I
Durante gran parte de la milenaria historia de los asentamientos humanos que luego se convirtieron en pueblos y ciudades, el peligro de merodeadores e invasores obligó a su fortificación, eso trajo consigo los ASEDIOS para obligar a la rendición (por hambre, sed, enfermedades, muerte paulatina de los defensores, motines o levantamientos internos de los habitantes desesperados), táctica de acoso que llegó a convertirse en parte de la doctrina militar de la guerra de los ejércitos de todas las épocas.
El primero de enero de 1959 triunfó en la isla mayor de las Antillas, Cuba, la primera revolución popular del hemisferio occidental y del Sur geopolítico del mundo.
El pueblo cubano liderado por el comandante Fidel, empezó entonces a construir las sólidas bases del socialismo y el faro de dignidad que con su luz iluminaria el camino de los luchadores sociales y revolucionarios del Continente y toda la periferia del mundo capitalista.
Y empezó entonces el asedio de la mayor potencia imperialista de la historia hacia la joven revolución triunfante.
Un asedio férreo, sin piedad y sin tiempo de caducidad, en el espíritu de los antiguos ejércitos depredadores, donde no importaba la crueldad y la muerte no sólo de los defensores de las murallas, sino de todo el pueblo sometido al cerco.
El asedio a Cuba revolucionaria, al sistema Socialista en construcción por el Partido Comunista de Cuba, y en general a la revolución latinoamericana y la rebeldía de los pueblos oprimidos que daban y siguen dando la pelea.
El asedio a Cuba socialista hoy ha trascendido en el léxico político, de las Relaciones internacionales con el nombre correcto de Bloqueo económico, comercial y financiero, que en su momento también ha sido un bloqueo militar y de manera permanente un asedio político y mediático.
Para fortalecer este bloqueo, desde 1960 los gringos han aplicado viejas leyes y promulgado otras nuevas que junto a cientos de normas y regulaciones han creado un entramado -dizque jurídico- que nacional y extraterritorialmente se aplican como un arma de acoso y agresión a la economía y finanzas de Cuba, un arma que mantiene una guerra sin tregua contra el bienestar y la seguridad del pueblo cubano.
El bloqueo comercial, económico financiero se mantiene hasta hoy en día, a pesar de su ilegalidad reconocida internacionalmente mediante la votación casi unánime de la Asamblea General de las Naciones Unidas cada año desde 1992 a favor de la resolución de condena que exige poner fin a tal agresión que contraviene flagrantemente el Derecho Internacional por la potencia mundial que dice ser abanderada de la democracia y la libertad.
Según altas autoridades del Estado cubano, principalmente el presidente Díaz Canel y su canciller, compañero Bruno Rodríguez Parrilla, aunque el bloqueo yanqui no ha podido alcanzar su objetivo fundamental de destruir a la revolución o al menos “hacer colapsar su economía y crear una situación de ingobernabilidad”, ha causado un daño colosal al pueblo cubano, a su calidad de vida, al desarrollo y a la economía de la isla.
Decía el compañero Bruno Rodríguez en su intervención en la pasada Asamblea General de la ONU que “Los daños acumulados en más de 60 años, alcanzan los 154 mil 217 millones de dólares, a precios corrientes; y, al valor del oro, ascienden a 1 billón 391 mil 111 millones, un millón de millones 391 mil 111 millones.
¿Cómo sería Cuba hoy, de haber contado con esos recursos?
¿Qué más podríamos haber hecho? ¿Cómo sería nuestra economía?” y señalaba en esa misma elocución que “desde 2019, el gobierno de los Estados Unidos escaló el cerco contra nuestro país a una dimensión extrema, más cruel e inhumana, para infligir deliberadamente el mayor daño posible a las familias cubanas.
En los primeros 14 meses del presidente Joseph Biden, los perjuicios ocasionados por el bloqueo alcanzaron los 6 mil 364 millones de dólares, más de 15 millones diarios.
Entre agosto de 2021 y febrero de 2022, establecieron un récord, para sólo siete meses, de 3 mil 806 millones de dólares.
De no existir el bloqueo, en ese período nuestro PIB pudo haber crecido un 4,5%.”
Es decir que, en esta última administración norteamericana, antes de disminuir o al menos mantener la agresividad, intensidad y volumen del bloqueo, más bien aumentaron, probando una vez más que la política de agresión yanqui proviene de una élite del poder que da forma a un “Estado profundo”, cuyos objetivos de dominación y supremacía global se mantienen en el tiempo.
