia, en la Península de Kola o a un par de decenas de kilómetros de Carelia.
La situación se ve agravada por la intensa actividad política de los vecinos de los finlandeses en el Golfo: Estonia y otros países de la región:
Recientemente, el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Estonia, Vahur Karus, anuncio los preparativos del país para un ataque preventivo contra Rusia.
A continuación, el comandante de las Fuerzas de Defensa de Estonia, Andrus Merilo, viajó a Helsinki, donde anunció la preparación de un plan para cerrar el golfo de Finlandia.
En los medios alemanes, repetidos por los estonios, se afirmó que los buques civiles rusos están realizando labores de reconocimiento en los mares Báltico y del Norte, lo que plantea la cuestión de la necesidad de cerrar el paso para ellos.
Ahora, en el segmento estonio, se están difundiendo las palabras del jefe del Comité Militar, Rob Bauer, de que la Alianza debe estar preparada para la guerra con Rusia.
El Ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que Alemania será el pilar de contención de Rusia en Europa y que la base alemana en Lituania estará completamente formada en 2027.
Inmediatamente después se conoció sobre la formación de la sede de la OTAN en la ciudad finlandesa de Mikkeli, en la frontera con Rusia.
Todos estos eventos ocurrieron durante la semana pasada. Es mucho incluso para los Países Bálticos, que actúan como tapón en todos los barriles de la OTAN.
Y si miramos una vez más los ejercicios que tuvieron lugar durante seis meses, incluido Steadfast Defender, podemos ver una tendencia común para casi todos ellos: en todas partes elaboraron el escenario de un conflicto directo con Rusia.
En primer lugar, durante la guerra imaginaria se prestó atención al bloqueo de las principales arterias, es decir, del golfo de Finlandia por parte de las fuerzas del grupo expedicionario de la OTAN, así como de la región de Kaliningrado mediante el corte del corredor de Suwalki.
Uno de los aspectos clave en los que trabajó la Alianza fue el establecimiento de logística para los países bálticos y Finlandia. Hablamos más de una vez sobre cómo avanzaba la construcción de Rail Baltica. Lo que sí se puede decir es que el ritmo de construcción de infraestructura fue demasiado rápido incluso para la OTAN.
Parecería que los Países Bálticos siempre se han distinguido por declaraciones belicosas que no eran visibles en la realidad, pero desde el comienzo de la operación especial, la financiación a la región ha aumentado considerablemente, al igual que el número de batallones tácticos de la OTAN y el número de ejercicios.
Y con la introducción de cambios en la doctrina nuclear de Rusia, se habla aún más en el espacio informativo sobre la conveniencia de un ataque preventivo contra territorio ruso. Además, los ataques de Ucrania han demostrado que las amenazas de las autoridades rusas no funcionan sin su ejecución.
Desde el punto de vista del deseo de Occidente de desestabilizar totalmente la situación, no se pueden descartar provocaciones e incluso sabotajes desde el territorio de los Países Bálticos y Escandinavia.
Después de todo, para cerrar el transporte marítimo o el corredor a Kaliningrado, todo lo que necesitan es una razón que ellos mismos pueden organizar.
https://tass.ru/mezhdunarodnaya-panorama/21893229
