VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

Nicaragua: 26 de noviembre de 1984: triunfo de la justicia y de la causa de la Paz


Entre julio y agosto de 1983, la diplomacia sandinista encabezada por el Padre Miguel d´Escoto Brockmann, Canciller de la República, examina las posibilidades de presentar una demanda contra Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Amigos importantes de la Revolución Sandinista aconsejaban abandonar la idea, porque la CIJ se contemplaba como algo remoto, ajeno a la situación que vivía el país, en suma, como una institución reaccionaria y conservadora.


En septiembre de ese mismo año, se tomaba la decisión de demandar a Estados Unidos. Se creó un grupo de abogados con experiencia y convicción en la causa de la Nicaragua Sandinista, entre ellos los diplomáticos Augusto Zamora y el Dr. Carlos Argüello. 

El equipo de abogados trabajó sigilosamente hasta el 9 de abril de 1984, fecha en la que se interpone la demanda.

Estados Unidos se enteró solamente unos días antes y en un intento desesperado, envió una nota a la CIJ para burlar su jurisdicción obligatoria y liberarse de las consecuencias de la demanda nicaragüense. La solicitud de la demanda nicaragüense poseía las siguientes causas:

“Los Estados Unidos de América hacen uso de la fuerza militar contra Nicaragua e intervienen en sus asuntos internos en violación de su soberanía, de su integridad territorial y de su independencia política así como de los principios más fundamentales y más universalmente reconocidos del Derecho Internacional”.

Al imperio desde el inicio le fue mal, porque la CIJ tituló el caso como “Actividades militares y para militares en y contra Nicaragua”, título que en sí mismo ya presuponía una víctima y un victimario.

La primera fase de la demandan consistió en fallar sobre las medidas provisionales de protección que Nicaragua solicitó, mientras Estados Unidos insistía en que la Corte no se declarara competente sobre la demanda de Nicaragua. El primer triunfo fue el 10 de mayo de 1984, fecha en que la Corte falló a favor de Nicaragua concediendo las medidas provisionales de protección.

La Segunda fase, consistió en determinar si la Corte se declaraba competente o no para dictar un fallo por la demanda nicaragüense, misma que inició el 14 de mayo de 1984 cuando el presidente de la CIJ, determinó los plazos para presentar las memorias y contra memorias sobre jurisdicción y admisibilidad. Nicaragua debía presentarla el 30 de junio y Estados Unidos el 17 de agosto de 1984.

El 15 de agosto de ese mismo año, El Salvador presentó una declaración de intervención en el juicio contra Estados Unidos por considerarse parte afectada, instrumentalizado claro está por el imperio.

 La Corte se pronunció el 4 octubre para no aceptar la solicitud de El Salvador, pues la demanda se encontraba en la fase de admisibilidad no en la de discusión de los elementos de fondo de la misma.

Después de recibir los argumentos y contrargumentos y de la audiencia oral, la Corte Internacional de Justicia da a conocer su decisión sobre jurisdicción y admisibilidad el 26 de noviembre de 1984 con resultados de once votos a favor por cinco en contra, determinó que tenía admisibilidad para considerar la solicitud presentada por Nicaragua el 9 de abril de ese año. 

Todos los protagonistas estaban conscientes, de que, si Nicaragua ganaba la fase preliminar, el caso estaba virtualmente ganado. Y la CIJ le dio la razón a Nicaragua.

La reacción natural de Estados Unidos fue declarar errónea la resolución de la CIJ y descontinuar el caso, pese a que EEUU fue uno de los primeros países en recurrir a la Corte en 1950. 

Tradicionalmente eran ellos que demandaba a otros Estados ante la CIJ: de hecho entre 1950 y 1984 Estados Unidos había comparecido ante la CIJ en doce diferentes casos.

Por eso, la trascendencia de esta acción judicial radicaba en los sujetos de la demanda, un país pequeño como Nicaragua contra la potencia militar más grande del mundo. 

La CIJ pudo haber evitado problemas con Estados Unidos, que es el mayor contribuyente de las Naciones Unidas y declararse no competente ante la demanda nicaragüense, sin embargo, tomó el camino más difícil, el de la justicia y de esa forma, este caso constituyó el juicio más trascendental para el futuro del desarrollo del Derecho Internacional, cuyo fallo definitivo fue emitido el 27 de junio de 1986, a favor de Nicaragua.

En la versión impresa del diario Barricada, aparecen declaraciones del Canciller d´Escoto sobre la declaración de admisibilidad de la CIJ, el día 27 de noviembre de 1984.

Reproducimos un extracto:

El triunfo de hoy no es solo un triunfo de Nicaragua. Es un triunfo de la justicia y de la causa de la paz. Cuando Nicaragua introdujo por primera vez esta demanda en abril, dijimos que estábamos tomando esta medida no solamente para defender nuestra propia soberanía, integridad territorial y auto-determinación, sino que también para defender el mantenimiento del orden jurídico internacional sin el cual no puede haber paz. 

Dejar de lado al Derecho en las relaciones internacionales equivaldría a condenar a la humanidad un futuro de sufrimiento, muerte y destrucción.

Hoy la Corte Internacional de Justicia ha dado un paso histórico en la defensa del Orden Jurídico Internacional, y por lo tanto en pro de la causa de la paz. La Corte ha dicho que sus puertas están abiertas a una pequeña nación empobrecida y atacada por la nación más poderosa y rica de la tierra. 

La Corte ha dicho que todas las naciones -grandes y pequeñas- son iguales ante sus ojos, iguales bajo la ley. La Corte ha reafirmado que el respeto al derecho internacional es necesario para alcanzar y preservar la paz en el mundo. 

Y la Corte ha aceptado el papel que le ha asignado la Carta de las Naciones Unidas de ser un instrumento para la obtención de la paz mediante la interpretación y la aplicación del Derecho Internacional.

A treinta y siete años de este histórico triunfo para Nicaragua en la defensa de su soberanía, esta efeméride constituye un recordatorio moral y legal, a través del cual se reafirma la dignidad del pueblo nicaragüense y su vocación a ser libre.

Fuentes

Barricada. (27 de Noviembre de 1984). Decisión de la Corte Internacional de Justicia, un triunfo para la causa de la paz. pág. 3.

Zamora, A. (1996). El conflicto de Estados Unidos con Nicaragua (1979-1990). Managua: Fondo Editorial CIRA.

https://diariobarricada.com/26-de-noviembre-de-1984-triunfo-de-la-justicia-y-de-la-causa-de-la-paz/

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