
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) en Colombia colocó nuevamente a este país como el primer productor de cocaína en el mundo, según el último informe sobre cultivo de dicho sicotrópico durante 2020 publicado por la organización.
El documento refiere que las zonas fronterizas de Colombia con Venezuela concentran el mayor volumen de narcocultivos, siendo el Norte de Santander (noreste) el departamento de mayor área sembrada con 40.084 hectáreas, pese a una reducción de los sembradíos en un 4 por ciento.
Dicha región superó por primera ocasión a la de Nariño, limítrofe con Ecuador, como el departamento con mayor área cultivada de coca en el país, tras registrar 30.751 hectáreas sembradas.
El texto precisa que los territorios fronterizos presentan condiciones favorables para la siembra de hoja de coca y “su encadenamiento con los demás eslabones de la cadena del narcotráfico a nivel internacional”.
De ahí que el 40 por ciento de la coca producida en 2020 guarde relación con zonas fronterizas; y se haya experimentado un comportamiento ascendente desde el 2010, año en el cual solamente reportaron 1.700 hectáreas sembradas.
La siembra y producción se han consolidado en las fronteras con Ecuador y Venezuela, donde reportan un repunte en materia de conflictos armados, impulsados por el narcotráfico y la minería ilegal, tras la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno colombiano y el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) en 2016.
El pasado 9 de junio, la Unodc reveló datos sobre el monitoreo de cultivos ilícitos en 2020, arrojando un crecimiento del 8 por ciento en la producción de cocaína (1.228 toneladas), con una reducción del 7 por ciento asociada a cultivos sembrados, 143.000 hectáreas.
Según los datos del sistema Simci, de Naciones Unidas, una hectárea de coca en Colombia produce 23% más cocaína en 2020 comparada con una en 2016. Solo entre el 2019 y el 2020, la productividad de un lote subió 10%. Esto en un país que tiene una de las tasas más bajas de productividad agrícola de América Latina.
En el 2020, la relación entre la cantidad del alcaloide que se puede extraer de una hectárea de arbustos de coca llegó a su punto histórico más alto. A pesar de que el área de cultivos cayó, Colombia produjo más cocaína que nunca, 1228 toneladas métricas, un récord mundial.
Se trata de un fenómeno importante, pues el país, y todos sus gobiernos durante medio siglo, han enfocado sus esfuerzos en reducir el área sembrada de coca. El aumento de la productividad señala que ese enfoque es insuficiente. El Gobierno de Iván Duque dice que en el 2020 erradicó una cifra récord de 130.171 hectáreas. Pero su estrategia se queda corta. A pesar de haber logrado una reducción del 7 por ciento del área sembrada el año pasado (en cifras de la ONU, porque las de la Casa Blanca registraron un aumento), Colombia produce más cocaína que antes.
Para la ONU, los territorios fronterizos de Colombia “presentan condiciones favorables” para la siembra de hoja de coca y “su encadenamiento con los demás eslabones de la cadena del narcotráfico”.
“Cerca del 40% de la coca del 2020 está relacionada con zonas de frontera”, precisa Undoc.
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