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Nicaragua: Adán Silva Mercado

ADAN SILVA MERCADO, EL POETA, PROFESOR Y SOCIÓLOGO COSTEÑO QUE ESCOGIÓ ENTRE SUS OPCIONES DE VIDA: SER HERMANO CRISTIANO DE LA SALLE O PADRE DE FAMILIA.

Hará unos tres años que escuché en Rosita los comentarios picantes del periodista local Heberto Jarquín, sobre las jugarretas pecaminosas de un poeta cuyo apellido me resultaba demasiado familiar: Adán Silva Mercado.

Marcos Adán Silva Mercado nació el 2 de agosto de 1944 en Siuna, Nicaragua, hijo de Augusto Silva Ramírez y Bertha Mercado

Fallece el 02 de Junio 2017, a las 2,58 minutos de la tarde. Rosita RAAN.

Era mayo
era primavera.
Dóciles volcanes
adornaban el espacio con sus fumarolas
y se veían ingenuos en el espejo de los lagos.
(Del poema Momento primero o el encuentro)

Decía el periodista que existe desde hace décadas en las poblaciones rurales del Triángulo Minero, un hombre multifacético que hacía las veces de profesor, de investigador, de arqueólogo, de músico, de guerrillero, de poeta y escritor, de periodista y mil cosas más. 

Era el tipo, de acuerdo con Jarquín, una especie de hombre orquesta en este confln montoso llamado Rosita.

La búsqueda no fue fácil porque el bendito poeta, nunca estaba en un solo lugar: ahorita lo halla en Bilwi, en el proyecto cultural Tininiska, me dicen, y en el lugar, que ahora sé que signiflca colibrí en miskito, me dicen que se acaba de ir a Rosita. 

Vuelve uno a Rosita y lo acaban de ver pasar por aquella calle, rumbo al mercado, en el mercado lo vieron pasar hacia la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua (URACCAN) y en el campus la versión, es que ya se fue como buscando el empalme de Alamikamba.

De regreso al pueblo, lo acaban de ver montado en un bus a Siuna, que es donde nació en agosto del 44, pero allá me dicen que posiblemente no lo halle porque puede ser que de Siuna tome rumbo a Matagalpa o a Managua, no se sabe.
Así pasaron tres años hasta que por fln se le encontró en Rosita, en su propia y colorida casa a la que se llega tras atravesar un puentecito de maderas pintadas en rosa chicha. 

La visita, conectada por un hijo pintor del poeta Silva, Augusto Silva, fue acompañada de una advertencia: "Ahí está ahorita, pero mejor apúrese antes que se mueva". Pero el poeta buscado no se había movido y ahí estaba en el fresco balcón de su casa, sin camisa y meditabundo, casi esperando la entrevista.

Es verdad que ha sido maestro desde hace más de 45 años y ha impartido conocimientos en toda la Costa Atlántica: desde sus arrabales del Triángulo Minero (Bonanza, Siuna y Rosita), hasta Blueflelds y Bilwi, incluyendo las riberas del río Coco y los linderos acuosos de la Región Autónoma del Atlántico Sur.

De hablar pausado y sonrisa fácil, sencillo pero no rústico, el poeta Adán Silva Mercado accede a contar parte de su historia, de las cosas que de él se dicen y cómo éstas son medias verdades y puros rumores chabacanos de sus antiguos alumnos maliciosos. 

Blanco y alto, un poco desgarbado y pelo cano, ojos azul claro, se identifica como descendiente de inmigrantes judíos que llegaron hace muchos años provenientes de Jamaica para establecer negocios cerca de algún lugar donde hubiese oro, y cuenta él mismo que hace muchos años el oro era cosa tan común en los ríos de la zona como los venados y las guardatinajas en el monte.

¿Lo de poeta? Sí, es verdad, con mucha humildad hace sus escritos y los recita a sus amigos en noches de bohemia y guitarra. ¿Periodista, escritor e investigador? 

También. Ha hecho de todo ello y ha participado en programas de radio, escrito ensayos y cuentos infantiles y publicado investigaciones sobre la cultura indígena. 
¿Guerrillero? Claro que sí, combatió contra la Guardia Nacional al final de la guerra de insurrección y al inicio de la guerra civil de los años ochenta contra los primeros grupos de Contras.

 ¿Arqueólogo? Tal vez no en todo el concepto de la profesión, pero sí ha buscado y rastreado por años restos antiguos de la cultura indígena de la Costa, vasijas, peines, joyas, estatuas y esculturas, para algún día formar un museo de antigüedades indígenas en mina Rosita. 

¿Caza-monjas el poeta? Caballeros, déjenme contarle esa historia y aclararle la verdad.

Allá por 1960, siendo estudiante de bachillerato y ya maestro empírico, le salió una oportunidad de irse becado a Estados Unidos a estudiar magisterio y convertirse en un Hermano Cristiano de La Salle. 

Serían cinco años para ser maestro y unos cuantos años más para ser Hermano de La Salle. 

"Era muchacho, muy inocente y candoroso, y ya me veía de sotana", dice sonriendo.

