España, Felipe González: La impudicia de un político indecente

Cómo EEUU y sus satélites financian órganos de prensa para la guerra mediática contra Nicaragua

Nicaragua: Con Mas Convicción Y Esperanza


Un nuevo año, un nuevo periodo presidencial del FSLN, la oposición anti-patriótica sumamente golpeada y desorganizada, la pandemia bajo control con un alto porcentaje de la población vacunada, la macro-economía marcha bien y la “economía chiquita” va en franca recuperación, nuevos aliados internacionales, un nuevo panorama político en América Latina favorable a los pueblos, la CELAC y el ALBA-TCP toman impulso, la OEA va dando tumbos,…

Ciertamente hay mucho de que alegrarnos.

Sin embargo, a la par de estos hechos y procesos (que nos traen a los nicaragüenses mucho optimismo, refuerzan nuestra convicción revolucionaria y la certeza que a pesar de las dificultades y sacrificios vividos en estos últimos años, nuestro camino es el correcto), hay grandes nubarrones que aún se ciernen sobre nuestro país y nuestro gobierno.

A nivel interno, estamos buscando como reconstruir la confianza entre todos los sectores de la población para construir un futuro de bienestar y progreso inclusivo, sobre la base del patriotismo, la tolerancia, la colaboración, el trabajo y la paz.

El gobierno sandinista encabezado por el Comandante Daniel ha hecho su tarea (y tal vez más) al ir construyendo las bases para un despegue vigoroso de nuestra economía, principalmente con el inédito y febril desarrollo de infraestructura económica y social; dándole la importancia que requieren las PYME y el emprendimiento familiar, sin descuidar a ningún sector económico e incluyéndolos en los planes y programas que garantizan desarrollo sostenido y equilibrado; trayendo al país inversión y financiamiento; cuidando la salud pública y la educación gratuita y de calidad a todos los niveles que deben garantizar el salto tecnológico a mediano plazo. 

Todo esto sin descuidar la resistencia ante los embates del enemigo y el cuido de nuestra soberanía patria.

La paz social es prioritaria para el desarrollo, al igual que frenar la migración por motivos económicos de nuestra juventud hacia otros países. 

Debemos seguir luchando por ofrecer a nuestra juventud los incentivos propios de sus necesidades y aspiraciones generacionales, principalmente en educación, diversión y trabajo. Empero, la educación política e ideológica debe de subyacer en ese esfuerzo. 

Una juventud sin metas, sin conciencia de clase, sin sensibilidad social y amor a su pueblo y a su tierra corre siempre el peligro de convertirse en pasto de la subcultura del consumismo, el desclasamiento y egoísmo que propone la ideología liberal del Capitalismo.

Es obvio que a lo interno no hay una “nueva” coyuntura, que en realidad continuamos inmersos en la dinámica marcada por el intento de golpe de Estado del 2018, pero que ya no estamos a la defensiva, que hemos resistido y seguimos venciendo.

Las fuerzas reactivas a nuestro progreso social y económico continúan tercamente (la lucha de clases es a muerte) en seguimiento de su objetivo principal: Desestabilizar y desplazar al gobierno sandinista y destruir al Sandinismo en Nicaragua. Y así, emprenden desde sus medios, a través de sus voceros (o “compañeros” que sin estar integrados o que oficiosamente se prestan al juego de espejos del enemigo) sus matrices comunicacionales donde lo principal es desacreditar y desautorizar la labor del gobierno, el partido y de algunos de sus líderes.

Es válido mencionar que incluso desde las instituciones de gobierno (y en algunos casos desde la estructura partidaria sandinista), individuos quintacolumnistas o ajenos al verdadero espíritu de lealtad y convicción sandinista colaboran con esta tarea del enemigo, ensuciando conscientemente la enorme labor y sacrificio, en beneficio del pueblo, de la inmensa mayoría de compañeros de base y cuadros destacados al trabajo dentro del Estado o del Partido.

Pese a todo esto, la población y el Sandinismo comprenden que el Frente Sandinista es la única organización política que ha demostrado hasta el día de hoy lealtad al pueblo nicaragüense y compromiso con su lucha, su historia en la construcción de una sociedad inclusiva.

En sus años de mandato, el FSLN se ha destacado como ningún otro en la historia como un gobierno constructor, austero, buen administrador de los recursos públicos y para el cual el ciudadano, la paz y el desarrollo ocupan el centro de su gestión. 

A la vez, ha ido construyéndose como Partido revolucionario en concordancia con sus raíces históricas y atendiendo los cambios necesarios que la dialéctica histórica requieren.

Los gringos no ceja en su empeño de desplazar al gobierno sandinista del poder y destruir al Frente Sandinista. 

La noticia falsa y el descredito nunca serán suficientes para lograr esos objetivos nefastos, así que continúan financiando planes y acciones que puedan poner en peligro la unidad y lealtad de las instituciones a través de sanciones contra funcionarios del Estado y cuadros del Partido, la amenaza a empresas privadas nacionales y extranjeras para que se retiren o no inviertan en nuestro país, al sistema financiero internacional o la suspensión de nuestro país de tratados comerciales. Incluso viven permanentemente anunciando la creación o infiltración de organizaciones armadas o “alzados” para “derrocar” a nuestro gobierno.

Siguen (y seguirán) esperando resultados. 

Lo cierto es que al final han abandonado a sus suerte, tanto a sus propias “criaturas” políticas a lo interno de Nicaragua, como a muchos otros de sus aliados en los que en un principio centraron tantos recursos y esperanzas: La jerarquía católica.

En el plano internacional, la política de aislamiento a nuestro país por parte de nuestros adversarios ha fracasado y podemos decir que nuestro gobierno ha alcanzado resonantes victorias, conduciendo con habilidad la estrategia diseñada para las relaciones internacionales de nuestro país. Incluso, aprovechándonos, con gran sentido de la oportunidad, del momento político internacional dónde el imperialismo yanqui va en caída libre.

Cansados del asedio y mentiras de la OEA, nuestro gobierno anunció su retiro de esa organización regional coaptada y sumisa. Sus dueños y administradores, sin embargo, pretenden tercamente continuar con el circo, aunque ya sin la certeza de la utilidad y eficacia de sus acciones.

El Comandante Ortega, aprovechando las oportunidades de desarrollo que prometen la colaboración económica con otras naciones, ha resumido en cuatro palabras el plan de acción para el futuro inmediato de nuestro país y de nuestra sociedad: “Borrón y cuenta nueva”.

Es muy difícil, pero el reto está en romper la injerencia extranjera en los asuntos internos de nuestro país, para lo cual es imprescindible que la oposición abandone la secular dependencia de los poderes fácticos extraterritoriales (léase, los yanquis) y por primera vez en su historia se sume al esfuerzo nacional (liderado por el Frente Sandinista) de construir la patria de todos.

Edelberto Matus.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter