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Guantánamo: ¿terminará algún día la ocupación ilegal de EEUU en Cuba?


Se cumplen 20 años de los atentados del 11S y EEUU retira sus tropas de Afganistán y de otras regiones. Pero el vecino del Norte continúa manteniendo la base naval de Guantánamo y la prisión que aloja, y cuenta todavía con más de 800 bases navales en el mundo. Sputnik consultó a especialistas para saber si esta ocupación puede terminar algún día.

Hasta el restablecimiento de las relaciones con Cuba el 20 de julio de 2015, la base naval de Guantánamo era la única de su tipo desplegada en el exterior en un país con el cual Washington no tenía vínculos diplomáticos.

Autoridades, exmilitares de alto rango y académicos estadounidenses han criticado el carácter inoperante de esa instalación que ocupa un área de 117,6 kilómetros cuadrados ubicada en la oriental provincia de Guantánamo, a cerca de 1.000 kilómetros de La Habana, en primer lugar, porque la isla no supone un peligro para su seguridad nacional y jamás desde el país caribeño se ha orquestado ningún diseño o plan contra el territorio norteamericano.

"Por el contrario, el Gobierno cubano en todos los años de revolución ha dado muestras, en innumerables ocasiones, de la voluntad de cooperar en distintos temas, de ahí la existencia de 23 acuerdos, pese a aberraciones del expresidente Donald Trump como las 243 medidas aplicadas", explicó a Sputnik el historiador, investigador y profesor Hassan Pérez Casabona.

El también doctor en Ciencias Históricas por la Universidad de la Habana recordó que el país califica de inadmisible e ilegal la presencia de la base y , si bien no esgrime ese tema como obstáculo para el avance en las conversaciones con Estados Unidos, su devolución representa un justo e irrenunciable derecho.

El oscuro capítulo de la cárcel

Desde 2002, la base naval empezó a ser utilizada como cárcel para todos los sospechos de haber cometido los atentados del 11S y de otros actos de terrorismo en el mundo. Por su ubicación, ese centro quedaba fuera de la Convención de Ginebra, cuyo propósito es proteger a las víctimas de los conflictos armados, y sus ocupantes han permanecido ocultos del mundo y fuera de la jurisdicción estadounidense.

Fuentes oficiales revelan que en el momento de mayor ocupación la cárcel albergó a 779 personas y, antes de terminar su mandato, George Walker Bush (2001-2009) trasladó a otros países alrededor de 550 presos. Tiempo después, el demócrata Barack Obama (2009-2017) transfirió a cerca de 200 y, actualmente, solo quedan 40 prisioneros, mantenidos sin ningún derecho a la defensa.

"Esa prisión militar forma parte de los episodios más oscuros de la historia de Estados Unidos, cuando el entonces mandatario Bush dijo: 'No problems', para definir el limbo jurídico y las torturas aplicadas a los prisioneros llevados allí arbitrariamente y víctimas de la violación de las normas más elementales del derecho internacional", enfatizó el académico.

La Administración de Bush consideró que los detenidos, como no estaban en su espacio geográfico, carecían de la protección de mecanismos como la Constitución estadounidense y, por tanto, ese estatus de "combatiente enemigo" los privaba de protecciones legales.

Con el penitenciario de Guantánamo, EEUU "violó los instrumentos internacionales de lucha contra esos castigos físicos y psíquicos y las vejaciones cometidas allí son comparables a las peores versiones de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)", señaló Pérez Casabona.

"De acuerdo con la opinión pública internacional ese sitio es inoperante, en primer término, por cuestiones humanitarias vinculadas a la prisión y, desde el punto de vista militar, simboliza un referente del colonialismo y la visión distorsionada de concebir a Cuba como traspatio. Es incuestionable la autoridad de la revolución de regir el destino del país", argumentó.

Pretextos para una base

En las postrimerías del siglo XIX, EEUU necesitaba demostrar su poderío de potencia emergente en la arena internacional y materializar la doctrina Monroe, enunciada en 1823, de "América para los americanos" , un disfraz para sus objetivos injerencistas en el área.

Tras la intervención de EEUU en la guerra contra España del 25 de abril al 12 de agosto de 1898, y la posterior ocupación norteamericana de 1899 a 1902, Washington impuso un apéndice a la primera Constitución de la República de Cuba, en 1901, conocido como Enmienda Platt, apéndice del proyecto de Ley de Presupuestos del Ejército, aprobado por el Congreso de Estados Unidos.

La Enmienda Platt, incorporada a la carta magna tras la amenaza de mantener la ocupación militar, le garantizó al Gobierno estadounidense el control de la isla y representaba la posibilidad de intervenir, controlar su comercio y relaciones exteriores, y establecer bases navales y carboneras en territorio cubano, explica Casabona.

Su efecto quedó resumido en las palabras del canciller cubano Raúl Roa (1959-1976), varias décadas después: "Su texto contiene un preámbulo y ocho artículos, y aún hoy, cuando ni para papel higiénico sirve por las ronchas que levanta, su lectura incita a la mentada de madre".

A menos de un año de fundada la República, el 20 de mayo de 1902, EEUU implementó la Enmienda Platt, con la rúbrica bilateral de un tratado de arriendo en febrero de 1903, que determinó la institucionalización de la base naval de Guantánamo.