Estuvo cuatro años estudiando en un noviciado de San Luis, Estados Unidos y durante el verano prestaba servicios sociales a inmigrantes pobres en Memphis, Tennessee. 

Ahí conoció el objeto de su desvío de la vida religiosa: un grupo de novicias que también prestaban servicios sociales en el verano a los pobres de la comunidad. "Para qué quise más: la carne se despertó y el celibato, la sotana, empezaron a pesarme en la conciencia. 

Era una guerra de hormonas contra ideas, por un lado estaban los principios religiosos y por el otro los esfuerzos para domar el impulso que empuja al hombre a la carne que tienta con sus frescos racimos", comenta Silva.

"Estuve cuatro años así, y en la medida que me iba desarrollando mentalmente, yo miré que eso de la religión no era para mí.

 ¿Por qué? Andar con aquel cotón negro de por vida, sin hacerle caso a las muchachas, no era algo a lo que yo iba a resistir. Me preguntaba: ¿voy a pasar toda mi vida sin la carne? 

No lo creo, eso va contra la naturaleza, y me fui de ahí convencido de que a Dios se le sirve de diferentes maneras y que yo iba a buscar mi propia manera", recuerda el poeta cuando, ya regañado por los decepcionados hermanos religiosos, salió para siempre de la vida religiosa.

No es casualidad que el despertar de la carne, se haya dado con las imágenes de las jóvenes novicias de Tennessee, y que su primer contacto en Nicaragua para regresar al magisterio, después de su fallido intento de ser religioso, se haya dado por medio de una hermana religiosa que, años más tarde, moriría de forma trágica en San Salvador. 

A su regreso a Nicaragua, en 1965, Silva vio en el aeropuerto Las Mercedes a una joven monja desorientada a la que se la acercó, según él, a ayudarle.

 Ella se llamaba Maura Clark, de la orden de Maryknoll, y estaba en Nicaragua ejecutando algunos proyectos de ayuda a los pobres. 

Ella, tras él contarle su reciente historia fallida de religioso, le recomendó para que fuera a una escuela que las monjas recién habían abierto en Las Minas, y que ahí se dedicara a seguir enseñando a los jóvenes de la zona rural de Bonanza, Siuna y Rosita.
La hermana Clark murió en San Salvador el 2 de diciembre de 1980, junto a dos religiosas más y una laica norteamericana. 

Las mataron con torturas y balazos, miembros del Ejército salvadoreño y la enterraron a orillas del camino. 

Por medio de Clark, cuenta Silva, conoció a otras hermanas religiosas a las que ayudaba en sus lisiones sociales al campo y a las que muchas veces acompañó, como vaquiano de la zona, en sus visitas a las zonas lejanas de la selva para brindarles ayuda. "Nada más, quien diga otras cosas, está bromeando' , dice en tono discreto Silva.

En 1964 regresa a Nicaragua y se instala en Bonanza, siendo contactado por la hermana Maura Clark para trabajar de maestro en Siuna, donde conoció a la docente Elba Marina Gómez, una segoviana, quien a pesar de ser mestiza, prevalecen fuertes rasgos españoles, detalla Arnulfo Agüero de la revista 400 Elefantes en su reportaje "Augusto Silva en Los colores de la costa".

En 1966 contrajo matrimonio con Elba, en 1968 nace su hijo Lorenzo Augusto y en 1970 Marcos Adán Silva Gómez.

En 1974 nace su hija Laura Silva, en ese año funda el Movimiento Boy Scout en Rosita, donde promovía el amor a la naturaleza y la música. }

En 1976 nace su hijo Rodrigo y en 1977 Gioconda Silva Gómez, tiempo después, su matrimonio con Elba llega a su fin.

El 28 de mayo de 1979 partió rumbo a Bonanza a combatir, dejando un poema de despedida para sus hijos, titulado "A mis cachorros", este decía:

Cuiden a su mamá.
Augusto, el mayor,
todo un hombrecito,
¡cuida a tus hermanos!
No peleen nunca entre ustedes.
Ahora denme un beso y un abrazo fuerte
cada uno…
Adancito,
pásame el fusil;
Rodrigo,
la mochila;
Laura Marina,
la canana;
Yoqui,
pásame otro beso. No llores.
Les traeré semillas del monte…
No lloren.
Cuiden a su mamá.

En 1983 inicia una relación con la maestra Melba López, y en 1984 nace su hija Jalima Silva López, año en que el ministro de la presidencia lo nombra director del programa educativo cultural, Educación Intercultural Bilingüe, ese año viaja a Cuba y se gradúa en Ciencias sociales en la especialidad en Sociología. 

En 1989 dirige la Revista Wani cuando fungía como escritor e investigador cultural en la Universidad Centroamericana (UCA).

En marzo de 1993 contrae matrimonio con Santos Hernández Castellón, (quien había estado en el batallón 30-57 de mujeres), ese año nace su hijo Noel Omar, y viaja a Italia para trabajar sobre los derechos de los pueblos indígenas a nivel mundial.