El canciller cubano dio detalles espeluznantes en este informe donde destaca la crueldad, el odio y deshumanización del establishment gringo y sus socios del capitalismo global para con el noble pueblo cubano.
Dijo por ejemplo que “durante la pandemia de Covid-19, el gobierno estadounidense aplicó exenciones humanitarias temporales a países víctimas de sus medidas coercitivas unilaterales y otras sanciones. ¿Por qué se excluyó a los cubanos de ese alivio humanitario temporal?
Aún peor, mientras la Covid cobraba millones de vidas en el planeta y llenaba de dolor a mi país, el bloqueo se intensificó y generó dificultades y demoras para el arribo de insumos y equipamientos médicos imprescindibles para enfrentarla, en particular, para la industrialización de las vacunas cubanas.
Se obstaculiza, incluso, la adquisición de oxígeno medicinal en terceros países. Cuando el bloqueo impidió el suministro de ventiladores pulmonares, Cuba desarrolló su producción nacional con prototipos propios.”
Cuba durante los últimos 64 años ha enseñado al mundo que no se necesita ser un país altamente industrializado y rico para llevar adelante políticas públicas que pongan en el centro de sus actividades al ser humano y a la sociedad en su conjunto.
Ya es habitual, que amigos e incluso detractores de Cuba y la Revolución reconozcan la excelencia de la Educación, la Salud y la Ciencia, sobre todo la medicina y la industria farmacéutica en la Isla, donde estos servicios son gratuitos para el pueblo cubano y donde, pese al bloqueo no hay mendigos ni niños vagando sin atención por las calles.
Cuba desparrama su solidaridad, sus recursos (que no le sobran) por el mundo cuando este lo ha necesitado, en momentos de desgracias por fenómenos naturales, pandemias o su apoyo -cuando es solicitado-con programas de salud y educación de alta calidad que le han ganado el cariño de pueblos donde han llegado a servir.
Pero, Cuba nos sigue enseñando cómo enfrentar al imperialismo yanqui y su inagotable arsenal de maldad.
Es el país más castigado por inicuas legislaciones de un país que se cree el dueño del mundo. Decenas de prohibiciones y sanciones, inclusión gratuita en listas internacionales de oprobio como “patrocinadores del terrorismo” y otros inventos que de alguna manera tienen alguna repercusión negativa en el intercambio comercial internacional y la economía nacional.
Empero, Cuba sigue venciendo al bloqueo y sus secuelas con mucha imaginación, trabajo y patriotismo en una coyuntura donde la desesperación de sobrevivencia yanqui como potencia hegemónica la llevado a casi destruir el Derecho Internacional, imponiendo (con la ayuda del llamado occidente colectivo) cientos de sanciones económicas y financieras a aquellas naciones que no se doblegan ante el tambaleante destino manifiesto y buscan la construcción de un mundo multipolar.
“El bloqueo recrudecido en extremo continúa siendo el elemento central que define la política de los Estados Unidos hacia Cuba.” “Estados Unidos controla los más poderosos medios de prensa y plataformas tecnológicas digitales hegemónicas, y los usa en una virulenta campaña comunicacional de desinformación y descrédito contra Cuba.” Constata el canciller cubano.
A pesar de ello, los intentos por crear estados de opinión entre la juventud cubana adversos al gobierno cubano por medio del azuzamiento desde las redes sociales del imperio gringo, no han prosperado, es más, fueron derrotados el año pasado.
