Un nuevo choque entre las fuerzas divisorias del odio y la energía revolucionaria del amor. Se repite aquel “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!” del general franquista Millán Astray; la disputa de los resentidos contra los que develan, construyen y esparcen sentidos aglutinadores.
“¡Hombres, no celebréis todavía la derrota de lo que nos dominaba hace poco! Aunque el mundo se alzó y detuvo al bastardo, la perra que lo parió está otra vez en celo.”
Bertolt Brecht
“no me convencen esas nostalgias reaccionarias: pretender no seguir creciendo, eso es nostalgia. No, yo crecía, y en compañía, alabada, mimada, imitada”.
Andrés Calcedo
Un nuevo choque entre las fuerzas divisorias del odio y la energía revolucionaria del amor. Otro episodio en que contrastan el ademán artificioso y el acto fundador, el gesto con la antorcha y la forja con el fuego, el ruido y la palabra, el pistoletazo y la poesía. Se repite aquel “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!” del general franquista Millán Astray; la disputa de los resentidos contra los que develan, construyen y esparcen sentidos aglutinadores. Es el neofascismo contra el pensamiento crítico, contra el Arte y la cultura popular.
Por estos días contra Buena Fe, como ya anunciaron harán contra Omara, en su próxima gira por España. Como antes, desde otros pantanos, contra Los Van Van, Haila, Paulo FG y Alexander Abreu. Boicotear conciertos de artistas radicados en Cuba es su otra compulsión. De tal modo se cotizan en el mercado del anticomunismo europeo y del “anticastrismo” en particular.
Así lo describió el propio Israel Rojas: “Llevaban varios días anunciando en redes sociales sus intenciones de boicotear un concierto totalmente legal. En un lugar habilitado para ello, en el que hemos tocado desde el año 2006 con regularidad. La intención es provocar un incidente. Dar alimento informativo a la maquinaria de odio mediático.
Alejarnos del público que gusta de nuestra música. Ahora atacan a la Sala Galileo Galilei, amenazan con demandar y tratan de culparme por lo sucedido, cuando yo no supe nada de lo qué pasó ya que estaba en el escenario.
Todo sucedió en menos de 10 segundos y el público reaccionó pidiendo la expulsión de los que intentaban hacer de nuestro concierto, un asunto de otro carácter para su conveniencia.
El concierto fue maravilloso. Y agradezco a los que fueron y no se dejaron provocar. Eso es lo importante. No hubo boicot alguno. Hubo amor, música y alegría”.
Ese era el plan, provocar confrontaciones y trastocar el sentido ecuménico de estos conciertos. Como recalcó aquella misma noche el líder de la agrupación: «Esto no es pa eso, que cosa tan fea. Esto es música, aquí se viene a pasarla bien (…)
No importa cómo piensan los artistas, si a la izquierda o a la derecha. No se viene a eso». Diez segundo de “jaleo” terminaron importando más que dos horas de “concordia, paz; donde hablamos de amor y desamor; donde hay cumbancha, alegría, y deseos de pasarla bien”.
Eran las rachas primeras de una tormenta de falacias, los primeros hedores de un brutal ciberacoso contra la reputación del grupo y para atemorizar a los dueños de los locales donde se darían las siguientes presentaciones.
“Con tristeza anunciamos que los conciertos de Salamanca y Zamora han sido suspendidos. Bajo el pretexto de defensa de la democracia se han desatado acosos y amenazas fascistas contra los dueños de los locales y eso ha podido más que las canciones.
Mil disculpas para los que habían adquirido las entradas” – compartieron los de Buena Fe horas después del primer concierto en Madrid.
Fue entonces la orgía de titulares, de los que festejan nuestras desgracias y lloran con nuestros éxitos: “Los organizadores del concierto de Buena Fe en Barcelona cancelan la presentación”, “Cancelan concierto de Buena Fe en Salamanca, España”, Suspenden concierto de Buena Fe en Tenerife: ¡van tres cancelaciones!”, “Dúo Buena Fe se ve obligado a cancelar otros conciertos en España”….
Se articulan para cancelar, en nombre de la democracia y de la libertad de expresión. No toleran la creación de signos distintos y el cultivo de la sensibilidad que el dúo consigue, no solo les mortifica su posicionamiento político, sino también la capacidad creadora, el arte de Israel Rojas y Yoel Martínez, su poiesis subversiva frente a la cultura dominante de las que estos acosadores toman sus poses y sus frases de matones postmodernos.
Bien lo expresó Silvio Rodríguez, cuyos conciertos intentaron sabotear estos mismos odiadores:
“Por lo visto los acosadores de Buena Fe no se molestan en escuchar sus canciones. ¿Será que no les conviene conocer las preguntas indóciles que el dúo lanza al aire, tema tras tema, AQUi, en suelo cubano? ¿Será que algunos hacen uso de un respetable derecho a irse pero no pueden soportar a los que se queden a luchar por un país mejor?
¿Será por vergüenza de ellos mismos los que piden invasiones y bloqueos contra su propio pueblo? Insoportable para algunos el ejemplo moral de Buena Fe. Es comprensible”.
Quien lo conoce sabe que Israel ha sido siempre un artista incómodo, crítico a las malas decisiones y las mentes burocráticas; un promotor del diálogo y del cambio necesario.