En 1995 viaja a España para trabajar en los ensayos sobre Rubén Darío y en 1996 labora con la ONG italiana, rescatando la vida cultural de los pueblos indígenas por medio de la literatura, ese año escribe el libro "Armonizando con nuestro entorno en lengua Miskita", y recibe el cargo de director de la Casa Cultural Tininiska.

Adán, además de su matrimonio con Santos, sostenía otra relación con la joven Sonia Müller, con quien procreó dos hijas: Samar (1997) y Niurka (1999). Relación que duró 9 años.

—¿Cuántos matrimonios lleva poeta Silva?

—Dos matrimonios, y lo demás, plural ha sido la triste historia de mi vida —¿Y por qué esa fama de perseguir con fines amorosos a las monjas?

—No hombre, esos son cuentos de mis estudiantes bandidos, apenas una me he robado.

—¿Ajá? ¿Quién es ella?
—Se llama Santos, ella fue religiosa de la Orden de Santa Inés, ahora es mi esposa y madre de tres hijos míos. Por lo demás, no, son bromas. 

Por ejemplo, un bandido ex estudiante mío, me achaca a una ex directora del convento de Rosita, ella quería contactar al Frente, yo la contacté para que la apoyaran en sus obras sociales y la acompañé en sus misiones sociales, siempre anduve a la par de ella, pero en cosas de trabajo, pero no, aquí ya me la echaban de novia.

Pero no me diga que no le inspiran algo especial las monjas.

—-iAy este Heberto Jarquín! Pues en sus misiones, las hermanas me inspiran mucho respeto, y fuera de ello solamente sin hábitos las miraría distinto, porque ese ropaje es bendito y hay que respetarlas. 

Ya era más distinto con las mujeres que no eran religiosas. 

Cuando yo era joven aprendí guitarra y caminaba de pueblo en pueblo con mi guitarra a espaldas. Noté que a las muchachas les gustaba y miré que esa era un arma de seducción, no hay mujer que no resista una serenata ni que suspire ante un poema, pero esas andanzas se terminaron cuando me casé por primera vez.

En 1998 nace su hija Amalia (de su matrimonio con Santos), en 2004 empieza a laborar en la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN), a la vez imparte clases de literatura en la Universidad Martín Lutero, dos años después nace su hija Aida Ester.

 Adán también adoptó a un niño llamado Saddam, a quien le dio su apellido y crió como un hijo más.

En 2012 es nombrado director de la Radio Tunky, perteneciente al gobierno del FSLN y en 2013 es candidato a concejal, ganando las elecciones del FSLN del municipio de Rosita.

"Como no recordar al profesor, poeta y amigo. Lo conocí a mi corta edad me cargó en sus brazos, fue mi profesor e hijo de una gran mujer, doña Bertha Mercado, se escapó que cantaba y tocaba guitarra, son innumerables las facetas de nuestro querido Adán Silva", expresó Irma Flores.

"Mi papá fue un hombre muy sencillo que, a pesar de todo, nos enseñó a valorar nuestras raíces, siempre estuvo pendiente de mí, apoyándome en mis estudios, siempre trató que todos los hermanos conviviéramos juntos, era una ilusión para él, reunirnos a todos, siempre nos hizo sentir a cada hijo único y especial, expresó su hija Jalima Silva, diseñadora industrial y Lic. en Derecho, quien reside en Bélgica.

"Él era todo para mí... mi guía y mi ejemplo. (Como ser humano incondicional, como revolucionario inclaudicable... y esto que le hicieron varias letras... siempre se mantuvo firme con sus ideas), siempre tenía una palabra de aliento que transmitía tanto conocimiento y paz", expresó su hija Gioconda Silva, ecóloga, quien reside en Estados Unidos.

"Mi papá fue una excelente persona, profesor por décadas, junto a mi mamá quien tiene 76 años, ellos nos dieron clases. 

Con mi papá tuve una relación bien estrecha, tuve más comunicación con él, cuando voy a Puerto Cabezas se me hace el corazón chiquito, porque me traen bonitos recuerdos, viví mi infancia, mi papá fue responsable, y nos enseñó buenos valores. 

Él fue que me metió al trabajo de electricidad y me gustó, me pagó un curso en el INATEC, y ahora soy Técnico en electricidad residencial, expresó su hijo mayor Marcos Adán Silva.

"Adán en vida fue un hombre que ha hecho florecer su trabajo, dejando semillas, Para mí ha sido un hombre que me ha enseñado que la vida es luchada", expresó su hija Samar Silva.

Adán Silva murió el 2 de junio de 2017 a la edad de 74 años

Fue sepultado en el Cementerio de Rosita.

En agosto del 2021 se realizó en su honor el VII Festival Popular de Poesía de Estelí, donde se presentó el libro "Prosas y Poemas", el cual contiene la obra completa del poeta, escrita a lo largo de su vida.

Harley Ezel

Fuentes: Diariosigloxxi y entrevista parcial concedida por el poeta a José Adán Silva (sin parentesco con el protagonista) publicada en la Revista Magazine 2006. 

Fotos: primera y segunda, revista Magazine, tercera, periódico la Información de Bluefields y cuarta, revista Wani.

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