No obstante de “la angustia generada por los apagones y la inestabilidad del servicio eléctrico, el desabastecimiento y largas colas para adquirir productos de primera necesidad, por los obstáculos a los proyectos de vida de las familias y, especialmente, de los jóvenes…de crea las condiciones que alientan la migración irregular, desordenada e insegura; la dolorosa separación de familia…” que “… cuesta vidas de cubanas y cubanos; y contribuye al crimen transnacional organizado y la trata de personas”; a pesar de la salida de Cuba de algunas empresas extranjeras de servicios muy importantes en el ámbito energético debido a las presiones y medidas directas emanadas del bloqueo; a pesar de la “incesante y obsesiva persecución de las transacciones financieras, comerciales e inversiones relacionadas con” Cuba; a pesar de que “sólo entre enero de 2021 y febrero de 2022, se registraron 642 acciones directas de bancos extranjeros contra el sistema bancario cubano” y que “bajo estas circunstancias de acoso financiero, son incalculables los esfuerzos”… del “… gobierno para asegurar la canasta alimenticia familiar normada.”; a pesar de los daños por los impactos de la madre Naturaleza, especialmente el huracán “Ian” que tras su paso por la Isla dejó “ 119 mil 48 viviendas…” “… dañadas, grandes áreas de cultivo destruidas y se registraron severos daños a la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, entre otros estragos.”; a pesar de todo esto y la infinidad de daños ocasionados durante tantas décadas por el bloqueo yanqui, como dijo el compañero Bruno Rodríguez con voz firme, frente a los delegados de todas las naciones adscritas a la Organización de Naciones Unidas:
“Aún en medio de las inhumanas limitaciones que nos impone el bloqueo, Cuba nunca renunciará a su sistema socialista de justicia social, confirmado en libre y universal Referendo Constitucional en 2019.”
II
Los cubanos, principalmente su dirigencia, están claros de lo que para su país y su futuro representa el gran asedio de seis décadas que es el bloqueo yanqui. Lo han sufrido y lo han combatido.
Sin embargo, esta prolongada y despiadada forma de agresión nunca ha detenido la lucha por construir la patria socialista, el esfuerzo entusiasta por desarrollar un país inclusivo, por generar (a partir del trabajo, la tecnología, la ciencia y la dirección adecuada de tales procesos) bienestar para todos como sociedad y como individuos.
Y si la economía de Cuba ha sido el blanco principal hacia donde el imperialismo ha apuntado sus baterías, pues ahí es precisamente donde el gobierno y el PCC con el apoyo incondicional de los trabajadores, profesionales y científicos cubanos ha venido desarrollando, a la par de la defensa, su máximo esfuerzo.
Ya decía el comandante Fidel Castro que “La economía forma parte esencial de la Revolución, y la economía ha sido uno de los frentes donde el enemigo ha tratado de golpearnos y de aplastarnos; la economía fue el frente donde trató el imperialismo con su bloqueo de hundirnos, de hundir la Revolución; la economía es un importantísimo frente de la Revolución y uno de los frentes que más ha recibido los ataques del enemigo”.
Muy atrás ha quedado la caída de la URSS y de los países socialistas de Europa (principales amigos y socios comerciales de Cuba en aquellos tiempos), momentos muy duros que Cuba y su economía supo atravesar.
Hoy la coyuntura internacional es tanto o más difícil para Cuba, luego de haber enfrentado los estragos de la pandemia de Covid y sus secuelas económicas y financieras que aún persisten, el frenazo de la economía mundial, la escasez y aumento de precios de bienes y servicios vitales importados, la caída de sus propias exportaciones y sus principales rubros de captación de divisas; el turismo y los ingresos externos por servicios de comunicación, y para variar, otro enfrentamiento esta vez militar de gran magnitud en Europa, que viene a sumar más inestabilidad en los mercados, la inflación que daña principalmente a las economías más débiles y amenaza la paz mundial.
Sin embargo, ya en Cuba se habían iniciado los procesos políticos para construir una alternativa, una ruta que diera seguridad y previsibilidad al desarrollo del país, aun en escenarios locales e internacionales tan complejos, utilizando la gran herramienta de la planificación, tan propia del Estado socialista.
Así nació el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 (PNDES 2030) que, aunque guarda cierta similitud o coinciden en algunos objetivos y tareas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, es un plan concebido por cubanos y para los cubanos y que según sus creadores “constituye las vías y estrategias para alcanzar la visión de la Nación: soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
Resalta su carácter trascendental, al orientar la conducción del desarrollo para resolver los desequilibrios estructurales de la economía con una visión estratégica y consensuada de mediano y largo plazo… así mismo… consolidará la planificación socialista como la categoría rectora y definitoria del Sistema de Dirección de la Economía…
En lo temporal, revitalizará las interrelaciones en ambas direcciones entre los planes quinquenales y los anuales, es decir, el corto, mediano y largo plazo. “
Aprobado en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba en abril del 2016, este plan define el modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, contando para su construcción con nueve ejes temáticos (Gobierno, defensa y seguridad interior; Medioambiente y Recursos naturales; Potencial productivo, tecnológico y humano; Monetario, financiero y fiscal; Sector externo; Infraestructura; Demográfico; Territorial y Socio-cultural) y seis ejes estratégicos: Gobierno socialista, eficaz, eficiente y de integración social; Transformación productiva e inserción internacional; Infraestructura; Potencial humano, ciencia, tecnología e innovación; Recursos naturales y medio ambiente, y Desarrollo humano, equidad y justicia social.
