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Mitos del feminismo : la estigmatización


El legado del feminismo ha transformado la relación con el pasado y con la historia. Por ende, ya no se piensan que los grandes mitos sean propiedad de la tradición patriarcal. Las olas que surgieron de esta corriente ideológica moldearon las sociedades de una u otra manera, donde a partir de los años 60’s afloraron y se hicieron visibles dichos cambios.

El feminismo encontró en los textos mitológicos cuerpos y existencias que cuestionaban los límites naturales y sociales de la familia, la maternidad, la sexualidad y el amor. Así como la práctica de la política y quiénes pueden ser hoy los sujetos de la democracia y del mundo común

Por consiguiente, al mencionar la palabra feminismo, existen muchos prejuicios, mitos, significados, pero sobre todo retos de lucha política, cultural y social. Es muy común que cuando se habla de feminismo, se piensa que es un movimiento de los años setenta que reivindicaba los derechos de las mujeres.

Si bien el movimiento feminista ha hecho grandes aportes para el reconocimiento de los derechos de las mujeres, como el acceso a la educación, el ejercicio del voto, el derecho a un trabajo digno, y el derecho a decidir sobre sus vidas y sus cuerpos.

Este no puede limitarse a reivindicaciones solo de mujeres, sino que cuestiona las relaciones de poder que han producido desigualdades a partir de la raza, la clase, las formas tradicionales de la familia, entre otras.

De ahí que, es visualizado como un movimiento político-teórico que cuestiona las estructuras sociales, culturales y económicas que se ejercen a causa de un sistema de dominación patriarcal en el capitalismo.

Sin embargo, es constantemente descalificado por todos los mitos que se mueven por la calle y también por la web, lo que añade un grado más de desinformación y confusión.

Es común que, cuando un tema requiere que sean revisados valores, la cultura, relaciones laborales y familiares, o nos propicia una re-educación de alguna manera, aparecen resistencias personales y sociales.

Porque las prácticas culturales y las instituciones que la avalan, promueven prácticas discriminatorias, a través del machismo, que —según agregan— “es algo que muchas personas tienen interiorizado en su pensamiento y actuar, luego de que en la crianza se les repiten interminablemente los roles de género”.

Por lo tanto, “es difícil para una persona que ha sido criada desde el machismo poder cambiar su mentalidad”. No obstante, no sería imposible, ya que el feminismo, poco a poco, ha ido ganado terreno en la agenda mundial.

Hoy, “las personas pueden educarse desde esta equidad de género por su propia cuenta, y es allí donde tal vez pueda existir una incongruencia, ya que los medios de comunicación como la televisión, por ejemplo, uno de los más accesibles, quizás han fallado en su rol de informar, en este caso sobre el feminismo. 

Y es allí donde se debería hacer más énfasis, presentando estas premisas de equidad en espacios más abiertos”.

Mitos como: “El feminismo está en contra de la familia y de la vida”, “Las feministas son asesinas de niños”, “Las feministas odian a los hombres” y “Feminazis” (equiparando este movimiento al nazismo).

Los cuales estigmatizan al feminismo y a quienes luchan por una sociedad más igualitaria, equitativa y que intentan transgredir los cánones opresores del sistema.

Asimismo, es relevante precisar que esta corriente ideológica apuesta por la diversidad, más allá de los estereotipos impuestos y reproducidos por la sociedad acerca de lo que “debe ser” una mujer y “debe ser” un hombre o una familia.

Defiende la libertad de todas las personas para tomar decisiones sobre su sexualidad y especialmente de las mujeres, para decidir sobre sus cuerpos y maternidad, es decir, la libertad reproductiva.

Entre los mitos más populares, que han sido viralizados en internet y también están presentes en los distintos contextos de la vida se encuentran:

“El feminismo es lo contrario al machismo”.

El machismo es una ideología que justifica y da base al sistema patriarcal. Son todas aquellas ideas en donde descansa la creencia de la supremacía del hombre sobre la mujer.

“¿Todas las feministas están a favor del aborto?”.

Para el feminismo lo relevante es el empoderamiento, y por tanto, la libertad de elección en torno al cuerpo y la maternidad de una persona.

“Si no eres mujer, ¿puedes ser feminista?“.

El feminismo es un movimiento liderado y protagonizado por mujeres, no obstante, las problemáticas que trata incluyen a toda la sociedad, por tanto, los hombres pueden aportar al cambio.

“La mujer es superior según el feminismo”. El feminismo tiene como objetivo erradicar el sistema patriarcal, el cual provoca desigualdad entre los géneros, y busca generar igualdad de derechos entre estos.

“Las feministas imponen sus ideas a otras mujeres”.

