Nicaragua: La CIA entrenando a los traidores y cobardes a la Patria.

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El “Nuevo” giro de la política exterior Gringa: ¿otra mentira más?


El viejito turuleco y malvado que hoy habita en la Casa Blanca, cumpliendo las ordenes del “Estado profundo” del capitalismo global, anunció recientemente un supuesto fuerte golpe de timón en la Política Exterior de su país, reorientando sus prioridades y abandonando la forma de conseguir sus objetivos con respecto a su antecesor en el cargo, aunque repitiendo el mismo eslogan de aquél: “América está de regreso”.


Dijo que será la diplomacia y no la guerra (como hasta ahora) la que primara de ahora en adelante. 

Enumeró algunos asuntos geopolíticos y conflictos donde los gringos están hoy involucrados directa o indirectamente y puntualizó el rediseño de su abordaje desde ahora en adelante. 

Subrayó claramente las prioridades, siempre con ese tono (tan contrario a la diplomacia) que los gringos estilan en estos casos.

Nos queda claro que sus últimas derrotas (Siria, Afganistán, Yemen, etc.) y la importancia suprema de la región de Asia-Pacifico son los móviles de tal “drástico cambio” en su ejecutoria internacional.

También es obvia la menor importancia que ahora tiene su política hacia Europa, el medio Oriente y América Latina.

Pero esta “vuelta a la diplomacia” no aplica para algunos puntos específicos: Ha creado una “mini-OTAN” en Oceanía con lo Gran Bretaña y Australia como socio subalterno para instalar ahí una poderosa infraestructura y bases militares, donde incluso es posible que las patrullas submarinas carguen ojivas nucleares apuntadas hacia China, estimulando la proliferación de armas atómicas entregadas en un futuro próximo con disimulo a Canberra.

No se habla del “cordón sanitario” que se está montando alrededor de la Federación Rusa, usando como plataforma de ataque el territorio de antiguos países socialistas del Este europeo y quizá de Ucrania, si los rusos lo permiten.

Ni una palabra a la amenaza de militarizar el Espacio exterior, carrera que ya inició, usando empresas privadas norteamericanas y que tiene relación directa con la política internacional y la paz mundial.

Hay mutis en el discurso del presidente gringo sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero se lee entre líneas que la espada de Damocles está ahí, sobre las cabezas de estos tres Estados libres. Soberanos y rebeldes.

Como era de esperarse, no hay referencia directa hacia nuestro país, incluso ha habido gestos (tan importantes en la diplomacia) que pareciera que denotan un cambio de actitud hacia el gobierno sandinista: El silencio en estas últimas semanas de su irrespetuoso embajador en Managua o las declaraciones cordiales de un alto cargo militar yanqui sobre nuestro Ejército y nuestra economía.

Pero… No nos confiemos.

El zorro pierde el pelo pero no las mañas, son enemigos ideológicos y por tanto, irreconciliables en lo fundamental.

Nunca los gringos van a querer que nuestro gobierno sandinista obtenga, pese a todo su ataque y financiamiento nuestros adversarios locales, éxitos tras éxitos en la difícil tarea de la construcción de nación y el progreso inclusivo.

Su actitud frente al proceso electoral, la ejecución de nuestras leyes y luego de nuestra victoria en los comicios será clave para saber si nosotros, nuestro país y nuestro gobierno están incluidos en ese “golpe de timón” donde se anuncia al mundo que el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en detrimento del Pentágono y la CIA, se hace cargo de la Política Exterior yanqui.

No nos equivoquemos, acá en Nicaragua sigamos en la senda virtuosa trazada por nuestro gobierno sandinista, sigamos derrotando a la pandemia, buscando el consenso nacional, la paz de la República y el progreso para todos dentro del modelo de desarrollo impulsado por el Comandante Daniel.

No bajemos la guardia, no caigamos en la paranoia, pero no perdamos de vista a nuestros callados enemigos internos, no confiemos en su silencio ni sobrestimemos nuestra capacidad de convencimiento y sobre todo no confiemos, como decía el Ché en el imperialismo yanqui.

Ese cambio anunciado por el comandante en jefe del ejército más interventor de la historia de la humanidad, ya ha sido hecho por anteriores presidentes gringos en su corta pero dañina historia, luego de lo cual ha dejado caer bombas nucleares en ciudades pacíficas, ha quemado las selvas con napalm y defoliantes, ha asesinado líderes y arrasado pueblos enteros.

Esta “nueva” estrategia responde no a la coyuntura, sino a la decadencia del Imperio que lo hace todavía más peligroso.

“NI TANTITO ASÍ, NADA”

Edelberto Matus.

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