En 1934, el Tratado de Relaciones firmado con EEUU, significó aparentemente la abrogación de la Enmienda Platt, pero en realidad mantuvo varios de sus artículos, algunos modificados y reducidos, y, por supuesto, mantuvo la permanencia de la base naval en el oriente bajo el argumento de fortalecer los lazos de amistad, añadió Ramírez.

A partir del triunfo de la revolución en 1959, mantuvo intacta la base militar, que desde entonces significa un grave peligro para la seguridad de Cuba y priva al país de una significativa fuente económica, pues la bahía de Guantánamo, una de las más grandes, posee características naturales como gran profundidad y capacidad para recibir grandes flotas.

Hasta 1972 permaneció el simbólico pago de 3.386,25 dólares en concepto de arrendamiento del territorio, cuando Washington reajustó la cifra a 3.676 dólares, y un año más tarde aumentó a 4.085 dólares anuales. Los cheques llegan por vía diplomática y desde 1960 jamás se han cobrado.

¿Qué representa para Estados Unidos?

Desde su constitución a comienzos del siglo XX, apuntó Pérez Casabona, las tropas norteamericanas presentes en la base convirtieron, hasta 1959, las áreas aledañas de Caimanera y Boquerón, en espacios para la prostitución, las drogas, el contrabando, los vicios y juegos prohibidos.

A partir de las primeras décadas del siglo XX, la base naval sirvió de punto de partida a las aventuras de EEUU en naciones del Caribe y de América Latina, como la invasión a Nicaragua en 1912; a República Dominicana en varios momentos, la primera en 1916; a Panamá, en 1989, y a Haití en 1994.

La base siempre fue un foco de tensión. Entre los incidentes más notables, el historiador y académico Elier Ramírez destacó a Sputnik:

El mandato de Lyndon B. Johnson (1963-1969) constituyó un punto crítico con el asesinato de soldados cubanos, confiscación de los fondos acumulados del retiro de centenares de obreros y suspensión del pago de las pensiones a trabajadores jubilados.

"La llamada crisis del agua en febrero de 1964, durante la cual Cuba cortó el agua a la base frente al secuestro de cuatro embarcaciones pesqueras. Más tarde, los documentos desclasificados y conversaciones secretas durante el mandato del expresidente Jimmy Carter (1977-1981) evidenciaron cómo el Gobierno de Estados Unidos eludía ese tema de la agenda política bilateral", agregó Ramírez.

Desde el triunfo de la Revolución en 1959, Cuba denuncia los disparos contra integrantes de la Brigada de la Frontera, creada en 1961—hasta 1989 se contabilizan 780 tiros de fusil provenientes de la base—, provocaciones, ofensas verbales y la conformación de escenarios para evidenciar una posible intervención como parte del plan de guerra denominado Operación Mangosta.

¿Es posible terminar con la base naval?

En teoría sí, pero ¿existe la voluntad política del Gobierno de EEUU? Pérez Casabona recordó que desde 1903 ninguno de los 24 presidentes que pasaron por la Casa Blanca incluyó dentro de su política devolver incondicionalmente ese territorio a Cuba. Además, existe desde hace muchos años lo que él denomina como el negocio de la contrarrevolución.

"Sería la reparación a una injusticia y un acto de valentía y de honor que algún mandatario reconociera la ocupación ilegal de EEUU. Sin embargo, existen sectores, sobre todo en el sur de la Florida, con determinados poderes y representación en el Congreso, serviles a la verdadera clase política y opuestos al acercamiento entre ambos países", expresó el profesor.

Durante la administración de Barack Obama, cuando se restablecieron las relaciones entre Cuba y la potencia del norte, hubo una esperanza de que se terminara la ocupación ilegal. Washington tachó a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo, decisión que había sido impuesta en 1982 por el expresidente Ronald Reagan, y se avanzó en acuerdos para el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero.

El restablecimiento de relaciones generó ciertas expectativas, pese a que solo fue un cambio en los matices e instrumentos y no en los propósitos en sí mismos. Aún en ese momento, quedó claro que no estaba en discusión el tema de la base naval y ni siquiera Obama cumplió con su promesa de campaña electoral referida al cierre de la cárcel.

La llegada de Donald Trump en 2017 fue un nuevo retroceso: volvió a colocar a Cuba en la lista de países que fomentan el terrorismo, recuerda Casabona. Tampoco el reemplazo de Trump, el demócrata Joe Biden, instalado en la Casa Blanca desde enero de este año, trajo esperanzas para el diálogo.

Por el contrario, "las últimas declaraciones de Biden, después de los sucesos de desestabilización social del 11 y 12 de julio [en Cuba], resultan adversas y denotan falta de voluntad en el cumplimiento de sus promesas al electorado respecto a una posible proximidad con La Habana", puntualizó Pérez Casabona.

Cuando ha pasado más de un siglo de ocupación y a casi 20 años de la existencia de la cárcel de Guantánamo, que viola todos los derechos humanos, es hora de que este pedazo de territorio vuelva a Cuba y termine la ignominia.

https://mundo.sputniknews.com/20210909/base-naval-de-guantanamo-terminara-algun-dia-la-ocupacion-ilegal-de-eeuu-en-cuba-1115905414.html

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