El feminismo no busca imponer, sino que pretende explicar y generar reflexión sobre el rol social de “ser mujer”; donde existen ciertas necesidades y o comportamientos que provocan malestar, los cuales son impuestos como verdad absoluta y hasta someten.

Las creencias sin fundamentos del patriarcado

El feminismo, como toda ideología que emana del pensamiento racional del ser humano, se presta para discusiones y diferentes perspectivas.

Lo cierto es, que nunca se estará de acuerdo completamente, por ello, las diferentes vertientes se mantienen divididas según los objetivos que persiguen.

En el espacio de debate, siempre habrá una amplia gama de diversidad de discursos y postulados. Por ende, es importante precisar e indagar en las premisas ideológicas que se defienden.

Continuando con la anterior entrada donde se mencionaron algunos mitos importantes, aquí se siguen desglosando y explicando los más populares:

“El feminismo odia y oprime a los hombres”.

Aunque algunos autores descartan al género masculino de la definición, la RAE da un concepto interesante “es el principio de igualdad de derechos entre hombres y mujeres”.

Por consiguiente, no se le excluye de la discusión, sino más bien ellos son quienes buscan alejarse y estigmatizar los temas que son objeto de conversación de la agenda feminista.

Precisamente porque no habla de superioridad ni discrimina al otro género, sino que combate las desigualdades y busca fomentar la equidad entre ambos.

En sociedades igualitarias no hay opresión, no se imponen barreras a los individuos indiferentemente de su etnia, raza, religión, posición socioeconómica, género y otras categorías que pueden aplicarse.

Al contrario, más bien da paso libre a la construcción de Estados que velen por la garantía y promoción de Derechos Humanos, lo que también lleva a una cultura democrática.

Donde los valores sociales, enlazados con la cultura cívica y política, permita que todos los ciudadanos (dígase hombres y mujeres) sean partícipes de la toma de decisiones en el ámbito público.

El feminismo no promueve el odio, puesto que sus pilares fundamentales llevan a la emancipación, libertad e igualdad.

“Las feministas quieren imponer su forma de pensar y de vivir a otras mujeres”.

Siendo la igualdad uno de los puntos focales, habrá oportunidad para todos aquellos que conviven en los ecosistemas sociales. Por lo que contarán con los derechos y libertades que son apuntados en la mayoría de los tratados internacionales que son inherentes al ser humano.

Cada mujer tiene el libre albedrío al decidir de qué manera vivir, qué carrera estudiar, en cual campo profesional desarrollarse, y tendrá las mismas posibilidades que un hombre.

No hay prejuicios o limitaciones, puesto que cada perspectiva será debidamente respetada mientras no afecte (hablando en un sentido más jurídico) a un tercero.

La politóloga Melissa Monroy apunta que “los feminismos como corrientes buscan que las mujeres puedan ser como deseen, pero que tengan la libertad de elegir“.

“El feminismo es de izquierdas“.

Como toda ideología, este conjunto de pensamientos también puede acoplarse a cualquier posición o perspectiva política, recordando que estas se complementan y aunada a otras forman una agenda.

En su mayoría, el feminismo se ve sustentado en tendencias progresistas, que al mismo tiempo promueven causas ambientalistas, lo cual es de esperarse.

Más aún, recordando que estos aspectos se ven reflejados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, junto a otros puntos dentro de la Agenda 2030.

Por otro lado, esta serie de programas y proyectos que se han propuesto a raíz de la evolución, proporcionan importantes herramientas para seguir trabajando desde todos los sectores.

Bien sea, políticos, económicos y sociales, las mujeres están ocupando cargos de poder que aprovechan de igual forma, para motivar a las nuevas generaciones.

Los falsos mitos del patriarcado son creencias erróneas pero muy extendidas, acerca de la igualdad, el feminismo, la paridad y estas denominaciones que resultan bastante frescas.

En el mundo todavía existe un gran desconocimiento hacia las terminologías empleadas dentro del feminismo, de ahí que las personas rechazan cualquier premisa ante la cual sean ignorantes.

Los medios de comunicación, grupos de presión, organizaciones no gubernamentales y activistas juegan un rol fundamental para llevar la información adecuada que derribe dichos estigmas.

No hay lugar para justificar o apoyar conductas inapropiadas, la discriminación respecto al género y los micromachismos no pueden ser tolerados bajo ningún concepto.

Con el advenimiento de la era digital, la expansión del internet y el estallido de las distintas plataformas digitales, estos mitos fueron regados como la pólvora.

Sin embargo, está en las manos del cibernauta ser lo suficientemente responsable y tener criterio como para evaluar la veracidad de la información que recibe.

https://elestado.net/2021/09/15/mitos-del-feminismo-i-la-estigmatizacion/

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