Taher Ali proporciona una visión detallada de la compleja situación en Palestina, analizando las realidades en Gaza, Cisjordania, Jerusalén y el territorio del 48.
Por Héctor Santorum | 17/01/2024
Taher Ali: “En los presos se demuestra en concepto del sumud, que es un concepto palestino de fortaleza, entendido como un sentimiento colectivo, cada preso, cada resistente palestino en su propio sufrimiento siente una implicación colectiva, que es de donde es capaz de sacar la fortaleza.
Es también la escuela de la unidad, siempre que ha habido problemas entre facciones, ha sido desde el movimiento de presos desde donde se ha buscado esa unidad y donde se ha conseguido. La unidad de los presos, independientemente de las facciones, es muy férrea muy inspiradora para todo el pueblo palestino.”
Taher Ali proporciona una visión detallada de la compleja situación en Palestina, analizando las realidades en Gaza, Cisjordania, Jerusalén y el territorio del 48. Se destaca la discriminación sistémica y el régimen de apartheid que afecta a la población palestina en diferentes áreas geográficas. La conversación se sumerge en las condiciones precarias en Gaza, la represión en Cisjordania y las dificultades que enfrenta la población de Jerusalén.
La exposición también aborda la situación de los presos palestinos, destacando su resistencia y la unidad que encuentran en prisión, así como su notable capacidad para enfrentar adversidades en un contexto colonial.
En el marco de los 100 días desde el inicio del genocidio en Gaza, la OMS emite una alerta sobre una situación «infernal». La población de Gaza se encuentra en condiciones extraordinariamente difíciles, con 300 ataques a la red sanitaria y obstáculos sistemáticos para la labor humanitaria.
Héctor Santorum: ¿Cúal era la situación en la franja de Gaza y en Cisjordania previa al 7 de octubre?
Taher Ali: Me gusta comenzar las charlas haciendo un recorrido sobre Palestina, todo el territorio Palestino, Palestina histórica justo antes del 7 de octubre. No solo hablando de Gaza y Cisjordania, que, por supuesto, también. Hablo de los territorios del 48 y específicamente de Jerusalén. Es bastante gráfico; en el primer caso, hablo de cómo era antes de la operación del 7 de octubre y de la situación del 48.
Lo que se conoce como Israel, es un régimen de apartheid; el 20% de la población es palestina nativa y, aunque tienen oficialmente reconocida la ciudadanía del estado colonial, están sometidos a más de un centenar de leyes raciales, como las de Nuremberg, que además se inspiraron en las del sur de Estados Unidos o del apartheid Sudafricano. Son leyes que delimitan los empleos estratégicos, la capacidad de adquirir propiedades, que delimitan su futuro, que les encierra en guetos, que a pesar de que pagan los mismos impuestos, no tienen los mismos servicios, la imposibilidad de organizarse políticamente si cuestionan la realidad colonial.
Después está el área de Cisjordania, donde viven sometidos a un régimen de guetos, encerrados en sus ciudades, atravesadas incluso por el llamado Muro de la Vergüenza de la ocupación. Están rodeados por colonias; no pueden moverse de ciudad a ciudad, ni siquiera en la misma ciudad si hay un muro o si hay colonos en el interior. No tienen ningún derecho y son material de caza para los colonos cuando quieren, además apoyados por el ejército colonial.
Además, hay que destacar que en Cisjordania, supuestamente hay una Autoridad, que es la Autoridad Nacional Palestina. Es una autoridad cipaya, es el ministerio de asuntos indígenas de la ocupación. Solo tiene un poder más o menos real en 2 o 3 bantustanes, en este caso, igual uno, el caso de Ramala.
Al final, simplemente es una externalización de la represión; es una agencia que se encarga de meter en cárceles supuestamente palestinas a los residentes palestinos, que reprime o incluso asesina, como ha pasado con periodistas. Informa a la ocupación de todos los que se organizan políticamente, y aquí no estoy diciendo necesariamente que pertenezcan a la Resistencia Palestina, hablo, por ejemplo, de estudiantes que se organizan, etc.
Después está la gente de Jerusalén, que está en tierra de nadie. Ni son como los ciudadanos de la entidad colonial ni como los de Cisjordania. Tienen una situación aún más precaria debido a la intención que tiene la entidad colonial de judaizar toda la capital, por hacerla la capital de su colonia.
Me he encontrado con gente a la que echan de sus casas, con permiso de residencia. Se lo pueden retirar arbitrariamente, y de repente ya no tienen permiso para vivir en la casa, como si estuvieran de prestadillo o ellos fueran los ocupas. Y son personas que, irónicamente, sufren las patrañas que cuenta Ana Rosa en su programa. Esa gente sí que va a hacer la compra y cuando vuelve, encuentra una familia dentro. Además, protegida por el ejército colonial.
Y está la situación de Gaza, el campo de concentración a cielo abierto más grande del mundo. Dos millones doscientas mil personas aproximadamente, prácticamente la mitad son niños. Desde que Hamas accedió al poder legítimamente tras haber ganado las elecciones, sufren un bloqueo por tierra, mar y aire. Que hace que lleven prácticamente 15 años sin poder acceder a una nutrición suficiente; hay muchísimos casos de malnutrición, antes del 7 de octubre, antes de las hambrunas de ahora, porque prácticamente se come arroz y garbanzos.
Estamos hablando de gente que lleva 15 años bebiendo agua contaminada; pescadores que no pueden salir a faenar porque les fusilan. Tampoco hay tierra suficiente para que haya una soberanía alimentaria; a los agricultores se les fusila, se abren las esclusas para que se inunden los campos, porque la ocupación controla las aguas. Se contamina, etc.
