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Guyana, Inc.: Filial De La Exxonmobil

El Ministerio de Recursos Naturales de Guyana anunció la semana pasada que amplió el plazo de presentación de ofertas para la concesión de licencias de 14 bloques petroleros hasta el 15 de julio de 2023, cuya fecha tope prevista era para el reciente 14 de abril; la adjudicación de los contratos era para el 31 de mayo de 2023.
  Este anuncio es ilegal por parte del gobierno guyanés porque continúa su política de licitación con empresas transnacionales petroleras en territorio venezolano.

Este cambio en la dinámica de licitación sucede luego de una serie de declaraciones del vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, en las que asoma posibles modificaciones en las políticas fiscales y de regalías con ExxonMobil principalmente: 

En el segundo semestre del año pasado el gobierno de la excolonia británica ha informado que esperan establecer nuevos términos fiscales que no se aplicarán al acuerdo existente del Bloque Stabroek liderado por ExxonMobil. 

La participación en el bloque dependerá del Acuerdo de Producción Compartida (PSA) recientemente revisado.

Se propone definir una tasa de regalías de 10% que encabezará el nuevo acuerdo modelo, frente al efímero y ventajoso 2% otorgado a ExxonMobil para el Bloque Stabroek.

Los acuerdos anteriores otorgaban al gobierno una participación de 14,5% al inicio de la producción; los nuevos términos aumentarían esa participación a 27,5%.

En febrero 2023 el vicepresidente hizo una declaración a la agencia Reuters: "El país planea recuperar 20% de Stabroek y volver a comercializarlo el próximo año".

Jagdeo explicó que el gobierno quiere disminuir el control del consorcio que controla el bloque Stabroek: "Necesitamos más competencia", expresaba el vicepresidente. No son buenas noticias para los expoliadores de la ExxonMobil.

Los escenarios de explotación y producción petrolera son cambiantes. Por ejemplo, el bloque Stabroek ha visto una tasa de éxito en operaciones de exploración de 90%, sin embargo se perforan más pozos en áreas más complejas, más costosas y menos prometedoras, así que existen altas probabilidades de que las tasas de éxito en exploración disminuyan en ciertas áreas del bloque.

 Las transnacionales presionan a Guyana, necesitan extrapolar el alcance de exploración y futura explotación de crudo al oeste del cinturón marítimo venezolano.

Por otro lado, el gobierno de Irfaan Ali se percató muy tarde de que ha sido minúsculo lo que ha recibido el tesoro nacional guyanés proveniente de las exorbitantes ganancias que genera la industria petrolera, lo que evidencia la inexperiencia de los funcionarios guyaneses al momento de negociar licencias con los caníbales de ExxonMobil, antigua Standard Oil. 

Esa decisión de dilatar las rondas de licitación y de avanzar hacia las posibilidades de aumentar las regalías son noticias incómodas para la trasnacional, que en los últimos años se dedicó a dejar migajas vendiendo el manido espejito de ser parte del crecimiento económico para ese país, cuando en realidad se ha dedicado a exprimir arbitrariamente el crudo en la franja marítima limítrofe con Venezuela.

Es oportuno indicar que la organización londinense Global Witness, en 2020, reportaba que Guyana estaba dejando de percibir 55 mil millones de dólares, y mostraba que el contrato de producción de petróleo de ExxonMobil con Guyana está inclinado a favor de la transnacional. 

El informe de esa organización también alega que ExxonMobil usó tácticas agresivas y amenazas para presionar a funcionarios guyaneses sin experiencia, con vistas a que firmaran el acuerdo. Por supuesto, meses después ExxonMobil, apoyada por el gobierno guyanés, cuestionó la acusación de Global Witness y, más tarde, en 2021 la organización eliminó el documento de su portal web.

(Foto: Archivo)

Bloomberg, según la reseña de ese informe, señala que de acuerdo con Global Witness Guyana obtiene 52% de los ingresos de los campos, entre regalías e impuestos, cuando realmente debería ser entre 65% a 85%.

Aunado a ello, el portal Caribbean Trakker indica que en ese documento se muestra como evidencia la visita del entonces ministro de Recursos Naturales de Guyana, Raphael Trotman, a la sede de la ExxonMobil en Texas en 2017, cuyo atractivos materiales propios de la industria se dejaron ver para concretar el ansiado acuerdo.

No es casual que, iniciando este año, la susodicha petrolera informaba que obtuvo ganancias anuales récord de 55,7 mil millones de dólares en 2022, cifra que supera su récord anterior de 45,22 mil millones de dólares en 2008, en pleno auge de precios altos del crudo. Sólo Apple y Microsoft han superado las ganancias del año fiscal 2022 de ExxonMobil.

Ante esto, Darren Woods, CEO de ExxonMobil, dijo: "Continuamos fortaleciendo nuestra cartera líder en la industria y aumentando la producción de activos ventajosos de alto rendimiento en Guyana y el Pérmico", lo que demuestra el gran aporte que les deja Guyana.

Por los términos financieros deficientes, desequilibrados y de total entrega generosa de recursos a las transnacionales, Guyana es un país que funge como filial de la ExxonMobil.

 En marzo, ante la visita de la delegación de alto nivel del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el presidente guyanés les aseguró que su país está listo para garantizar la seguridad energética de Estados Unidos, articulado absolutamente con la Casa Blanca.

El congresista estadounidense Jason Smith emitió una declaración al culminar esta visita en la que expresó que el objetivo de la administración de Joe Biden es liderar la extracción y la venta de petróleo de Guyana: "Estados Unidos debe comprometerse a superar a China en todo el mundo".

https://misionverdad.com/globalistan/guyana-inc-filial-de-la-exxonmobil

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