Sr. Presidente Pedro Sánchez:
Durante su visita a Costa Rica, ayer 11 de junio de 2021, usted ha hecho declaraciones que lejos de ayudar a resolver el conflicto interno de Nicaragua, lo agudizan.
Usted ha dicho textualmente Me gustaría dirigirme personalmente y directamente al presidente Ortega: que juegue limpio, que libere a los opositores y que concurra, en juego limpio y en buena lid, a ese proceso electoral,
Pero sus palabras ignoran lo que está sucediendo en Nicaragua. Ignora que se está juzgando la corrupción de una Fundación que recibió ilegalmente decenas de millones de dólares para subvertir el orden social en ese país, cuyos dirigentes ha cometido delitos al no justificar debidamente su gastos y apropiarse de los activos, habiendo sido utilizados para crear una trama que puede estar incursa en acciones criminales y financiamiento de actos de terrorismo.
A eso hay que añadir que las personas imputadas han estado solicitando a potencias extrajeras actuaciones a favor de sus intereses de élite, que podría alcanzar el grado de intervención armada, lo que supone un delito de alta traición a la nación.
Como ciudadanos/as del Estado español que seguimos muy de cerca las noticias de Nicaragua, país con el que hemos estado trabajando como cooperantes y expertos en Cooperación al Desarrollo de varias ONGDs, sentimos que sus palabras violan la Soberanía de un país que quiere la autodeterminación y lucha denodadamente contra la pobreza, como puede ser demostrado con datos fehacientes. Su intervencionismo provoca más conflicto, atentan contra la estabilidad y son impropias del presidente de un país hermano como debe ser España.
En sus declaraciones usted dice que se dirige personalmente y directamente a su homólogo nicaragüense, pero eso es falso porque sus declaraciones son “públicas” y además lanzadas desde un país centroamericano vecino, con lo que está provocando efectos muy negativos contra la convivencia entre colindantes y también a lo interno de Nicaragua, favoreciendo políticamente a la Oposición de extrema derecha e injiriendo en la política interna, sin tener en cuenta que las personas a las que usted defiende han incurrido en delitos graves que, al parecer violan la Constitución y la Soberanía de ese país, con apología del terrorismo.
Usted debiera haberse acercado a Managua a conversar con su homólogo en lugar de practicar el agravio.
¿Le gustaría a usted que el Gobierno de Nicaragua o su presidente hiciera declaraciones a favor de la independencia de Cataluña, perturbando sus planes para resolver el conflicto en España?
¿O le acusaran a usted de cobardía por no enfrentar e ilegalizar a la extrema derecha por sus acciones violentas?
¿O le culparan de violar los derechos humanos de los emigrantes que entran en España?
¿Qué le parecería a usted si el presidente de Nicaragua pidiera públicamente la libertad del rapero Pablo Hasél?
¿O acusara al Rey de España de irrespetar los derechos del pueblo catalán?.
Seguro que usted lo condenaría por injerir en los asuntos internos del Estado Español y atentar desde el extranjero contra nuestra Soberanía.
Hemos podido comprobar que el poder mediático dominante en Occidente miente sistemáticamente, con el fin de impedir que los pueblos de América Latina se liberen de la opresión colonial a que los tienen sometidos los capitales de los grandes inversores y financieros de España, Europa y EEUU.
La libertad y los derechos humanos que usted defiende es puro populismo de alta clase, pues todos sabemos ya que los dominadores los defienden solo para si y una pequeña capa de población con posibles, los grandes inversores y las clases ricas, con sus familias que se aprovechan de las políticas de conquista y despojo con consecuencias aterradoras por la violencia que emplean con toda impunidad.
Por todo ello, como ciudadanos y ciudadanas del Estado español, que queremos la paz y la estabilidad de los países latinoamericanos hermanos y en particular Nicaragua, le solicitamos una rectificación.
De ciudadanos y ciudadanas del Estado español
En Madrid, a 12 de junio de 2021