Ejes estratégicos que son la esencia misma de la propuesta y tocan todo el universo económico y social a ser regulado y rectorado por el Plan.
El PNDES 2030 resalta la prelación que ocupan once sectores estratégicos de la economía cubana y su importancia para hacer cumplir con éxito los objetivos del plan.
El orden lo dicta la realidad y particularidades de la economía cubana y la necesidad de “poner los bueyes delante de la carreta” como se dice popularmente y potenciar estos sectores por su capacidad de “goteo y arrastre” de todos los otros sectores de la economía nacional.
Se definen en el plan como sectores estratégicos los siguientes:
Construcciones, Electro energético, Telecomunicaciones, Logística integrada del transporte, Logística integrada de redes e instalaciones hidráulicas y sanitarias, Turismo, Los servicios técnicos profesionales, El sector productor de alimentos, industria farmacéutica, biotecnológica y producciones biomédicas, Agroindustria azucarera y sus derivados y la Industria ligera, dando prioridad en una primera etapa que concluyó el año pasado al turismo, la industria biotecnológica y farmacéutica, el sector electro energético con énfasis en las fuentes renovables de energía, la producción de alimentos para sustituir importaciones y exportar servicios profesionales prioritariamente médicos y el sector de la construcción.
Es muy importante mencionar que a la par del Plan Nacional Económico y Social hasta el 2030, cobra enorme importancia para coadyuvar a la modernización de la economía cubana la llamada Tarea Ordenamiento, cuya aplicación luego de diez años de estudio fue aprobada por el VIII Congreso del PCC de abril del 2021 y que según los documentos del Congreso “permitirá, según su nombre lo indica, ordenar y transparentar el desempeño de los diferentes actores del escenario económico e incentivar el amor por el trabajo como medio y sentido de la vida de los ciudadanos.
El nivel de vida y de consumo de los cubanos deberá estar determinado por los ingresos legales que perciben y no por subsidios excesivos y gratuidades indebidas.”
La adecuación de la economía cubana a las nuevas condiciones de la economía mundial y los retos internos, tiene su basamento jurídico en la Constitución aprobada en 2019 que reconoce nuevas formas de propiedad, aunque con la prevalencia de la propiedad pública.
Cambios que en su momento también hicieron las repúblicas socialistas de Vietnam y China que hoy tienen tasas de crecimiento anual de sus economías muy consistentes.
Estos planes y acciones ya se aplican en Cuba, sin embargo y como lo muestra el informe del desempeño de la economía cubana presentado por las autoridades respectivas a finales del año pasado, aunque se vio una ligera mejoría gracias a la recuperación en los volúmenes de exportación de los productos lideres (níquel, tabaco, ron, miel y productos del mar), la coyuntura pos Covid mundial siguió manifestándose en los resultados. Fue notorio el obligado aumento de la tierra ociosa por falta de agroquímicos hasta casi un total de 220,000 hectáreas que incidieron negativamente en los planes de producción de alimentos.
III
Sin embargo, 2023 trae mucho optimismo y se espera que la recuperación de la economía siga mejorando, incluso se espera un crecimiento del tres por ciento del PIB, superando en un punto porcentual al alcanzado el año pasado.
Según declaraciones del viceprimer ministro y responsable de Economía y Planificación, compañero Alejandro Gil, este optimismo se fundamenta en factores y esfuerzos diversos, (“unos inmediatos y otros de aplicación gradual”) principalmente:
-El control de la pandemia de la Covid-19,
-Los acuerdos de negocios concertados en el marco de la Feria Internacional de La Habana, Fihav 2022, como parte de la Inversión extranjera,
-La aprobación de 75 medidas por el Parlamento cubano que “podrían agruparse en tres grandes bloques: la combinación de incentivos financieros, la profundización de cambios económicos en marcha, así como soluciones pormenorizadas derivadas hacia espacios de actuación puntuales.” “Medidas dirigidas, sobre todo, a incrementar los ingresos en divisas, y aumentar y diversificar las exportaciones.”