Lo ocurrido en la España son los síntomas de una frustración acumulada, de una contrarrevolución “anclada en la estructura instintiva”, como lo graficaba Marcuse. De un grupo de resentidos, que en su intento de resolver su insoportable presente, la Cuba irredenta y socialista que Buena Fe simboliza, que aterrado con lo nuevo y alternativo de su Arte, se aferran a la “cultura de la nostalgia”.
Detestan la posibilidad de un progreso colectivo, un progreso entendido como la realización plena del hombre, en todas las posibilidades de su naturaleza. A falta de ideales de futuro, pretenden subsumir el tiempo histórico al tiempo coyuntural
Los cabecillas de esta campaña son los emigrados cubanos Lázaro Mirelis y Sayde Chaling-Chong García Chong, que se presentan como los líderes de la Alianza Iberoamericana Europea Contra el Comunismo (AIECC). Han sido los organizadores de varias concentraciones contrarrevolucionarias y de numerosas provocaciones frente a representaciones de Cuba en España.
Mireles es miembro del xenófobo y racista partido VOX y Chaling-Chong ingresó en este en el 2018, aunque fue expulsado tiempo después. Yotuel les robó el show de la marcha que convocaron del 25 de julio de 2021 en Madrid, como líderes del Colectivo Patria y Vida y directivos del AIECC.
A Mirelis, también líder del movimiento Acciones por la Democracia y secretario de Comunicaciones de Somos+ en España, se le vio el 12 de julio del 2021 con los líderes de VOX Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith en la manifestación anticubana que protagonizaron frente al Congreso de los Diputados.
Para la noche del 2 de Octubre de ese mismo año, el ultraderechista convocó para una marcha y posterior concentración frente al WiZink Center, donde Silvio dio exitosamente su recital. Entonces, calificó de “comunista” a la ferviente anticomunista Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; por negarles la autorización para «el montaje de un escenario Patria y Vida» frente al recinto.
Desde semanas antes, había llamado al boicot y a la cancelación de sus presentaciones, rompieron posters que las anunciaban, profirieron insultos y falsas acusaciones, reclamaron a las autoridades de Madrid para que fuera declarado persona no grata. Pero les salió el tiro por la culata.
Como fachos que son, reciclan operatorias y disfraces, lo probado funcional y lo prestigioso según la tradición de las élites que adoran. Al autoritarismo de Franco le dan cuatro brochazos de la Constitución del 40 y se asumen poderosos. Su mala fe es la fe en la violencia, la violencia como medio e ideal. Su combustible es el terror a hacer el ridículo, y el ridículo termina siendo su marca.
Como asesinos de la reputación, se aprovechan de la volatilidad de las redes sociales, hechas para emocionar, no para informar. Recurren a las injurias para criminalizar y cargar sobre el enemigo sus propios errores o defectos; a lo Goebbels, para movilizar el odio. Que si “servilismo”, que si “vocero del régimen de la Isla”, que “si lavado de dinero para la dictadura militar castrista»… Todo para estigmatizar al adversario y victimizarse.
Pese a la “¡Aclaración necesaria!” compartida por los de Buena Fe cuando se veía venir la campaña contra su prestigio: “Extrañamos muchísimo al resto de la banda. No viajamos con equipo de seguridad alguna. Nuestras canciones son nuestra protección. Promovemos la cultura y repudiamos la violencia. A los que nos piden que nos cuidemos, le decimos gracias. Pero poco podemos hacer contra la difamación repetida, la agresión mediática, la satanización.
No somos asalariados de ningún gobierno. Somos un grupo diverso en la forma de pensar. Estamos en Europa porque hay gente dispuesta a escuchar nuestras canciones. Este es nuestro trabajo y de eso mantenemos honradamente a nuestras familias (…)”.
Y aunque los fascistas no toleran otro final para el adversario que su aniquilación, los trovadores guantanameros siguen dignos y plantados: “NO VAMOS A HACER, NI A DECIR NADA BAJO PRESIÓN DE NADIE. Y menos de los que incitan a la violencia, boicot de artistas cubanos y denigran, irrespetan u ofenden a los que gustan de nuestra música. Denunciamos la persecución y hostigamiento a los promotores y dueños de salas de conciertos.
Agradecidos a los que nos respetan. Paz, amor y buena fe para todos”. “Sabemos cantar y lo vamos a hacer donde nos convoquen. Nada ni nadie va a callar nuestra voz”-expresaron a La Jornada
Lo que se levantó fue una ola de solidaridad con estos defensores del arte como herramienta para el diálogo y la transformación. La Unión de Escritores y Artistas de Cuba manifestó su solidaridad y su “agradecimiento a tantísimos españoles y compatriotas residentes en España y otras partes del mundo que los han apoyado y se han pronunciado contra esta injusticia porque, como nosotros, creen en el poder de la poesía, de la canción y de la cultura como plataformas para el crecimiento espiritual y el entendimiento humano”.
La Asociación Hermanos Saíz también expresó su indignación ante tales sucesos, con la certeza de que “el arte de los músicos y otros creadores cubanos debe llegar a todo el mundo como expresión de una riqueza cultural reconocida a nivel internacional y de un país que nunca renuncia a los sueños ni a la belleza”.
Ya lo alertó otro poeta en semejante circunstancias: “Las piedras del odio, a poco de estar el sol, hieden y se desmoronan, como masas de fango”. Obra con esa fe el martiano cantautor: “El amor es tímido, pero vence al odio”.
https://rebelion.org/la-mala-fe-contra-el-arte/