Digamos que viven una situación muy, muy precaria. Además, me gusta hablar de otra Palestina más, que es la palestina de los presos y las presas políticas. Antes del 7 de octubre eran unos 5200.
Doscientos de ellos eran niños; muchos ya no es que hayan crecido en cautividad, sino incluso en régimen de aislamiento. Hay personas que nunca se van a poder recuperar como personas funcionales porque los han torturado hasta límites por encima de las capacidades humanas. Incluso comento que hay una última Palestina en el interior, que luego estaría la diáspora, que es la Palestina que aún muerta sigue siendo reprimida.
Son los cementerios de números; son la costumbre que tiene la ocupación de retener a los cuerpos de los presos cuando mueren en prisión y esto es relativamente frecuente, por torturas o por negligencias médicas. Un cáncer se puede tratar con un ibuprofeno cada dos meses, estando en una celda en medio del desierto. Se retienen los cuerpos y no se entregan a las familias hasta que se considera que se cumplen las condenas. Muchas veces se retienen simplemente como una tortura colectiva.
Sin excusas, cuerpos de resistentes, que puede ser «resistente» una persona que ha participado en una operación armada o un chaval que ha estado tirando piedras y los padres la última noticia que tienen es que han cogido a un niño, que lo han metido sangrando en un coche de los israelíes y no vuelven a saber nada y nunca más lo ven.
A lo mejor un oficial de inteligencia les llama para decirles que su hijo está muerto, luego otro les dice que está vivo pero que lo están interrogando, luego otro que está muerto… y así no pueden mantener el luto.
Héctor Santorum: ¿Cúal es la situación actual de los presos palestinos?
Taher Ali: Los presos son muy numerosos, es muy frecuente que una persona sea varias veces presa. Yo creo que no habrá ninguna familia palestina que no haya tenido en algún momento presos o presas políticas. Tenemos como mínimo familiares. Es algo bastante frecuente, como una operación de represión básica primero política, pero sobre todo colonial para amedrentar a la resistencia y también por efecto de esto es la gran escuela de la resistencia.
En los presos se demuestra en concepto del sumud, que es un concepto palestino de fortaleza, entendido como un sentimiento colectivo, cada preso, cada resistente palestino en su propio sufrimiento siente una implicación colectiva, que es de donde es capaz de sacar la fortaleza.
Es también la escuela de la unidad, siempre que ha habido problemas entre facciones, ha sido desde el movimiento de presos desde donde se ha buscado esa unidad y donde se ha conseguido. La unidad de los presos, independientemente de las facciones, es muy férrea muy inspiradora para todo el pueblo palestino.
Los presos a pesar de las condiciones infrahumanas, en un contexto colonial, y ademas siendo el colonizador la entidad sionista. A pesar de eso, los presos son capaces de escribir libros en pequeños papelitos, con signos y cosas que pintan, libros que luego se publican, son capaces de tener debates, son capaces de tener escuelas, son capaces hasta de conseguir inseminar artificialmente a sus parejas en el exterior.
Héctor Santorum: ¿Cómo afecta la situación actual a los refugiados palestinos?
Taher Ali: El 70% de la población gazatí es refugiada, les está afectando en el sentido de volver a niveles de la primera Nakba, si es que la Nakba en algún momento se ha detenido, que podría ser debatible y yo me inclino en pensar que no. La Nakba ha sido un constante por mucho que se sitúe en 1947.
Se está volviendo al punto de partida, otra vez a perder todo, y las tiendas de campaña sobre los escombros y los desplazamientos. Mayor represión en los refugiados que viven en Cisjordania.
También al final la mayoría de población nativa en el 48 tampoco vive en sus sitios de origen. También de alguna forma han sido desplazados, digamos que la situación es de mayor represión pero también de muchísima esperanza. Esperanza que se traduce en la capacidad de resistencia que está teniendo el pueblo en la franja de Gaza que se niega a irse, tampoco le dejan, pero está claro que no van a marcharse. La mayor parte del norte, supuestamente controlado por Israel no se ha ido, no se ha ido, no se ha movido del sitio.
La gente sigue viviendo ahí aunque no tenga ventanas de sus casas, viva en escombros o tiendas de campaña. La mayor parte de la gente ni siquiera se ha ido. Ha sido una inspiración para Cisjordania que sigue resistiendo a pesar de todo lo que sufren, de los asedios que están teniendo, los asesinatos, que ya van por cientos.
Es una esperanza para la población refugiada, en Líbano y en Siria, que están viendo que militarmente se puede derrotar a la ocupación. De alguna forma el proyecto colonial ya ha sido derrotado, en cuanto a que no ha conseguido exterminar al pueblo palestino.
Esto le ha supuesto que la mayor parte de la población en la Palestina histórica hoy en día ya es palestina. Sin contar con que a la vez la mayor parte de la población vive en la diáspora. Numéricamente somos muchos más que los propios colonos, incluso en la propia Palestina histórica, y eso ya hace inviable completamente el proceso colonial si es que alguna vez fue realmente viable.
Es una esperanza por que se ve que ya no solo es una cuestión de futuro, sino que en un tiempo cercano y medio militarmente la entidad colonial se está derrumbando, y la sociedad internamente está colapsando.
https://nuevarevolucion.es/desglosando-la-palestina-contemporanea-con-taher-ali-desde-el-apartheid-hasta-la-resistencia-en-gaza-una-exploracion-exhaustiva-de-la-discriminacion-la-represion-y-la-esperanza-en-medio-del-colapso/