La policía militar británica estaba bajo presión del Ministerio de Defensa para que dejara de investigar los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas especiales en Afganistán, revelan los documentos del caso.
El abogado del departamento calificó el testimonio de los comandos interrogados de "muy dudosos, si no inverosímiles".
Han sido publicadas nuevas e impactantes pruebas de crímenes de guerra cometidos por los comandos del Servicio Aéreo Especial (SAS, por sus siglas en inglés) de las Fuerzas Armadas del Reino Unido. Además, de los documentos se desprende que la Defensa británica intentó encubrir los delitos, revela el diario británico Daily Mail.
Entre 2010 y 2012 los comandos del SAS mataron a 50 afganos en circunstancias sospechosas, según el diario británico.
Tras los nuevos hallazgos, el regimiento de élite volverá a ser interrogado por la muerte a tiros de prisioneros afganos sospechosos de ser miembros de los talibanes, grupo radical bajo las sanciones de la ONU por actividad terrorista.
Se sospecha que altos funcionarios del Ministerio de Defensa británico pueden haber manipulado la investigación de la Policía Militar Real. Los documentos indican que uno de los investigadores afirmó que estaba bajo "presión política".
Al parecer, para evitar que esto se diera a conocer, un oficial del SAS consideró que había que "cortar de raíz" cualquier malestar por los asesinatos ilegales, según la publicación.
Los documentos del Departamento de Defensa revelados en la Corte Suprema plantearon dudas sobre su integridad e imparcialidad por parte del principal abogado de los militares, Peter Ryan. Calificó las explicaciones recibidas de las fuerzas especiales como "muy dudosas, si no inverosímiles".
Un nuevo examen del caso podría llevar a los soldados del SAS a ser examinados de nuevo y acusados por asesinato. Unos años antes, cuando los comandos del SAS fueron interrogados por la policía militar, muchos soldados simplemente se negaron a hacer comentarios.
Así la investigación, cuyo nombre en clave es Operación Northmoor, se cerró en 2019 sin cargos.
Las nuevas pruebas incluyen las denuncias que el investigador de la Operación Northmoor denunció por presiones en 2017.
De acuerdo con la publicación de Daily Mail, esto sugiere que los funcionarios del Ministerio de Defensa no querían que la policía militar expusiera su conocimiento de lo que estaba ocurriendo en la provincia afgana de Helmand.
La posición de Peter Ryan también plantea preguntas incómodas. Tras examinar los testimonios de los comandos del SAS, llegó a la conclusión de que la policía militar se mostraba escéptica sobre algunos de los supuestos tiroteos que provocaron la muerte de los afganos.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido intentó suspender la investigación, ofreciendo en su lugar una "revisión independiente" de las pruebas relacionadas con las acciones de las fuerzas especiales del SAS.
Sin embargo, los abogados que representan a una familia afgana afectada afirmaron que no participarán porque el Ministerio de Defensa "quiere decidir por sí mismo qué pruebas se considerarán", escribió el periódico.
Tessa Gregory, socia del bufete de abogados Leigh Day, declaró que "las propias pruebas del Gobierno muestran que los funcionarios del Departamento de Defensa plantearon repetidamente la preocupación de que los asesinatos formaban parte de un patrón más amplio de delitos y encubrimientos sistemáticos", concluyó Daily Mail.
https://mundo.sputniknews.com/20220730/daily-mail-la-defensa-britanica-intenta-ocultar-crimenes-de-las-fuerzas-especiales-en-afganistan-1128862167.html