Lucy caminaba erguida. Esta idea es defendida por la mayoría de los investigadores y un nuevo estudio refuerza la teoría acerca de cómo caminaba Australopithecus afarensis, la especie extinta a la que pertenece el famoso fósil de “Lucy”, antepasado de los seres humanos con unos 3,2 millones de años de antigüedad
. Una investigadora de la Universidad de Cambridge ha reconstruido la musculatura de las piernas de “Lucy” mediante tecnología 3D, un método innovador para confirmar el bipedismo que podría tener gran impacto en el estudio de la locomoción a lo largo de la evolución humana.
Réplica del esqueleto de Lucy. Sailko / Wikimedia
Un antepasado humano famoso
En 1974 tuvo lugar un gran hallazgo arqueológico en Etiopía.
Un equipo de paleoantropólogos descubrió unos restos fósiles de Australopithecus afarensis que resultó ser el esqueleto mejor conservado de la especie con hasta un 40% de los huesos.
Ha pasado a la historia como uno de los descubrimientos arqueológicos más famosos. Con una datación de entre 3,2 y 3,5 millones de años, el esqueleto es popularmente conocido por el nombre de “Lucy”, debido a que los investigadores escucharon la canción “Lucy in the Sky with Diamonds”, de The Beatles, cuando celebraban el descubrimiento.
Según los huesos, el espécimen medía 1 metro de altura y podía pesar entre 13 y 42 kilos.
El descubrimiento de “Lucy” fue importante para conocer muchos aspectos del origen de la humanidad, pero uno de los debates más interesantes que generó fue acerca del bipedismo, que pudo darse en homínidos mucho antes de lo que se pensaba.
Podía andar erguida y trepar a los árboles
Y es en esta materia en la que hemos obtenido novedades gracias a Asheligh Wiseman, investigadora del Instituto McDonald de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, quien ha publicado su estudio en la revista Royal Society Open Science.
La reconstrucción muscular a la que se ha sometido a las piernas y pelvis de “Lucy” indican que pudo mantenerse y caminar sobre dos patas y, además, sus articulaciones y poderosas patas también le permitieron trepar a los árboles hábilmente.
De ser así, la especie pudo adaptarse a zonas de bosques y también a pastizales. Según Wiseman:
“Los músculos de Lucy sugieren que era tan competente en bipedismo como nosotros, mientras que posiblemente también se sintiera cómoda en los árboles. Habría podido explotar ambos hábitats de manera efectiva”.
Para saber cómo se movían las especias extintas es fundamental conocer los recursos del cuerpo que se utilizan para ello.
Podemos observar el esqueleto o partes óseas fosilizadas pertenecientes a nuestros antepasados, pero rara vez se conservan tejidos blandos como la musculatura, la piel y otros elementos que puedan darnos información acerca de la animación del cuerpo humano.
Wiseman ha utilizado a “Lucy”, el esqueleto de Australopithecus afarensis más completo, para reconstruir mediante tecnología tridimensional 36 músculos de la pelvis y las extremidades inferiores utilizando a los humanos modernos como modelos análogos con los que compararlos.
Reconstrucción de la musculatura de “Lucy”. Wiseman, A. 2023 / Royal Society open Science
“Lucy” se movía de manera inusual
Los resultados muestran que “Lucy” y Homo sapiens compartían articulaciones de las rodillas y las caderas que permiten caminar erguido. Sin embargo, también demuestran que los músculos de las piernas de los australopitecos estaban más desarrollados, con un 74% de músculo en los muslos y menos grasa que en el caso de los humanos modernos, que tenemos un 50% de músculo.
Además, las articulaciones de este antepasado tenían un rango de movimiento más amplio, lo cual, unido a la masa muscular reconstruida, combina en un tipo de movimiento bastante peculiar y desconocido. “Lucy probablemente caminó y se movió de una manera que no vemos en ninguna especie viva hoy”.
Un método revolucionario para estudiar fósiles
El nuevo estudio no supone una revolución en el concepto preexistente sobre cómo andaban los australopitecos, sin embargo, su importancia radica en el método utilizado para refutar o reforzar dicho concepto y otros tantos que generan debate por la falta de tejidos blandos como evidencias para definir el movimiento y comportamiento de especies extintas.
El uso de la reconstrucción de músculos mediante tecnología ya permitió a un equipo de investigadores comprobar a qué velocidad podía correr Tyrannosaurus rex. En el caso de la investigación de Wiseman:
“En el futuro, el enfoque de modelado de músculos poligonales ha demostrado ser prometedor para reconstruir los tejidos blandos de los homínidos y proporcionar información sobre la configuración muscular y el llenado de espacios.
Este método demuestra que se requieren reconstrucciones volumétricas para saber dónde deben ocupar el espacio los músculos y, por lo tanto, dónde las líneas de acción podrían no ser factibles debido a la interferencia con otro músculo”.
Referencias:
Pare, S. 2023. 3.2 million-year-old human ancestor 'Lucy' had massive leg muscles to stand up straight and climb trees. livescience.com.
Wiseman, A. 2023. Three-dimensional volumetric muscle reconstruction of the Australopithecus afarensis pelvis and limb, with estimations of limb leverage. Royal Society Open Science 10: 230356. DOI: 10.1098/rsos.230356.