-La activación un programa para la disminución gradual del déficit presupuestario y alcanzar el equilibrio financiero interno del país,
-La puesta en marcha de un mercado cambiario para la compraventa de divisas a la población,
Así mismo, se proyecta un crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios para 2023, donde “se esperan ingresos mínimos que rondan los nueve mil 755 millones de dólares” y un crecimiento del turismo, “con 3,5 millones de visitantes planificados para este 2023”.
Se notará la incidencia del PNDES 2030 y el Plan quinquenal, la descentralización de aprobación de precios, el control más efectivo de la especulación, la descentralización territorial, además de la aplicación de medidas monetarias más efectivas, el aumento de la generación eléctrica, la producción de petróleo y la aplicación de nuevos incentivos fiscales, créditos y mayor dinamismo en las facilidades de exportación.
La exitosa gira internacional por países amigos del presidente Díaz Canel es otro punto a favor del esperado repunte de las cifras de la economía nacional para este año.
El éxito de la economía solo puede ser medido con la calidad de vida alcanzada por los ciudadanos y por eso la política social que cada año, a pesar de las dificultades, aumenta su cobertura, especialmente para las familias en situación de vulnerabilidad, aumentando el empleo, mejorando los salarios, ampliando la cobertura de la asistencia social.
Es importante la aparición en el 2022 de nuevos actores económicos como las 5,895 MiPymes privadas, principalmente en la producción de alimentos, manufactura, construcción y servicios.
Gran importancia tiene en la actualización del modelo de desarrollo cubano la creación en el territorio de Zonas Económicas Especiales en áreas geográficas delimitadas, para atraer inversión extranjera directa, innovación tecnológica y aumentar el empleo por medio de polos industriales o comerciales y otra índole pertinente.
Desde el 2013 funciona la primera de estas zonas especiales de desarrollo en Artemisa con el nombre de Mariel en un área de 465 kilómetros cuadrados.
Actualmente esta primera zona especial de desarrollo (de tres proyectadas inicialmente en la Isla) acoge a 53 proyectos en un amplio portafolio de actividades, a la vez se desarrolla la construcción de un gran proyecto habitacional y el dragado y equipamiento del puerto de Mariel.
El gobierno cubano da gran prioridad a esta iniciativa cuya inversión anual promedio por parte del Estado, ronda los 300 millones de dólares y ya está cosechando frutos, principalmente en el aumento del empleo y la activación productiva y comercial en Artemisa y las provincias aledañas, pero que se espera que los verdaderos frutos para la economía del país se vean -como en Vietnam y China- a mediano plazo.
Como vemos, podemos pasar hablando mucho sobre las atrocidades y daños causados por la política inamistosa de los yanquis hacia Cuba, principalmente de su principal instrumento y arma en la guerra no declarada contra el pueblo cubano, el bloqueo económico, comercial y financiero y también del asedio mediático que pretende desestabilizar al gobierno cubano.
Pero definitivamente también podemos conversar horas y horas de las victorias de Cuba, de su valentía, estoicismo y resiliencia ante un enemigo más fuerte y lleno de odio.
Podemos hablar de las grandes batallas enfrentadas y ganadas por este pueblo dirigido por Fidel, por Raúl y hoy por Díaz Canel. Un país, una revolución que, durante 64 años, rodilla en tierra ha soportado los embates del imperialismo yanqui y trece administraciones a cuál más perversas y que Cuba ha derrotado en todos los campos.
Es admirable la lucha de Cuba en el campo económico, en el esfuerzo constante de construir bienestar para su pueblo, de defender la patria socialista en medio del acoso y dificultades tan grandes como las que enfrentó el gran cacique Caupolicán, tronco a cuestas, cantado por nuestro Darío, para vencer a sus enemigos.
Ahí están los números, los resultados y los retos que hablan por sí mismos.
Porque como dijo el comandante Daniel Ortega en la Habana en la XXII Cumbre del ALBA-TCP:
“Que el Pueblo de Cuba, que ese ejemplo de resistencia, de heroísmo, tenga la seguridad que no está solo en esta batalla, que está acompañado por los pueblos del mundo.
Aun cuando haya gobiernos que se someten al imperio yanqui, los pueblos están respaldando, luchando, dando la batalla con el pueblo de Cuba.
Y, una vez más, ¡Cuba vencerá! ¡Martí vencerá! ¡Fidel vencerá! ¡Raúl vencerá! ¡Miguel vencerá! ¡El Che vencerá!”
Edelberto Matus.